Me Vengaré De Quien Me Lastimó

Me Vengaré De Quien Me Lastimó

El asesinato

Julia Miller fue una actriz muy dedicada, pero el día en que reconocieron su potencial e iba a encontrarse con un famoso director fue asesinada, ¿Habrá sido él quien la mató?

Despertó en un cuerpo diferente, siendo una persona diferente, ¿podrá vengarse y descubrir a su asesino?

Capítulo 1: El asesinato

En el reconocido hotel Sol de Medianoche en la ciudad L, se celebraba un gran banquete luego de la premiación de la película “Encantos en el cielo”, la cual había ganado múltiples premios, entre ellos la mejor actriz secundaria. Julia Miller había estado haciendo su mejor esfuerzo, pese a tener talento no había ayudado que sus papeles fuesen opacados por actrices con gran trayectoria, es por eso que la sorprendió cuando en el último evento fue premiada por su gran actuación, desde ahí muchos cibernautas comenzaron a buscar sus otras películas y en tiempo record su nombre era tendencia. Habían salido muchos clips de sus mejores escenas y fue cuando miles de fans comenzaron a preguntar el por qué no se le había premiado antes.

Se sentía en la gloria, al fin comenzaban a verse los frutos de todo su esfuerzo, noches completas sin dormir mientras repasaba los guiones una y otra vez, o cuando se quedaba sin voz al gritar para que las escenas desgarradoras fueran lo suficientemente creíbles. Se había esforzado tanto para llegar hasta donde estaba. Esa noche muchos directores reconocidos estarían en el banquete al cual se dirigía, así que iba con la mejor actitud para ampliar sus conexiones dentro de la industria del entretenimiento.

Al llegar al lugar se miró al espejo que había en la recepción, su precioso cabello rubio atado en un moño elegante, sus ojos de un verde claro precioso iban maquillados perfectamente, sus labios llevaban un sensual rojo que llamaba la atención ante el sobrio color negro del elegante vestido que llevaba, el cual se pegaba a su cuerpo como una segunda piel. El escote de su vestido llamaba la atención al realzar de forma maravillosa sus senos, una sonrisa ladina se extendió por su cara, con la frente en alto entró al gran salón donde una horda de periodistas tomaba fotos sin cesar, dio sus mejores ángulos y siguió al lugar donde se llevaría a cabo el cóctel.

Se paseó por el recinto saludando a colegas y conversando con representantes y personas importantes. Luego de unas dos horas donde socializó y paseó por el lugar, salió al balcón sofocada por la atención, mirando el cielo sonrió, esto era lo que amaba

—¡Perdón! No me percaté de que estaba ocupado—Julia giró su rostro, frente a ella un hombre guapo y con un elegante traje había llegado a su lado, le llamó la atención el precioso broche que colgaba del bolsillo de la chaqueta

—No hay problema, ya debería volver—Antes de salir el hombre la tomó del brazo de manera gentil

—Julia Miller, debo decir que estoy interesado en trabajar contigo—Ella lo miró con ojos grandes e impacientes

—Debería saber su nombre si quiere una colaboración, ¿no lo cree? —Julia le sonrió de manera altanera, ya que, sus esfuerzos estaban siendo reconocidos sabía que muchos directores y representantes querrían aprovecharse de la nueva estrella, así que no debía mostrarse débil

—Cierto, mi nombre es Vael Asdil—al oír el nombre Julia se quedó quieta, y la sonrisa que tenía desapareció inmediatamente, él era el directo más joven y talentoso de la industria, pues a sus 25 años había sido galardonado con premios por su dirección y actuación. Había comenzado su carrera a una edad temprana actuando en dramas y películas que fueron famosas gracias a su magnífica interpretación, su mirada cambió a admiración en un par de segundos

—Director Asdil, estoy honrada al saber que le interesa trabajar conmigo—luego de las presentaciones se embarcaron en una larga conversación sobre las posibilidades de trabajar juntos, ensimismados en eso no se percataron del tiempo, cuando estaban volviendo al evento una mesera que parecía estar buscándolos se acercó a ellos con una bandeja que llevaba dos copas de champagne

—Señor Asdil, Señorita Miller, sus bebidas—Las ofreció de manera respetuosa y se les quedó mirando fijamente, ambos no le tomaron gran importancia, ya que, eran celebridades y muchas personas solían quedar encandiladas al verlos. Al tomar las copas ambos se miraron y brindaron por la nueva colaboración con una sonrisa genuina. La camarera los siguió con la mirada mientras una sonrisa macabra surcaba su cara, levantó su mano derecha y le habló al pequeño dispositivo en su muñeca

—Está hecho—Volvió a sonreír al tiempo que se mezclaba en la multitud.

