Lejos de aquí

En la oficina central de Villanueva Digital Lab hay un completo revuelo.

Los más altos ejecutivos están en junta desde hace horas porque alguien logró infiltrarse en sus sistemas. Eso puede ser muy perjudicial para la reputación de la empresa y podría llegar a perder millones si se hace de dominio público.

Por supuesto la mayoría de los empleados sabe que pasó algo, pero no saben exactamente que fue. Solo las personas más allegadas al CEO, saben exactamente lo que ha pasado.

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Caroline llega a su departamento completamente desanimada.

- Hola nena, vuelves temprano hoy - La recibe Scarlett con un abrazo.

- Hola.

-¿Qué tienes?

- ¿Tenemos helado? creo que estoy a punto de deprimirme.

- Me estás asustando Caro, ¿qué pasó?

- Busquemos el helado y te cuento...

Luego de un rato conversando, Caroline ya le había informado todo a su amiga.

- ¡Ese bastardo! Pero Oliver me va a escuchar - Gritaba Scarlett furiosa caminando de un lado a otro.

- Tranquila Ami, no vale la pena.

- ¿Cómo se le ocurre ponerte en semejante peligro? Incluso a él mismo...

- Lo sé, esto es muy peligroso, y quién sabe que clase de gente sea esa a las que les debe dinero. Realmente estoy asustada por él.

- No se lo merece Caro...

- Lo sé, pero igual... es como un hermano para mí.

- Sea como sea, es mejor que te vayas a descansar. Hoy no ha sido un día fácil.

- Está bien amiga.

Scarlett acompaña a Caro hasta su habitación y se despiden con un abrazo.

Ya en su cama, Caroline no podía dejar de pensar en los acontecimientos del día con Oliver. Se sentía molesta y traicionada, pero sobretodo, preocupada por él.

Al día siguiente, llegó a la oficina completamente cansada, había dormido muy poco por la preocupación.

- Señorita Davis, venga a mi oficina que necesito unos ajustes en la página Web - Le ordenó Migdalia.

- Enseguida voy.

Caroline entra a la oficina y encuentra a su jefa viendo algo en el monitor de su computadora.

- Siéntese.

- Con permiso.

- Como ve aquí, este tipo de animaciones creo que harían la página del seguro más interesante - Le dice mientras señala el monitor.

Caroline estudia mentalmente la propuesta, que era un tanto absurda.

- Señora Migdalia, pero tenga en cuenta que la página web que está viendo es una tienda de maquillaje. Tiene sentido para ellos hacer ese tipo de animaciones, pero para nosotros no tanto.

- ¿Estás diciendo que no se puede hacer?

- Solo creo que no es apropiado.

- No te pago por creer.

- Si señora - Caroline se mordía la lengua por decirle unas cuantas verdades a su jefa.

- Lo quiero para mañana, te puedes retirar.

Sale de la oficina frustrada y se dirige a su escritorio a trabajar en la nada apropiada modificación.

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Tocan el timbre en el apartamento de Caroline.

- Scarlett, que bueno que estás aquí, necesito tu ayuda- Dice Oliver.

Pero ella no le responde nada, solamente le da una fuerte bofetada.

- ¿Cómo te atreves a aparecerte por acá?

- Veo que estás al tanto de todo - Oliver pasa al apartamento mientras se soba la mejilla.

- Claro que lo estoy. ¿En qué estabas pensando? ¿Sabes el riesgo en el que pudiste haber metido a Caro?

- ¡Lo sé! por eso estoy aquí.

Scarlett lo observa.

- Las cosas se están complicando mucho, creo que lo mejor es que Caro se vaya del país. - Le dice Oliver muy seriamente.

- ¿Qué? ¿Estás loco?

- Esto es muy serio Scarlett, no quiero que Caro corra peligro. Tienes que ayudarme a convencerla.

- Ella no se querrá ir. ¿Cómo pudiste meterla en este lío?

- ¡Ya lo sé! Por eso quiero protegerla. Todo esto es mi culpa, y lo que menos quiero es que le pase algo a ella.

Scarlett lo mira.

- Los tipos a los que les debo dinero se están impacientando y ya sospechan que trabajo con alguien más. Ellos son peligrosos e influyentes. Debes ayudarme a convencerla de que se vaya... es la única opción - Pone un sobre en la mesa.

-¿Qué es eso?

- Es un pasaje para Miami. Se que ella tiene Visa, así que no habrá problema.

- ¡Dios! Caro va a enloquecer.

- Es la única manera. ¡Ayúdame! a mí no me querrá escuchar.

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Luego de un día pesado, Caro llega a la casa y se acuesta en su cama a descansar.

- ¡Hola! - Scarlett toca su puerta.

- Hola Key (así le decía de cariño), pasa.

- ¿Qué tal tu día?

- Terrible... solo me alegro de estar ya en casa.

- Wow, ¿así de mal?

- Si, pero no te preocupes, es más ¿Qué haremos de cenar? muero de hambre - Le dice mientras se levanta de la cama.

- Caro espera, tenemos que hablar.

Caroline la mira extrañada.

- ¿Qué pasó ahora?

Scarlett le cuenta de la visita de Oliver y todo lo que este dijo. Además le entrega el pasaje de avión.

- No, no, no, esto no puede ser.

- Lo siento Ami - Le dice Scarlett llorando.

- ¡No me quiero ir! ¡No quiero estar sola!

- Yo tampoco quiero que te vayas, pero si tú vida corre riesgo, no me queda más que estar de acuerdo con el imbécil ese.

Ambas amigas se abrazaron.

- Lo importante ahora es tu seguridad - Le dice Scarlett limpiándose las lágrimas.

- No quiero Key... - Caro suplicaba aún llorando.

- No te preocupes, todo va a estar bien. Vamos a hacer tus maletas.

Luego de hacer sus maletas y cenar algo ligero, ya que ninguna de las dos tenía apetito, lo habían perdido por todo lo que estaban pasando, ambas se fueron a acostar. El vuelo de Caroline salía en la mañana, por lo que debía estar en el aeropuerto muy temprano.

Scarlett se iba a encargar de llevarla al aeropuerto y luego iría al trabajo de Caro a entregar su renuncia. Caroline lamentaba no poder ver la cara de su jefa cuando le digan que renunció, hubiese pagado por ello.

Oliver prefirió no asistir al aeropuerto porque tenía miedo de que lo estuvieran siguiendo. Y tampoco tenía el valor de ver a su amiga a la cara.

Sin embargo preparó todo para ella. Consiguió dinero de la venta de su carro y otros equipos personales para pagar el pasaje y darle suficiente dinero a Caroline para que esté cómoda un mes. Le hubiese gustado darle más, pero ya no tenía dinero.

Ya en el avión Caroline estaba asustada y a la vez indignada. Ella no era una mala persona, y aunque no todas sus acciones habían sido éticas, eso no la convertía en una mala persona. No era justo. Sin embargo, ahí estaba ella, en un avión que la llevaría lejos de sus amigos, a un lugar que no conocía.

Scarlett Ruiz

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