[+18] Egoísmo

Gomer se deshacía en gemidos.

Veikko lentamente desabrochó los botones de la camisa de seda que anteriormente le había puesto al Omega hasta que la dejo caer a un costado. Vió por primera vez el abdomen plano y decorado con unos pezones rosados. Cintura estrecha y piel blanquecina.

¿Es lo correcto?, pensó Veikko al entrar un poco en razón pero cuando Gomer lo atacó en un beso y liberando más feromonas se olvidó de su duda.

—Te amo tanto —dijo Veikko al ver que Gomer pasaba sus delicadas manos por debajo de su remera.

El Omega arrastró el doblado de la remera hasta que llegó al cuello del Alfa y este accionó sacándose la remera. El Omega marco a Veikko como este lo había hecho antes con chupetones más pequeños.

Veikko elevó de nuevo a Gomer y lo acostó con delicadeza sobre la cama.

—Siempre me he preguntado cómo sería amarte de esta forma —confesó Veikko—. Voy a disfrutar mucho averiguarlo —añadió con acento ronco y seductor.

El Alfa comenzó a acariciar los botones rosados duros e hinchados del menor con sus manos. Luego, acercó sus labios al pecho de Gomer y empezó a lamerle el botón rosado derecho con lengüetazos lentos y rítmicos que le mojaban la piel. Los pezones se les pusieron aún más duros, el Alfa siguió tocando el otro pezón suavemente con sus pulgares.

Instintivamente, Gomer le agarró la parte de atrás de la cabeza para sujetarlo contra su pecho, con la espalda arqueada y jadeando mientras la excitación avanzaba como un río de fuego entre sus muslos. Lo mojaba hasta dejarlo caliente y palpitante.

El Alfa pasó a succionar el otro pezón, lamiendo y mordiendo con afán mientras con la mano le pellizcaba y acariciaba el otro.

El Omega estaba más excitado que nunca. Explotaría en mil pedazos si Veikko seguía con ese ritmo.

El Alfa aumentó la intensidad de sus lengüetazos, y pasó a acariciarle la espada.

Recorrió el camino del abdomen de Gomer con sus labios hasta chocar con el boxer que retiró con tranquilidad, lo que provocó que pudiera llegar al miembro del menor que introdujo entre sus labios.

No paso mucho tiempo cuando el Omega sintió un placer intenso entre los muslos, que rápidamente se extendió por todo su cuerpo como fieras llamaradas, y creó un arco perfecto mientras alcanzaba un clímax intenso, infinito, que se liberó en los labios del Alfa.

Veikko giro la cadera de Gomer lo suficiente para tener acceso a su entrada. Paso su lengua suavemente al principio pero cuando los gemidos de Gomer fueron en aumento se volvió más intenso hasta decidió poner su primer dedo dentro del Omega.

Gomer soltó un pequeño quejido por la intromisión. Veikko se dió cuenta de esto por lo que fue un poco más despacio con el pequeño Omega.

—Todo va a estar bien, pequeño mío.

El Alfa se enderezó para liberarse de sus prendas faltantes, vió la piel de Gomer que es tan blanca como la nieve, todo marcado de besos. Además, la postura en la cama, ligeramente ladeada, con una mano descansando sobre el muslo y las piernas un poco recogidas, le pareció muy provocativa. Pero lo que resaltó fue la sonrisa de satisfacción y la mirada de deseo que le daba.

—Eres hermoso —murmuró con dulzura.

Veikko volvió a estimular a Gomer con sus dedos besando cada parte de su cuerpo.

Gomer tomó a Veikko y lo acostó al lado suyo. Se subió encima del Alfa y siguió el mismo camino que Veikko antes pero ahora en el abdomen del Alfa.

Entonces lo miró. Tenía un miembro grande, duro y maravilloso. Inmediatamente agachó la cabeza y empezó a jugar con la boca, con los labios y la lengua, sintiéndose más valiente y poderoso al escuchar sus gemidos de placer del Alfa.

El Alfa le puso las manos en los hombros del Omega, como si le rogara que no dejará de acariciarlo con su lengua, de tocarlo y besarlo.

Poco a poco sus gemidos se volvieron más roncos, más jadeantes, y Gomer se deleitó con el placer del Alfa como si fuera propio.

Jamás se había sentido nada igual; tan desinhibido, tan libre de expresar el disfrute con el cuerpo de un Alfa.

Nunca había estado en «celo» antes.

El Alfa tenía un cuerpo que se adapta perfectamente al del Omega, su piel era como la seda, sus hombros anchos, su estómago plano, sus muslos marcados. Era perfecto para proteger y amar al hermoso Omega.

—iBasta, pequeño! —gimió con desesperación—.

Si sigues así pronto llegaré al clímax.

Gomer sonrió y se incorporó para dejar que el Alfa siguieron con lo que estaba haciendo antes de que él lo interrumpiera.

Veikko llevó la mano a la cabeza del Omega y le acarició las mejillas sonrojadas.

¿Está bien lo que estoy haciendo?, se preguntó mentalmente Veikko.

El Alfa al verlo con esa sonrisa tan encantadora y mirarlo con esos ojos llenos de deseo no pudo más con sus dudas.

Entonces se inclinó y empezó a besarle el pequeño miembro, continuó por sus muslos y le metió la lengua en su entrada para luego remplazarlo con sus dedos.

Gomer se sintió desfallecer con las oleadas de placer que recorrían su cuerpo, placer que se volvió rígida tensión al sentir que estaba a punto de alcanzar el clímax de nuevo pero está vez por los dedos de Veikko.

Pero el Omega quería más, quería a Veikko dentro de él.

Veikko seguía con sus dudas a pesar de olvidarlas.

Gomer acostó a Veikko y se subió a horcarjadas sobre él. El Omega gimió con fuerza cuando el miembro formidable del Alfa se introdujo en aquel lugar secreto entre sus piernas.

Veikko se quedó quieto unos momentos para que su Omega se acostumbrará, disfrutando del placer de estar dentro del Omega. Cuando sintió que Gomer movía sus caderas, puso debajo suyo a Gomer.

Al Alfa nunca le gusto verlo llorar pero en ese momento verlo así le provocó cierta pérdida de control.

Quiero marcarlo, pensó el Alfa.

Se movió despacio, sabiendo que el placer que había sentido no era nada en comparación con el que iba a sentir.

La intensidad de las sensaciones aumentó, se hizo más fuerte, hasta que Veikko no estuvo seguro de si podría seguir dominándose. Empezó a embestirlo hasta el fondo, suavemente, alentado por los suaves gemidos del pequeño Omega.

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play