Saliendo Con Mi Jefe
Mi nombre es Rousse, tengo 21 años, bastante joven pero con una vida de adulta, a los 15 años perdí a mis padres en un accidente, mi hermana de solo unos meses de vida y yo fuimos enviada a un orfanato, hasta donde se no tenemos familia en este país, vivimos en los Estados Unidos, pero mi padre y mi madre son Españoles, ellos nunca me contaron sobre mi familia, si estaban vivos o si querían saber de nosotras.
Mi hermana se llama Dalila, desde que entramos al orfanato hemos estado juntas en la misma habitación, a pesar de la diferencia de edad me dejaron junto a ella porque no se acostumbraba al lugar, al cumplir los 18 años tuve que dejar el orfanato y a mi hermana allí, soy muy joven, no tengo estabilidad y mucho menos un esposo para adoptarla y traerla conmigo, antes de salir de allí ellos se encargaron de buscarme trabajo y un pequeño apartamento que pudiese pagar con mis ingresos, pero decidí estudiar Administración de Empresas, para así poder trabajar en un lugar mejor y comprarme una casa para tener conmigo a Dalila, espero que me dejen adoptarla estando soltera, ni loca me quiero casar siendo tan joven.
Actualmente, estoy trabajando en una cafetería, pero necesito tener un mejor trabajo, el dinero que percibo aquí no me alcanza para cubrir mis gastos universitarios y del apartamento, por tal razón decidí hacer un curso online de secretaria, así podré optar por un mejor cargo, trabajar para una empresa y generar una mejor entrada de dinero.
Entro a la universidad en la mañana, y luego en la tarde entro a trabajar en la cafetería, me faltan cuatro semestres para graduarme, que rápido ha pasado el tiempo, y en las noches aprovecho para hacer el curso online con profesores que trabajan las 24 horas al día, ¡Qué genial!
Hoy hay visitas en el orfanato, así que salí temprano de la universidad, y me fui a una tienda cerca de dulces y peluches, le compre uno a Dalila junto con unos dulces para llevarle, la veo dos veces por semana, y a veces en día especial también me permiten verla, ya que todos allí saben que soy su hermana es más fácil.
Hay muchas personas que están en mi misma situación, crecen y dejan a sus hermanos más pequeños aquí, algunos son adoptados y separados de sus hermanos, deseo con todo mi corazón que nunca nadie adopte a Dalila quien ahora tiene 5 años, está en la edad que a las personas les gusta adoptar.
- ¡Dalila!
- ¡Rousse!
Corrió a abrazarme, la extraño tanto.
- Te extrañe mucho, mucho Dalila.
- Yo también hermana, ¿Vienes por mi? ¿Me puedo ir contigo?
Mi corazón se destruye cada que Dalila me hace esas preguntas, siempre que vengo me dice lo mismo, ella teme que alguien la adopte y que no sea yo.
- No Dalila, aún no puedo llevarte conmigo, debo tener un mejor trabajo y una casa para poder llevarte conmigo.
- ¡Rousse! ¿Por qué no te consigues un novio?
Me dice mientras se cruza de brazos.
- ¡Dalila! ¿Cómo me voy a buscar un novio ahora? Yo necesito trabajar primero para tener una casa y llevarte conmigo.
- Es un requisito para adoptarme ¿Acaso lo olvidas? ¿No me quieres adoptar? Hoy se llevaron a mi compañera de cuarto, pronto me llevarán a mi y no serás tu. Tu no me quieres llevar contigo Rousse.
- ¡Dalila!
Dalila sale corriendo con lágrimas en sus ojos de la sala de visitas y me deja sola con el corazón roto, ella tiene el mismo temor que yo, que alguien más la adopte, a pesar de que tiene 5 años guarda algo de rencor, han pasado tres años desde que yo me fui y le prometi que volvería por ella, que seríamos muy felices las dos, en aquel entonces ella tenía sólo dos años, pero guardo muy bien la promesa en su corazón y memoria.
No me dejó ni siquiera darle el regalo que le había traído, pero se lo dejé con una de las encargadas para que se lo dieran.
- ¿Otra vez pensó que venías por ella?
- Si, han pasado tres años desde que le prometi que la llevar la conmigo y aún no le he cumplido.
- Todo va a estar bien, se que estas haciendo todo lo posible para poder llevartela, se que te falta muy poco para terminar tu carrera, yo te voy a ayudar para que nadie se lleva a Dalila, serás tu quien se la lleve, no estará en un mejor lugar que con su hermana.
- Gracias Señora Carmen por ayudarme tanto.
- Siempre lo haré hija, ven dame ese regalo que yo me encargo de todo.
Le entrego el regalo y me voy, debo entrar a trabajar en la cafetería, siento ganas de irme a mi apartamento, las palabras de Dalila están en mi mente y corazón, pero tengo que trabajar para cumplir mi promesa de traerla conmigo, debo ser fuerte.
Mi turno en la cafetería empieza, me coloco mi delantal y empiezo a tomar los pedidos de los clientes que están en las mesas. La supervisora nota que estoy un poco distraída...
- ¡Rousse! ¿Te pasa algo? ¿Pasa algo con Dalila?
Katherin me habla, y yo salgo de mis pensamientos, ella sabe mi situación, es una gran amiga, me apoya y me aconseja de buena manera, ella tiene 35 años, son sólo algunos números, pero en realidad es experiencia de vida.
- Si, Dalila pensó hoy que iba a buscarla para traerla conmigo, pero al decirle que no se decepcionó, se fue llorando y me dijo que ya no me quería.
- Sabes que es sólo una niña, ella quiere estar contigo, yo se que te estas esforzando bastante por sacarla de ahí, y lo vas a lograr.
Una lágrima corrió por mi mejilla, Katherin me dio un abrazo, me alegra saber que tengo este tipo de amistades en mi vida, ya no sabría que hacer estando sola.
- Volveré a trabajar.
Dije y salí a tomar más pedidos, fui a una mesa donde estaba alguien muy apuesto, parecía trabajar para una empresa, ya que tenía un traje muy elegante y estaba reunido con otros hombres.
- Buenas tardes. ¿En qué los puedo ayudar?
- Por favor nos trae cuatros cafés negros.
- Me dice el más apuesto de todos.
- ¿Algo más?
- No, sólo eso, gracias.
Me fui hasta la máquina del café y prepare los cuatro cafés, y me dirijo hasta la mesa, le coloco el café a los tres hombres, y cuando voy a colocarle el café al más apuesto sin querer bote un poco de café y le cayó en su pantalón.
- ¡Ay Dios, no puede ser! ¿Te queme? Acá está una servilleta, yo te puedo limpiar el pantalón no te preocupes, si quiere yo se lo lavo a mano, debe ser muy caro esta pantalón, ¡Qué pena!
El tomo mi mano cuando estaba limpiando su pantalón, era una mano muy suave.
- Tranquila, no pasa nada.
- ¿Estas seguro?
- Si, no te preocupes.
Que pena, ya me quiero ir a mi apartamento, no puedo concentrarme desde que Dalila me dijo a aquellas palabras, Katherin se dio cuenta de todo, y me dijo que me retirará para que pudiera descansar, que ella se encargará de todo.
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Comments
maggi
👌🤩
2023-07-24
0
Janet Herrera
😂😂😂 suele pasar por querer limpier el pantalón terminan rosando al amiguito 🤭🤭
por lo menos fue amable VAAA bien 🙈😜
2022-11-04
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Ricmaris Velasquez
¡Hola! Gracias por leer mi historia♥️ Espero que te guste🤗🤗
2022-11-01
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