La llegada del doctor Ángel .

Luna despertó temprano , hoy llegaría a casa el doctor Ángel . Ya había preparado una habitación de invitados para él , pero faltaba , poner la ropa de cama y algunas flores en un jarrón , quería que su estancia en la casa verde fuera agradable y que no deseara salir corriendo de allí , una persona que se siente agusto siempre da lo mejor de sí misma y eso era lo que Luna necesitaba .

Comenzó el día con mucho optimismo y energía , despertó a su padre y lo obligó a ducharse , ayudó a sus empleadas a preparar el desayuno y a poner la mesa . Mientras desayunaban , el doctor miraba con admiración a su hija , su pequeña era toda una campeona , había demostrado mucha más madurez que él mismo , además era realmente hermosa ¿ En qué momento creció tanto ? Pronto tendría un enamorado y se iría también, dejándolo completamente solo . Estos pensamientos hicieron que se deprimiera mucho más.

Pero Luna no le daba tregua , intentaba entretenerlo de cualquier manera , para que no volviera a encerrarse en sí mismo . Le trajo un montón de analíticas para que les echara un vistazo y le anotara en una libreta sus opiniones al respecto . Pero el hombre no estaba por la labor , su mente no podía concentrarse en nada de eso . Luna de momento, se conformaba con que estuviera duchado , vestido y sentado a la mesa , desayunando con ella , eso ya era un regalo de Dios . Le pidió que la acompañara al jardín y mientras él fingía leer un libro , ella cuidaba de sus adoradas plantitas .

Así fue transcurriendo el día , hasta que llegó el invitado . Nada más verlo entrar por la puerta , Arturo corrió a abrazarlo , lloró como nunca . Ese abrazo de su mejor amigo era lo que más había echado en falta .

Arturo - Ángel, amigo , Alma se fue y me dejó solo .

Ángel - ¿ Cómo que solo ? Yo te veo muy bien acompañado, mira esta preciosidad de niña que tenemos aquí .

Luna abrazó a Ángel y le dió la bienvenida, después se inventó una excusa para dejarlos solos . Cogió un par de libros de la biblioteca y corrió hacia su escondite secreto del bosque .

Era curioso , pero por primera vez no podía sumergirse totalmente en la lectura , ansiaba volver a ver a ese chico misterioso , pero por desgracia desde ese día no supo nada más de él .

Leo la había seguido hasta allí y la espiaba de lejos . Tenía la imperiosa necesidad de protegerla, aunque esto fuera un fastidio , solo deseaba que volviera pronto a su casa , para que él pudiera seguir con sus obligaciones . Pero la chica hoy estaba extraña , parecía buscar a alguien entre la espesura del bosque .

Leo se preguntaba que sería lo que buscaba , normalmente estaba inmersa en la lectura , ignorando todo a su alrededor , pero hoy estaba ansiosa por algo .

De repente se puso de pie , sacó una libreta y escribió algo , arrancó la hoja y la metió en una hendidura del árbol, donde siempre se sentaba . Después emprendió el camino de regreso a casa . Leo respiró aliviado , por fin se iba .

La siguió hasta que entró y cerró la puerta y él volvió corriendo a toda velocidad a ver que había escondido esa niña en el árbol . Sacó el papel y leyó

Para L . el chico misterioso del bosque . Se que estás cerca , noto tu presencia aunque no logro verte . Solo necesito saber que estas bien .

La muchacha de la casa verde .

Una sonrisa enorme se dibujó en su rostro , mientras su corazón latía con fuerza y sentía un cosquilleo extraño en el estómago.

Por un rato llegó a angustiarse , pensando que esperaba a otra persona , no sabía por qué algo así lo molestaba tanto .

Con la nota en la mano , se sentía el chico más afortunado del mundo . Estaba pensando en la respuesta , cuando su amarga realidad volvió para golpearlo . Lo más sensato era alejarse de ella , Luna , le importaba demasiado para exponerla al peligro que supone su malvado tío. Se llevó la nota , como si de un gran tesoro se tratara y fue a la taberna a cumplir su cometido .

Antes de entrar oyó una fuerte discusión entre el hombre al que venía a amenazar y una mujer . Se quedó esperando a que acabaran , para cumplir con su trabajo . Gritaban mucho , así que podía oírlo todo perfectamente . El hombre que al parecer es su esposo , le echaba en cara que estaban en esta situación por su culpa , que solo es una zorra que se vende por dinero y a la que no le importa nadie más que ella misma , que nisiquiera cuidaba de su propia hija y la tenía abandonada , que prácticamente le había entregado el negocio a ese asqueroso de su amante , esa basura de Jaime . La mujer era muy descarada , le decía que esa niña solo fue un anzuelo para atraparlo , pero que no había merecido la pena el esfuerzo , porque creía que tenía mucho mas dinero y mas hombría , pero que solo es un muerto de hambre y que ella se iba a largar y él podía meterse a la niña por donde le quepa . Sin más salió de allí , con unos tacones rojos y un vestido super ajustado y corto , del mismo color , se veía de lo más vulgar .

Leo quedó impactado al oir el llanto de la pequeña, rogando a su mamá que no los abandone . No tuvo valor para hacer su trabajo en ese momento , esa pobre gente ya tenía bastante con el desplante de esa bruja .

Este tipo de actos hacía que perdiera la fe en las mujeres, sobretodo las madres . Se supone que el instinto maternal te hace proteger a tus crias por encima de todo , pero la realidad pintaba diferente . Decidió irse a casa , quizás más tarde volviera por allí.

Le sorprendió que esa bruja también fuera en su misma dirección y que llamara a la puerta de su casa o mejor dicho , la de su tio . Esto no le gustaba nada , ahora cobraban sentido las palabras de ese hombre , el tal Jaime , el amante , era nada más y nada menos que su despreciable tío .