Capítulo 17

En eso tiene razón Angel, es solo que no me hago la idea

_ Bueno, si el dice algo, le daré la oportunidad de conocernos - suspiro de resignación.

_ Perfecto - salto de alegría angel.

_ Más que eso, no te prometo nada. - me cruce de brazos e hice un puchero.

_ OOOOH - dijo rodando los ojos - ahí va doña orgullo, jajajaja.

_ Bueno hoy no pude practicar nada, pero mañana empieza un nuevo día y una nueva oportunidad de mejorar, ahora, creo que dormiré un rato estoy algo agotada- dijo con los ojos casi cerrandoce, me avisas cualquier cosa angel.

_ Tu solo descansa, está Liam y matheo, no creo que te pueda pasar nada - la interrumpí.

_ presisamente de ellos, aun me siento un poco incomoda cuando me miran, pareciera que me quieren comer. - uy, de solo recordarlo se me heriza la piel.

_ Jajajaja, si ya lo creó.

_ Además no me fio de estar en una cueva que no tenga puertas, donde quedó la privacidad.

_ Ya te acostumbrarás nana.

_ Queria hablar contigo de ciertas cosas Angel, pero el sueño ya me gana, así que terminemos la charla, - esta cama es tan calentita - aun que este hecha de paja y pieles de animales, nada que envidiar a una de tamaño King - , solo falta una rica almohada y estoy lista para invernar - pensé.

Al rato de quedarme dormida sentí una suave caricia en mis mejillas, mas como un suave roze que iba bajando de mis mejillas a mis labios, me daba comezón, así que me rasque y me di la vuelta, para seguir durmiendo más cómoda.

( .... )

Liam:

Hacia rato que no escuchaba nada desde dentro de la cueva de nana, talvez se fue a dormir un rato como se lo recomendé. Seguí asando el jabali que caze, limpie y troce, para que nana le pueda dar pequeñas mordidas - usualmente las hembras suelen comer así, de a poquito las comidas que le dan sus machos.

Viendo que nana es tan hermosa debe de haber sido una hembra muy bien cuidada por su clan. - creo que demasiado sobreprotejita, ya que se ve, que no sabe casi nada de nada, cuando la vi por primera vez y le hable, no vi miedo, sino asombro! Como si no supiera que nosotros los orcos hablamos, eso fue algo muy ... Extraño.

Pero en fin, creo que eso es una de las tantas cosas que la hace especial y encantadora, - sonriendo para si mismo.

Uy, casi se me quema la carne, por andar metido en mis pensamientos. Corte la carne y lo puse en unas hojas grandes, que sirven para poder comer y entre en la cueva para darcelo de cena, pero cuando la vi, tuve que desistir de ese idea, ella se veía tan tierna y docil cuando está dormida, pero es un hecho que es toda una fierecilla, me acerco más a ella, como si algo me atraerá hacia ella y me siento a su lado, no pude evitar el impulso de quitar ese mechón de su cabello, que caía por su rostro, pase suavemente mis dedos por sus mejillas, era tan suave, que nunca crei que una hembra fuera así de suave, mis manos fueron bajando suavemente, por miedo a poder despertarla, se movían casi por instinto, hasta rozar sus labios rosados y gruesos que me tentaban a besarlos, y aprisionarlos con los míos, hasta dejarla sin aliento, tan solo verla así, me venían a la mente mil y una fantasías, que ya tendría tiempo de cumpliras adelante-planeando en su mente. - me agaché un poco hacia su rostro con todas las intenciones de robarle un beso, pero sólo alcanze a rozar sus labios y ella puso sus manos en su boca y se dio la vuelta, dándome la espalda y bueno solo pude quedarme con las ganas, y mirar con resignación la cena que tenia planeado dejarle para que comiera cuando se despierte, pero al parecer va a dormír hasta mañana - se ve graciosa durmiendo así, hecha una bolita enrollada en la piel de oso, parece un lindo gato perezoso, así que si le dejo la carne se va a desperdiciar.

Me lleve la carne de regreso, para comérmelo y preparar uno nuevo para ella, para cuando se despierte tenga carne caliente para desayunar, en fin, después de todo, con mi amiguito despierto por solo ese pequeño roze de sus labios, no creo poder dormir esta noche - mire hacia el cielo de la noche-,, resignado por mi larga noche - alargando la última palabra - noche.

Pero no me arrepiento de escogerla a ella como mi pareja, ella es única y tan distinta a las hembras de este mundo, no tiene su egoísmo, ni arrogancia, que es lo que las suele caracterizar.

Y por qué dije eso último, pues por qué mi madre también era alguien así, era arrogante, y tenía todo el derecho de serlo, era la hembra más hermosa de su clan, por eso tuvo varias parejas, entre ellos estaba mi padre, pero tambien era egoísta, hasta conmigo que era su hijo, prefería estar con sus parejas, dejándose llevar por la lujuria, que preocuparce por mi y mis otros hermanos, aun recuerdo que cuando llegó el invierno, casi ninguno de mis hermanos sobrevivío al frío, ya que mi madre entró en su etapa celo y se encerró en su cueva con sus parejas, olvidándose de todo y todos, y no se había dado cuenta de que había empezado una tormenta de nieve y nosotros nos habíamos quedado afuera a jugar, mi hermanos y yo éramos 5 en total, y habíamos decidido jugar a las escondidas, yo contaba y ellos se escondían, pero no importa cuanto los busque y que grite llorando llamándolos, ninguno respondía, seguí buscándolos, pero mi pequeño cuerpo no me lo permitió, yo estaba completamente congelado de frío, después de todo el tiempo que pase en la nieve buscándolos, hasta que de un momento a otro me fallaron las fuerzas de misl rodillas y caí en la nieve ya sin sentir mis piernas y brazos por el exceso de frío, ya ni lágrimas podían salir de mi, cuando sentí que se nublaba mi vistas sentí, como unos fuertes pero cálidos brazos, me cargaban y me envolvían en una piel grusa, haciendo que en mi cuerpo entrara algo de calor, solo pude preguntar por mis hermanos y antes de desmayarme, solo escuche - ellos se han ido. - y así fue como termine de perder el conocimiento.

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