Pareciera que el destino la hubiera condenado la persona que amaba la odiaba y la miraba con desprecio, le reclamaba cada que se le presentaba la ocasión además de recordarle que ella no la amaba
Alaia (omega)
Por favor Lea
Lea (alfa)
Lárgate de aquí, no te quiero ver
Alaia (omega)
Yo te amo
Lea (alfa)
Yo no, lo único que has echo es arruinar mi vida
Alaia (omega)
No digas eso - las lágrimas corren por mi rostro sin parar mientras ella me mira con desprecio -
Lea (alfa)
Tus lágrimas falsas ve las a llorar a otro lado, no enfrente de mi
Alaia (omega)
No son falsas
Lea (alfa)
Quiero que te quede claro, yo nunca te voy a amar después de que termine nuestro primer año de casadas quiero el divorcio
Alaia (omega)
No, no te lo voy a dar, sé que tú me amas
Lea (alfa)
Yo no te amo, ahora largo de mi habitación - la tomo del brazo y la saco a la fuerza de la habitación -
Las lágrimas no paraban de ser derramadas por la pequeña Omega no entendía, ¿por qué su alfa la odiaba?, eso no tenía explicación se conocían desde pequeñas, la alfa siempre había sido ruda, pero nunca la había tratado mal, sin embargo, ahora lo hacía
Alaia (omega)
- me encierro en otra habitación mientras dejo que mis lágrimas sigan cayendo - ¿Por qué me odias?
Después de un rato Lea fue a la habitación donde se encontraba Alaia
Lea (alfa)
- la observó -
Alaia (omega)
¿Por qué?
Alaia (omega)
Se que estás hay
Lea (alfa)
Porque que, ¿qué?
Alaia (omega)
¿Por qué me odia?
Lea (alfa)
Lo sabes perfectamente
Alaia (omega)
No lo sé, solo se que me odias
Lea (alfa)
Deja de fingir, eres una niña caprichosa, ante los demás parecerás un ángel, pero para mí no lo eres
Alaia (omega)
No te entiendo
Alaia (omega)
Yo no finjo, en serio te amo
Lea (alfa)
Pues yo no
Alaia (omega)
Ya para de decir eso, ¿qué le pasó a la tierna Lea?
Lea (alfa)
- suspiro y no respondo -
Alaia (omega)
¿Qué te hicieron? - intento tocar su rostro, pero ella me detiene -
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