Luego de media hora después de haber bebido el champagne, en la que Julia siguió hablando con Vael, comenzó a sentirse extraña, estaba un poco mareada y se sentía inusualmente acalorada, se disculpó con el director Asdil y se encaminó al baño, extrañamente el pasillo parecía estar vacío, con tantas personas era muy raro que fuese así, se apoyó en la pared a medida que su vista comenzaba a ser borrosa, comenzó a respirar agitada y estuvo a punto de caer cuando sintió que alguien la alzaba en brazos

—Te tengo—La voz ronca le sonó lejana, sintió sus párpados pesados y sin poder evitarlo cerró sus ojos.

Cuando recuperó la conciencia, su cabeza estaba adolorida, fue a levantarse, pero no pudo, tenía sus manos y pies encadenados, frenéticamente levantó la cabeza y comenzó a mirar alrededor, un hombre se paró en la cama junto a ella

—¿QUIEN ERES? ¿QUE QUIERES DE MI? — Desesperada trató de obtener alguna información, pero el tipo no dijo nada, trató de verle la cara, pero las luces de la habitación eran demasiado tenues como para que eso lograra ayudarla, trató de levantar sus manos para agarrar al sujeto y obligarlo a revelar su rostro, pero las cadenas no se lo permitieron, el hombre soltó una risa sardónica y ella no podía hacer nada, de pronto algo brillante en el traje le llamó la atención, era un broche, un broche que ya había visto antes, comenzó a hacer memoria rápidamente, y sus ojos se agrandaron cuando recordó a quién se lo había visto—¿¡VAEL!? —gritó su nombre de manera frenética y la persona frente a ella rió con placer—¿¡QUE HACES!? ¡QUE QUIERES! —Esta vez el hombre rasgó con fuerza su vestido—¡DEJAME! SI LO HACES AHORA NO DIRE NADA—Un golpe en su rostro fue la respuesta, con el labio partido y temblando ella le suplicó—por favor—su voz temblorosa no volvió a salir, pues fue callada cuando le apretaron la garganta, la tomó y bruscamente la giró sobre la cama, ella quedó en una posición extraña, pues sus brazos y piernas seguían encadenados, el hombre sobre ella tomó con ambas manos y arrastró lo poco de vestido que quedaba llevándose consigo la ropa interior hecha jirones, Julia temblaba sin poder evitarlo, lágrimas caían de sus ojos y ella suplicaba a gritos que no siguiera, sus súplicas fueron reemplazadas por gritos de dolor cuando él le golpeó la espalda desnuda, Julia no sabía qué estaba utilizando pero dolía horrores, otro golpe sobre su espalda y estaba segura de que comenzaría a sangrar, pues esta vez utilizó algo con filo, de pronto el hombre se subió sobre ella y con una tela le cubrió los ojos, ella solo escuchaba la risa complacida de su parte, luego de atarle la venda hundió su cabeza sobre la almohada ahogándola, ella solo podía tratar de gritar pero en el fondo sabía que no sería escuchada, antes de que pudiera perder la consciencia él dejó de hacer presión, se bajó de ella y volvió a golpearla. Julia no sabe cuánto tiempo pasó, pero estaba segura de que habían sido horas, escuchó gemidos y sonidos de placer que él emitía cada vez que la golpeaba, después de la primera media hora, entendió que a ese sujeto le excitaba el sufrimiento ajeno. Cuando ya se encontraba sin fuerzas y herida de pies a cabeza sintió como él desataba las cadenas y la arrastró sacándola de la cama, sonrió pensando que la tortura había terminado, pero no fue así, de alguna manera supo que estaba siendo trasladada, del lugar donde estaba hasta otro, escuchaba un par de voces, pero se les hacían tan lejanas que no comprendía lo que decían. Se alegró cuando sintió una cama mullida bajo ella, pero su felicidad acabó cuando notó el peso de otra persona sobre su cuerpo, una persona que jadeaba y se estremecía de solo tocar su piel

—Esta será la última vez hoy, no te sobrepases—Fue lo único que escuchó con claridad, ¿era la voz de una mujer? Se le hizo bastante conocida, pero en ese preciso momento no podía pensar de dónde. Trató de abrir sus ojos, pero estaban tan hinchados por los golpes que le era imposible, el resoplido del hombre sobre ella le indició que se trataba del mismo maldito de antes. Vael Asdil era un asqueroso bastardo con gustos sexuales extraños, no pudo seguir reflexionando sobre eso porque sintió como él se abrió paso en su interior de manera brusca, quiso gritar nuevamente, pero sentía que no le quedaban fuerzas, de sus ojos volvían a caer lágrimas mientras en su último intento suplicó con un hilillo de voz

—B-basta… T-te lo r-ruego—un resoplido enojado fue la respuesta que obtuvo y mientras él se movía en su interior con deleite, sus manos se dirigieron a su cuello, apretaba con cada embestida y cuando se sintió llegar al éxtasis cerró el paso de aire completamente, fue en ese momento que Julia Miller soltó su último aliento.

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Comments

Maria Carolina montiel

Maria Carolina montiel

q bendito hombre para no decir malas palabras es un depravado loco sexual psicótico

2023-04-15

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