Porqué me ayudas?.

Rápidamente, se comunica con sus subordinados dándoles la orden de no entrometerse y me exige hacer lo mismo, ya que quiere hacer un combate a muerte entre los dos. Aunque me resista sé que no retrocederá, si debo morir lo haré como todo un dragón, luchado hasta el final.

De inmediato me comunico con Dragas, dándole conocer la situación y haciéndole saber que puede que este puede sea nuestro último combate.

- No esperaba menos de ti. -me dice un poco excitado por la situación.

La verdad es que a veces no llego a comprenderlo de un todo, pero me alegra saber que cuento con su apoyo, sin perder tiempo empiezo a liberar todo mi maná mientras muestro mis garras y colmillos ferozmente. Radagas no pierde el tiempo y le da el control a su bestia y se encamina a atacar, mi dragón alcanza frenar su ataque con dificultad pero no pierde el tiempo y contraatacamos, ingiriendo considerable daño en este, así pasamos varios minutos intercambiando golpes hasta hacer caer al oponente.

No obstante, un descuido me cuesta gran parte de la batalla, debido a que este me destruye mi ala completamente, quitándome toda posibilidad de volar y poder a recurrir a estrategias sobre aire, solo siento como ataque tras ataque impactan en mi coraza blanca que ahora está tornada de rojo, de a poco siento como mi dragón se debilitan.

En estos momentos somos como un defenso cordero que está a la merced del zorro, solo miro como este toma su garra y la incrusta en mi cuerpo más de una vez y cuando creo que este va a dar fin con todo la batalla es interrumpida por un enorme dragón negro, que lo toma de su cuello y lo aprieta sin parar mientras le destroza su dos garras sin la mínima emoción.

La escena me deja un poco confuso, ella fue muy clara en que nunca me ayudaría sin importar el que, pero no entiendo lo que está sucediendo, solo visualizo como su dragona está fuera de sí mientras destroza a su oponente con su fuerza, es como si algo hubiese prendido su interruptor.

- Fui muy clara maldita rata, como te atreves a tratar de controlarme, crees que alguien de una especie tan baja como tú puede compararse conmigo, te voy a destrozar lentamente para que entienda de una vez por todas quién manda aquí.

Luego de decir esto toma su cabeza entre sus garras y de un solo movimiento se lo arranca, dejando atónitos a todos los presente incluida mi gente. Me impresiona y me da temor a la vez cada que veo su poder, ¿qué tan poderosa es ella?, es una pregunta que carcome mi mente, las pocas que he presenciado es algo que no se puede describir, es como si esto fuera un sueño y ella fuera alguien de otro mundo.

Luego de haber destrozado a su líder acaba uno por uno de sus subordinados, dejando en el campo teñido de rojo debido a los de innumerables cuerpos de los Broack que se encuentran en él, Gabriel aún no puede creer lo que sus ojos ven, ella en tan solo unos minutos acabó con ellos, lo que a nosotros nos ha costado años. Cuando está finaliza dirige su mirada hacia el lugar donde me encuentro tendido en el suelo con mi cuerpo malherido.

Juro que llegue a pensar que me mataría pero esta únicamente se aleja volando y desaparece de nuestra vista en cuestión de segundos, Gabriel al comprobar que la situación es segura, ordena rápidamente a los hombres revisar a los heridos y a llamar al médico para que me atienda urgentemente, debido a la gravedad de mis lesiones me es imposible volar en mi forma de dragón, por lo que tengo que obedecer sin objeciones.

Aproximadamente en 10 minutos llega el médico que siempre ha estado a cargo del cuidado y salud de mi familia, Samuel. Un viejo amigo de mi padre el cual ha estado con nosotros por siglos y que de a poco se ha convertido en miembro importante de nuestras vidas, este al verme en tales condiciones se sobre exalta y me empieza a curar de inmediato con su magia de sanación, la cual de a poco provoca que mis heridas se cierre de poco hasta no quedar rastro de ellas.

Mis hombres me trasladan al valle un poco angustiado por mi estado, aunque por fuera me vea recuperado aún tengo mucho daño interno y en estos momentos no puedo mostrar señal de debilidad a mis enemigos. Sin embargo, lo que más me tiene preocupado es su paradero, no sé dé lo que pueda llegar a ser capaz ahora que esta libre, necesito dar con su paradero y entender por qué me ayudo en mi momento más crítico, porque si ella hubiese querido tener su venganza de mí y de mi especie me hubiese dejado perecer en las manos de Radagas.

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****Selene ******

Tengo tanta rabia, rencor, odio y asco con todas esas malditas especies, primero una me encierra, me tortura y hace que gran parte de mi alma se fragmentará por ese maldito hechizo solo por su avaricia, para luego venir a mí a pedir ayuda como si nada, mientras que la otra me intenta controlar con la maldita flor de infierno; no sé que clase de estúpida me toman para pensar que me pueden manejar a su antojo, aunque Radagas ya recibió su castigo hay algo que me impide destruir al ese bastardo dragón blanco, por más que quiera mi dragona se niega a terminar su trabajo cuando se trata de él y eso lo comprobé el día de hoy, cuando tuvo la oportunidad de acabarlo y recuperar lo nuestro se negó a hacerlo, mejor opto por dejarlo con vida y escapar como una cobarde, por más explicaciones que le exija no recibí una de ella.

Ahora solo tengo que esperar que situación se aclare y prepararme para el enfrentamiento que se avecina, sé que su maldita reina me cobrará con sangre la vida de su gente, los Broack son una especie muy leal entre ellos, bueno si a esas asquerosas bestias se le puede llamar así, sabía que la mejor opción era no entrometerme para no estar en su blanco pero no podía dejar pasar su acto de irrespeto, si debo acabar uno por uno así lo haré.

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