Ochos años después en un internado en la ciudad de Toulon, Francia…
- Los chicos son excepcionales, tal como se esperaría de los herederos de las casas Sakaguchi y Egorov, decía un hombre mayor de modales mesurados y cabello completamente cano a la hermosa mujer que se encontraba sentada frente revisando atentamente los expedientes académicos de sus dos hijos.
- Por lo que veo, fueron un poco revoltosos… dijo enarcando una ceja.
- Nada fuera de lo normal para dos jóvenes inteligentes y sobresalientes. Sé que les había pedido que no resaltaran mucho que se confundieran entre la multitud, pero realmente no era posible… el hombre sonreía, como explicarle poseen inteligencia, son agudos y temerarios. Caleb es un líder nato, un tanto frío y distante, pero justo y honorable. Mientras Joshua es una bala perdida, en este momento vio la expresión de la mujer y continuo, no me malentienda, Joshua es temerario y leal, tiene algo que hace que la gente confié ciegamente en él y es lo suficientemente hábil para sacar ventaja de eso.
- Entonces no hay ningún problema con eso, director Dupuys… la mujer dejo los expedientes sobre el escritorio. Ambos sabemos que mis hijos tienen muchos enemigos y si quieren recuperar lo que les pertenece deben ser implacables.
- Es así mi Señora, afirmo el hombre mientras se levantaba de su asiento y buscaba un encendedor. Tomo las carpetas y las tiro en la chimenea mientras continuaba hablando:
- Mande a llamar los muchachos, desde el punto de vista académico recibieron la mejor preparación posible y excedieron mis expectativas. Crecieron sanos y fuertes, tienen habilidades físicas y mentales.
Reviso en un estante y saco una botella de licor, rociando las carpetas y luego, tomando un encendedor comenzó a prender una llama que poco a poco fue consumiendo el contenido de los expedientes.
- Ante las autoridades, ellos nunca han estado en este internado, ante sus profesores y compañeros solo fueron una par de huérfanos que fueron becados y acogidos por esta institución. El único cabo suelto soy yo, por lo que mi señora presento delante de usted mi vida, dijo el anciano caballero arrodillándose delante de la hermosa mujer.
Ella lo observo con ojos inexpresivos, mientras el anciano continuaba,
- Mi mayor satisfacción fue poder preparar a los hijos de Boris Egorov, mi deuda con el no puede ser pagada sino solamente derramando mi sangre por ellos. A él no le importo arriesgar su vida por salvar a mi hijo y aunque no lo consiguió, derramo su sangre al rescatar su cuerpo para que yo pudiera darle un entierro apropiado y honorable, eso… lloro el hombre, es algo que jamás podre recompensar.
- Levanta Gerard, le dijo la mujer con una leve sonrisa. En verdad crees que yo tomaría tu vida? Negó con su cabeza mientras continuaba, mi difunto esposo valoraba la amistad de tu familia, Henry era como un hermano para él y a ti te consideraba como un padre. Para mí no eres un simple cabo suelto y tampoco deseo ver tu sangre derramada. Si llegaran a tocar tu puerta diles que recibiste a los herederos Egorov. Sobre Joshua diles la verdad de su origen, que poco después de su muerte encontré en Camboya a una mujer que era la amante de Boris, ella estaba agonizando y por eso, a pesar de temer por la vida de su hijo lo entrego bajo mi cuidado. Diles que fue providencial porque mi querido Caleb después de la muerte de su amado padre, su tía y su prima perdió los deseos de vivir y al encontrar a este pequeño hermano poco a poco recupero el deseo de vivir.
El anciano hombre se levantó y asintió con su cabeza. Fueron interrumpidos ante un toque a la puerta. El anciano la vio inquisitivamente y se acercó a la puerta para abrirla encontrándose frente a él a dos jóvenes:
- Director Dupuys… nos avisaron que nos solicitaban, pero llevamos cerca de 5 minutos esperando a su secretaria para que nos anuncie, decía Caleb con la calma que lo caracterizaba.
- Pero la vida es muy corta mi anciano amigo, interrumpió burlón Joshua. A lo que Caleb negó con su cabeza mientras disimulaba una sonrisa de lado ante su irreverente hermano. Joshua bostezaba y estiraba sus brazos mientras se sacudía la flojera.
- Cualquiera diría que los dormitorios del internado no son lo suficientemente cómodos joven Joshua? Pregunto el anciano riendo ante el conocimiento que la madre de los jóvenes se encontraba en la oficina y el solo buscaba que ella observara la relación de este par.
- Más cómoda es la compañía de una preciosa rubia que vive por aquí cerca, contesto Joshua con total desparpajo mientras soltaba otro sonoro bostezo mientras Caleb le daba una palmada en la parte de atrás de su cabeza, correctivo hermano!
- Pero, que…? Volteo Joshua.
- Hasta cuando vas a continuar faltando el respeto al Director Dupuys… además, con total descaro reconoces que anoche en vez de estar en el dormitorio una vez más te escapaste con una fulana… cuando sabes muy bien que por eso te pueden expulsar y eso no haría feliz a madre… lo has pensado?
- Oppss… tartamudeo Joshua… emmm! Carraspeo un poco y realizo una reverencia formal ante el anciano que trataba de contener sus carcajadas. Dentro de la oficina Esther sonreía mientras negaba con su cabeza.
- Director Dupuys ofrezco mis más sinceras disculpas por mi insolencia, estoy dispuesto a limpiar las aulas, lavar los baños, limpiar la cocina… lo que sea como compensación… pero por favor no se lo diga a madre.
- Ya basta ustedes dos y por favor, sigan a la oficina. Nada de eso será necesario joven Joshua y menos cuando se que el que te enseño a burlar la seguridad del internado fue tu hermano Caleb. Joshua abrió los ojos sorprendido y rápidamente negó:
- No Director, mi hermano no tiene nada que ver con mis escapadas nocturnas…
El anciano estaba de espaldas a los jóvenes y veía la cara de satisfacción de su madre:
- Como bien dices joven Joshua, la vida es muy corta para desperdiciarla… terminen de pasar de una buena vez y cierren esa puerta.
Los jóvenes al entrar en la oficina y observarla con detenimiento se dieron cuenta de la presencia de su madre, Joshua con su efusividad natural corrió a los brazos de su madre y la beso. Caleb se mantuvo unos pasos por detrás de él y un poco más solemne abrazo a su madre y también la beso.
- Amados hijos ya es el momento de que continúen su preparación. Caleb estas por cumplir los 20 años, mientras tu Joshua tienes 18. Despídanse de sus amigos, preparen sus maletas y en un par de horas mala madre vendrá por ustedes.
Caleb asintió, mientras Joshua dibujaba una gran sonrisa en su rostro mientras chocaba el puño de su mano izquierda con la palma de la mano derecha:
- Yes!, se rio. Pronto nos veremos tío mala madre.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 83 Episodes
Comments