5.- ¡hola!.

Todos los días e recibido ramos enormes, me agrada, pero aún no se quien es, solo las iniciales B.D.L...

Hoy es mi día libre y quiero descansar, salir a comer fuera, me levanto y veo el reloj de la mesita de noche y es muy tarde me voy al baño dándome una larga ducha al salir, me pongo una hermosa falda y blusa, que la persona que me a dejado los ramos me dejó este regalo, me cambio, me maquillo y peino ya lista me doy un vistazo por el espejo y sí que le atino a mi talla por último me perfumo para salir de la casa para buscar donde desayunar.

Voy camino a bordo de un taxi y me dirijo al centro comercial, al llegar voy a comprar ropa y cosas para el departamento las horas pasan y siento que me siguen, pero no quiero ponerle atención a esa sensación, paso gran parte del día comprando, desayune en el mismo centro comercial, en mi reloj marcan las siete y ya voy de regreso a mi casa para darme un baño e ir a un restaurante que mis compañeras dicen que está deliciosa la comida después iré un rato al club para ver a Simone; en eso suena mi teléfono y contesto de inmediato.

📲 hola cariñi, ¿si vas a venir?.

📲 hola bebe, claro, solo iré al restaurante que me dijiste.

📲 ojala te gusté y prométeme que después iremos juntas.

📲 te lo prometo bebe, nos vemos en un rato.

📲 si cariñi, chao.

Al finalizar la llamada por fin ya estaba en casa y aprovecho para hacer un poco de limpieza, guardo y alistó la ropa, me doy ducha rápida, comienzo a arreglarme, hoy quiero ser el centro de atención, cuando termino me pongo de nuevo perfume, camino a la salida para tomar un taxi dure media hora en llegar.

Al bajar observo a lo lejos el restaurante que es un barco, camino por el puerto hasta llegar, en verdad está bellísimo paso por la barandilla, y de inmediato me llevan a una mesa, al sentarme todos los hombres me observan y eso me encanta porque cumplí mi cometido.

Llega el mesero, levanta mi orden y algunos minutos después ya viene con mi pedido, ceno con tranquilidad al terminar pago mi cuenta, al salir sin darme cuenta cruzo mi camino con un hombre que al verlo me quedo atontada y me tambaleo, pero el Dios griego me toma de la cintura.

— ¿estás bien?— lo veo sin pestañear.

— si, si, estoy bien gracias— me acomodo el vestido al separarme de él.

— le pido una disculpa por mi torpeza—(me sonríe)

— está bien, creo que también fue culpa mía, bueno me tengo que ir— al caminar por su costado sin querer rozamos nuestras manos.

Sigo mi camino, pero la sensación electrizante al sentir su toque aún no desaparece, tomo un taxi para ir al club al llegar lo primero que hago es saludar a mi gran amiga.

— ¡bebé!— grito al verla hasta abrazarnos.

— hola cariñi— nos separamos— ven siéntate aquí, espero disfrutes el show, te lo dedicaré todo a ti— asentí con una gran sonrisa en mis labios.

Nos despedimos y mientras yo me deleitaba con unas deliciosas bebidas sentí un ligero toque en mi hombro, cuando volteo veo al mismo hombre del restaurante sentándose a mi lado quedándome en shock.

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Al despertarme me doy una ducha para poderme cambiar e ir a la empresa, al llegar voy directo a mi oficina, reviso documentos pendientes, después de salir de una reunión con los accionistas pasan un par de horas hasta que salgo.

Estoy muy cansado al llegar a mi departamento voy directo a mi habitación me quito mi saco recostándome en el sofá y sin poder más con mi cansancio me quedo dormido.

Al despertarme veo mi reloj y ya casi son las ocho, me ducho rápido y me cambio, cuando estoy por salir, me llega un mensaje del detective que sigue a mi hermosa Azul diciéndome que está en el restaurante alta mar.

Así que sin dudar voy camino al restaurante, en este momento solo pienso en verla estacionó, al entrar la veo que viene sumergida en su celular y por Dios que bellísima se ve con ese vestido, cruzo mi camino en el de ella, sintiendo su cuerpo pegar en el mío y por fin puede tocar su hermosa cintura, al despedirnos rozo su mano sintiendo una corriente recorrer por mi brazo.

