-En 1692 fui juzgada de manera injusta, viví de una manera pobre y humillada, a pesar de ello logré casarme una vez, pero mi esposo era un bastardo apostador que solo logro llevar nuestra vida a una pobreza innegable, creí que eso sería mi final, pero como desde pequeña me acostumbre al rechazo, pues mi propia familia me repudiaba, y no entendía por qué, pues no le había hecho daño a nadie, yo era, no aun soy una gran amante por la fauna y la naturaleza y creo que ayudar a los demás es bueno, pero sentía que entre mejor me portaba más mal me iba.
-Pasando el tiempo iba de casa en casa pidiendo limosna para poder sobrevivir un poco más, encontrando solo el desprecio de la gente de mi misma comunidad, para ellos era solo un despojo, eso claro no me detenía, solo pedía a los cielos que me diera una oportunidad más de vivir, no quería dejar este mundo sin saber lo que era ser amada, o por lo menos respetada, y fue entonces que, de estar pidiendo de casa en casa, encontré un en particular, salió un chico que desde el primer momento me dio unas monedas y algo de comida, entonces surgiría una hermosa amistad.
-En su momento se presentó con el nombre de Jeremy, un dulce y sencillo chico de cabeza rapada, con una dulce mirada, como si ya supiera lo que me estaba ocurriendo, siempre atento, cada día y cada noche, me visitaba y dejaba algunas monedas, en una ocasión no reunimos en el bosque, en el que ofreciendo algunas semillas se reunieron algunos cuervos y canarios, comiendo en armonía, la sonrisa de Jeremy era incomparable, en ese momento yo pasaba por un mal momento por culpa de mi esposo William, eso no detuvo mi feliz momento con Jeremy.
-O mi querido Jeremy, era un alma pura y hermosa, aunque venía de un hogar muy parecido al mío, eso jamás le detuvo, no había día en el que no encontráramos en ese encantador bosque, y parece que todo era luz y felicidad, pero William cada vez se hacía más adicto a las apuestas, tirando a la basura lo poco que lograba reunir gracias a Jeremy, siempre me decía que no traía lo suficiente, que solo era un estorbo, pero que no me dejaba por mis padres, y valla ni William ni mis padres querían tenerme, cielos tan despreciables era para ellos.
-Recuerdo un día William, llego de tan mal humor, porque como era costumbre, llegaba más que ebrio por el alcohol, llegaba ebrio de rabia, y su único desahogo físico era yo, pues decía que mi rostro era más como de golpear que la pared, sabiendo eso sabía que debía poner mi cobija harapienta color negra en mi cabeza, eso amortiguaba los golpes, parecía que Jeremy sabía lo que ocurría, ya que siempre hacia presencia después de lo ocurrido, me veía con esa cobija vieja cubriendo mi rostro, para no mostrar mi dolor.
Pg.31
-Su gran recompensa era salir a pasear a ese lindo bosque donde me sentía protegida y muy amada, todo se convertía en algún tipo de rutina donde William me golpeaba y Jeremy aparece como algún tipo de superhéroe, sacándome a algún tipo de tierra fantástica, donde solo él y yo somos los amos del lugar. Así estuvimos algún tiempo, en una ocasión fuimos al bosque como de costumbre y todo iba de maravilla, como de costumbre, después de un trueno muy fuerte, un pálido rostro, de un desgraciado juez hizo su presencia, era pálido alto y con una risa penetrante, una risa que reventaba tus oídos.
-Tomo a mi Jeremy por su brazo seguido de una muchedumbre de personas con sus infernales antorchas, entonces fue que pregunte, ¿Por qué se lo llevaban, si él jamás hizo nada que diera indicios de brujería? Menos siendo hombre, entonces el desgraciado me tomo a mí también por el brazo, mencionando que también sería juzgada, Jeremy logro escapar de su captor, dirigiéndose a mí golpeando tan fuerte al maldito liberándome de él, corrí tan lejos como pude dentro del bosque, cuando creí que ya estaba a salvo, volteé a ver a Jeremy, pero él no estaba.
-Volví con gran desespero al lugar, pero los malditos lo habían capturado, golpeándolo de una manera tan salvaje que solo de recordar yo misma siento su dolor y creo ni se acerca ni un poco, alcance a verlo de rodillas mientras lo sometían brutalmente, mi corazón quería destruir a todos, en ese momento en verdad quería ser una maldita bruja, darles su merecido a esos mal nacidos y estaba a punto de ir a su ayuda, pero me detuvo con un suave ademan diciendo que no y sus últimas lindas palabras que oí fueron “Mi querida Sahara”.
- Entonces fue cuando me presento a la maldita casa del Juez William Staughton para reclamar venganza\, pero un hermoso regalo me lo impidió\, la semilla de mi Jeremy nació\, era hermosa tan perfecta la llame Dorcas\, o mi pequeña Dorcas era igual a su padre Jeremy\, si así es tuvimos una hermosa hija\, pero el infierno apenas comienza\, mi maldito esposo William abuso de mí cuando Dorcas tenía cuatro años\, y me entrego a los jueces cuando también iba preñada de él\, no le importo ni un poco\, me sentenciaron a la horca\, di a luz a otra niña\, misma que fallecería después de mi ejecución.
-Mi pequeña Dorcas, después de mi muerte, el maldito la entrego como profanidad de mi ser a los jueces, siendo juzgada y ejecutada como la más joven bruja de Salem, fueron las primeras dos voces sin rastro que arrebataron esos malditos, pero una luz salió en ello Mike, tú fuiste adoptado, ¿cierto?, tú no eres Viramontes, no claro que no mi querido, tú eres una bella reencarnación, una de las más hermosas, eres la misma reencarnación de mi Jeremy, eso hace que te quiera seguir protegiendo, y mi hermosa Victoria la misma y bella reencarnación de mi Dorcas.
Pg.32
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 20 Episodes
Comments