Mi demonio está feliz…

Adriana está nerviosa, sus manos sudan, sus ojos delatan su ansiedad por querer dar una buena impresión a la persona que la recibiría, ya que está oportunidad le permitiría tener un trabajo fijo, con habitación.

Suena el timbre y el portero se apresura a abrir la puerta.

— buenos días, joven

— bu-buenos días, señor- Adriana saluda mientras se acomoda el vestido- vengo a la entrevista de trabajo.

— pase por aquí, por favor

— (Dios mío cuantos lujos, tengo hasta miedo de tocar el suelo) - piensa Adriana mientras va camino al despacho.

— pase y siéntese, en unos minutos el ama de llaves la entrevistará

— muchas gracias- Adriana se sienta, sus manos están en sus rodillas y su rostro mirando sus manos para jugar con sus dedos, respirar profundo.

Reynaldo a su vez, observa lo nerviosa que está y lo vulnerable que se ve esa pequeña Joven— la maldita reacción me está matando *susurra,* eres algo especial jovencita, provocas algo en mí que jamás la había sentido- Reynaldo muerde sus labios sin dejar de verla desde su escondite.

En eso Adriana habla sola, pero más bien resa:

— Señor mío, por favor permita que logre este trabajo para tener un buen lugar para vivir, tener cómo sobrevivir mientras aprendo a vivir sola en la vida, una persona tan extraña como yo- se limpia sus lagrimas- solo espero que me ayudes a que nadie sepa mi problema, señor.

— (porque dice eso??) - reflexiona Reynaldo, mientras, escucha a Adriana orando.

— te agradezco que me cuides desde que salí del orfanato, te prometo que me esforzaré y daré lo mejor de mí, amén.

— (es tan inocente) - y será solo mía esa indefensa presa * susurra *

Cruz, el ama de llaves llega y se disculpa por la tardanza- (nunca creí que la tendría frente a mí, que feliz me hace verla por fin)— gracias por venir y no estes nerviosa, en realidad no te voy a entrevistar, sino que el señor de la casa autorizó que te contraté y solo debes ver unos focumentos, pero ya es una formalidad, cuando terminen yo te llevo a tu habitación.

— no le miento, si estoy nerviosa- sonríe nerviosa

— no Adriana, tranquila, es solo formalidad- responde Cruz

— Gracias- Adriana la abraza- perdón es que me siento feliz por esta oportunidad

— no importa- sonriéndole- hace mucho que no sentía un abrazo y gracias

— muchas gracias, le prometo que aprenderé rápido

— estaré para enseñarte todo y tu área de trabajo

— bien

— quiero que firmes estos documentos y me esperes afuera un minuto por favor

— si claro - Ella firma los documentos y sale para esperar fuera del despacho

— señor ya todo está listo- dice Cris a Reynaldo que sale de su escondite.

— muy bien, pero ahora quiero que envíes a Adriana con un chofer a buscar sus cosas para que se mude hoy mismo.

— si señor- Cruz sonríe al ver la sonrisa de Reynaldo

— habitarás la habitación que está detrás de mi habitación privada y así ella además de ti, tenga esa ocupación cuando no puedas, también puede usar las escaleras privadas  para entrar y salir de su habitación y así evitar a Jody, ella no soporta a una jovencita tan hermosa en la casa

— Gracias, señor, ya me ha faltado una mano, ahora mismo le diré que vaya y le mostraré lo demás, me retiro, pero Rey, espero que Adriana deje esos nervios pronto.

Reynaldo tenía muchos pensamientos impuros con Adriana y a la vez su demonio interno se sentía como cuando recibiría un juguete nuevo- Eres la candidata para que veas mi lado preferido- susurra al caminar al auto.

Adriana estaba saltando de felicidad, los nervios se unieron a la alegría de tener un empleo de ese nivel. No sabía cómo calmarse.

El chofer tenía la orden de ayudar a Adriana en todo para su traslado.

Al llegar a la casa Cruz el Ama de llaves le muestra cómo llegar a su habitación y así instalar sus pocas posesiones.

Adriana entra a su habitación y ve una habitación enorme, cama, televisor, aire acondicionado, una hermosa lámpara que adorna, dos sillones, una peinadora con un hermoso espejo.

Ella no puede cerrar la boca del asombro, su closet está con ropa, uniformes y batas e igual forma saldrías y zapatos para trabajar.

Sigue mirando y camina hasta su enorme baño privado que tenía de todo hasta el closet de las toallas estaba lleno.

Adriana va hasta su cama y rompe a llorar.

Se sentía tan agradecida que no se creía que debía ser real o merecedora de tanta dicha.

La señora Cruz , le dijo que el día de hoy podía descansar y comer tanto como ella desee, ya que, mañana debe estar lista a las 6 AM para iniciar las labores y lo que debe hacer como su trabajo.

Reynaldo desde su oficina está viendo todo lo que Adriana hace a través de su celular.

Todas las habitaciones tienen cámaras y micrófonos ocultos y otras, pero a él solo le interesa ver la de Adriana por ahora.

Reynaldo sabe todo lo que se mueve en su casa y sus autos.

Tontos aquellos que consideran que pueden hacer algo a sus espaldas.

Los empleados desaparecen y nadie sabe nada.

— Adriana, eres mía- sonríe y saborea sus labios- Reynaldo observa a su bella Adriana.

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