Mientras termino de cenar, hoy era la noche donde estaba completamente decidido a hablarle para tener más cercanía a ella, al terminar salgo y camino hasta mi auto, al llegar mis ansias por volver a oler esa exquisita fragancia me hace ponerme más nervioso.

Entro al club sin problemas pues ya soy cliente asiduo y lo soy, solo por ella, camino sin para de buscarla con la mirada y al verla sentada cerca de la pista sin más voy hacia ella toco su hombro mientras me siento mostrándole mi mejor sonrisa, ella solo me observa notándose su rostro de total sorpresa.

— hola hermosa ¿como estás?— me ve con ojos muy grandes.

— hola que coincidencia— me sonríe y solo asenti— ¿como te llamas?.

— más que coincidencia hermosa— tomó su mano dejando un beso sobre sus nudillos— me llamo Bruno y, ¿tú?.

— Azul Cataleya, pero solo llámame Azul o Cata— asentí muy sonriente.

Pedí una botella, la música comienza a sonar y un show nuevo empieza, las horas pasan y nuestra plática fluye demasiado bien, nos conocemos más, pero es momento que le diga que yo soy el hombre quien le a mandado los ramos de flores y los obsequios.

— Azul, ¿te puedo confesar algo?— asintió viéndome fijamente— yo soy quien te a mandado las flores.

— ¡wow!, por fin puedo a quien agradecerle— asentí ladeando un poco mi sonrisa.

Le toco su mejilla y ella muerde su labio y me encanta

— sabes, eres muy hermosa— con solo decirle eso sus mejillas se tiñen de rojo viéndose aun más hermosa.

Seguimos conversando y me dice del porqué está aquí hasta terminar preguntándome sobre mí y con solo eso puedo asegurar que tenemos mucha química, fluye tan natural que me encanta, la hora de partir a llegado, ya que las horas se nos fueron como agua ya eran las cuatro cuando la veo levantarse.

— Bruno ya es muy tarde y tengo que irme, me dio gusto conocerte— me deja un beso en y mejilla y la veo irse.

— ¡espera! — tomó su mano deteniéndola— ¿te puedo llevar? Claro si tú quieres.

— no quiero desviar tu camino— sólo niego acercándome a ella.

— para mi sería un placer, ¿anda que dices?— suspiro hasta asentir.

Caminamos a la par, la veo despedirse de una pelinegra y vuelve a mi lado salimos hasta llegar a mi auto, abro la puerta para que suba al estar adentro enciendo el motor de mi auto todo el camino fuimos conversando y una que otra vez e logrado que sonría ampliamente mostrándome esos bellos hoyuelos haciéndola más hermosa aún.

Estacionó frente a un edificio al abrir la puerta y antes de bajar lo primero que veo son ese par de hermosas piernas que tengo frente a mí, cuando estamos a una muy corta distancia no me resisto más tengo que besarla.

— disculpa por lo que haré— me ve con confusión.

— pero por q..— la interrumpo.

Y la beso al principio sus labios estaban estáticos hasta que después me siguió el ritmo poco a poco hasta volverse apasionado nos separamos por falta de aire hasta que ella solo me observa, mientras yo espero una bofetada, pero la cual nunca llego solo me sonreía creo que le a gustado y solo vuelvo a besarla sintiendo sus brazos sobre mi cuello y la pego más a mí.

— lo siento pero ne..— me pone su mano en mis labios.

— está bien Bruno— la brazo pegandola más a mi cuerpo— bueno nos vemos.

Comienza a caminar, pero la detengo— ¿puedo tener tu número?.

Voltea sonriéndome extiende su mano y le entregó mi teléfono la veo teclear hasta que escucho sonar su celular, se acera a mi entregándome mi celular.

— listo, así yo también tendré tu número guapo— me da un beso en la mejilla.

Sr aleja viéndola entrar al edificio, subo a mi auto, pero me quedo perdido en mis pensamientos, no puedo creer que nos besaramos, que tenga su número y recuerdo que aún no agrego el contacto al hacerlo de inmediato le mando un mensaje.

📩fue una noche extraordinaria al conocerte, descansa mi hermosa Cata, te mando besos.

Y sin esperar respuesta me fui a mi departamento.

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