capítulo 2: “la presa y el cazador "

Fausto llega en un abrir y cerrar de ojos, gracias a unos de sus poderes, que es usar a las sombras para transportarse a otro lugares, mayormente los vampiros utilizan eso para moverse de un lado hacia otro más rápido y sigiloso. Este es su palacio de la noche eterna, un lugar donde solo los más poderosos de la jerarquía vampiresa viven ahí.

Por supuesto que el rey llega a una parte específica que es adentro de su habitación, deja a Teresa en el medio de la inmensa cama. Esta empieza a llorar al no sentir el tacto del vampiro. Fausto mira sin sentimientos.

— que mocosa tan ruidosa...— se gira y habla al vacío de su habitación — quien sea que esté ahí, hazte presente.

Un pie, seguido de un cuerpo completo sale de las sombras de la esquina de dicha habitación. Un hombre vestido elegantemente, pues era unos de los sirvientes personal del rey.

— ¿Mandó a llamar, mi señor?

— Alejandro, llévate a esa niña, dale de comer para que se quede en silencio. Por ahora la quiero fuera de mi vista.

— como ordene...— el sirviente toma a la pequeña y la carga en su hombro mirando hacia atrás, Teresa abrió completamente los ojos mostrando su color tan hermoso, ámbar con un toque brillante, el rey miro fijamente ante ese brillo mientras que las lágrimas salían de ella. Puede mostrarse de piedra por dentro y por fuera, pero no pudo evitar sentir una pequeña pulsada en su pecho, decidiendo así ver a otro lado a la vez que la criatura se alejaba entre sollozos.

Los vampiros regresaban de su noche de festín. Lo de alto rango que vivían en el castillo llegan a la morada de la noche eterna. Algunos de ellos entran más allá y sin importar lo inmenso que era el lugar, el llanto de un bebé resonaba con el eco del palacio...

— ¿Que diablos es eso?... Parece un bebé.

— es un bebé, Idiota.

— cállense ustedes dos. Ahora no te estoy para soportar a un bebé... Quién sea el que haya traído a ese ser inferior se la verá conmigo...— un escalofríos traspasa el cuerpo del individuo que comentó esa amenaza, ya que una sombra emergue a sus espaldas dejando en claro que era el rey que apareció de repente.

— ya veo... Así que quieres que despegue tu cabeza de un solo jalón de tu cuerpo ¿O, no?Roma...

— s-su majestad... Yo...— los otros dos se arrodillan de inmediato, Roma mira a los lados y ve el gesto que sus compañeros hicieron, en menos de un segundo el también aplica el mismo respeto.

— a partir de ahora, la criatura humana se quedará bajo mi mando, no quiero que la toquen ni mucho menos intenten robar su sangre. Quién se atreva eso no tendrá una muerte piadosa. Quiero que rieguen la información ante todos en el castillo y el reino entero, deseo que sepan que la humana Teresa me pertenece y que estarán con nosotros desde ahora... ¿Entendido?

Los tres responden atentamente— ¡Sí!

Y mientras que el rey autorizaba la nueva ley de este imperio, otro aún no le habían llegado el mensaje de él.

— Claudia, espera...

— no, ya no aguanto más ese llanto insoportable. Lleva toda la noche con ese problema. No me importa qué la haya traído el rey, yo soy su amante y tengo más prioridad que ese humano.

Claudia, concubina del rey, junto a su dama de compañía. Ambas entran en la recámara de Teresa que lloraba sin consuelo, Alejandro no se encontraba puesto que fue a buscar algo para calmar a la pequeña. La niña estaba en su corral.

— ¿Es esta la criatura?...— Claudia mueve su nariz — huele delicioso...— ella saca sus colmillos afilado y su vista se posa en el pequeño cuello de la bebé, sin embargo, la vampira hace un gesto de dolor con asombro con su voz, puesto que una mano atravesaba su pecho desde su espalda. Ella gira su cabeza lentamente y mira encima de su hombro...— m-mi señor...

— como te atreves, Claudia... ¿Acaso el tiempo que la has pasado a mí lado no entendiste que no tolero que toquen lo mío?...— saca su mano ensangrentada y el cuerpo de esa mujer se desploma.

La vampiresa no morirá, solo agoniza y al menos de que no beba sangre no sanará la herida. Su dama de compañía se va a su lado eh implora para que no la mate.

— solo sácala de mi vista y váyanse...— Fausto se limpia la mano con un pañuelo que había en el corral, la dama carga a su señora y la saca de la habitación. Una ligera risa se escucha de parte de Teresa, seguido de una carcajada de bebé.

Fausto miró ese gesto de ella. Parecía feliz de presenciar una escena horripilante. O... Estaba feliz de nuevamente ver al vampiro. Esas dos ideas se cruzaron en la mente de él. Sin más, el la carga. Se dió cuenta que solo con el, ella se mantenía en serenidad.

— no te encariñes conmigo. Teresa. Dentro de unos años tu sangre será mía y la presa no puede querer a su cazador...— ella sonríe dulcemente ante esa declaración.

gracias por leer 😁 una historia original de

Más populares

Comments

Eli

Eli

o el cazador saldrá cazado por la presa

2023-10-14

13

🤗Finita💖💫🇲🇽

🤗Finita💖💫🇲🇽

Que bonito.

2023-10-04

0

Andre

Andre

Jajajaja yo creo que Teresa va a ser tu Tua Cantante y si no lo es igual te va a tocar el corazón si es que ya no lo hizo 🤔🤔🤔

2023-01-28

0

Total

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play