Egoísmo

Irving atrajo hacia él a su Omega. —Cariño, si no te sientes a gusto solo lo haré volver con su madre y le daré más dinero.

Agostinho se sintió herido. “Nada más ese es tu esfuerzo por mantenerme cerca de ti, solamente porque ese Omega no me quiere cerca me desechas tan fácil”, creyó Agostinho.

Irving atrajo hacia él a su Omega. —Cariño, si no te sientes a gusto solo lo haré volver con su madre y le daré más dinero.

Agostinho los miró con tristeza. "Sólo ese es tu esfuerzo por mantenerme cerca de tí, solo porque ese Omega no me quiere cerca me deshechas tan fácil", pensó Agostinho.

Alex le dirigió una mirada furiosa.

—¡Sabes muy bien que no es eso! —dijo Alex y respiró hondo para tranquilizarse--. Veikko no es tu hijo y aún así lo haz criado con tanto amor...

--Veikko es mi hijo y solo mío —dijo Irving mirando a Alex con determinación--. Yo lo crié.

Alex suspiró.

--Yo puedo hacer lo mismo por Agostinho pero quiero respuestas. Quiero que me asegures que ella no...

El Alfa entendió su preocupación.

--Elzė me dijo que Agostinho quería vivir conmigo y que no podía detenerlo por lo que lo dejaría ir --dijo el Alfa con voz apacible--. No es cosa de ella.

--Solo necesitaba eso, una explicación --dijo Alex abrazando a Irving--. No quiero que nos haga daño nuevamente.

Irving lo recibió en brazos y le susurró en el oído--: Todo estará bien, ella ya no tiene el apoyo de sus padres.

--No quiero que Elzė dañe a mi hijo nuevamente --murmuró Alex a punto de quebrarse--, no soportaría volver a pasar por eso nuevamente.

Agostinho se sorprendió por la información. "¿Mi madre daño al hijo de ese Omega? Así de importante es Veikko. Creí que al ser el hijo de otro mi padre lo odiaría", pensó Agostinho.

Irving abrazo con fuerza a Alex.

--No dejaré que eso pase. Ella jamás volverá a meterse con nuestro hijo --dijo el Alfa enfatizando las últimas palabras--. Nuestro, Veikko es nuestro hijo.

Alex sonrió con amor y devoción. Irving vió su sonrisa esa sonrisa que él creo a base de mucho esfuerzo y planes dónde el Beta de Alex fue su mayor víctima.

En medio de su abrazo a la sala llegó un joven Alfa de ojos celeste cielo y cabello cobrizo con una sonrisa entusiasmada y con voz eufórica anunció su llegada--: ¡Familia llegué!

Alex seguía abrazado a Irving al ver a Veikko con su gran sonrisa de dientes blancos perfectamente alineados soltó a su Alfa y fue al encuentro de su primogénito.

--Cariño, has vuelto --dijo el Omega, abrazándo con fuerza.

Veikko ajeno a todo lo que sucedía solo sonrió y se quejo a modo de broma--: Papi, ya no soy bebé del cual tienes que preocuparte. Soy un adulto de diecisiete años.

Veikko sabía que a ojos de su papi siempre sería su eterno bebé.

Kerry venía entrando a la sala con Selina detrás de él. Al escuchar a su hermano mayor lo vió con molestia, se cruzó de brazos y lo regañó--: Veikko no le digas eso a papi, estaba muy triste por qué no estabas.

Veikko se sintió culpable.

--Te extrañamos tanto --dijo Alex.

Agostinho vió con seriedad al de ojos cielo. "Así que tú eres Veikko", pensó Agostinho mientras veía con odio al chico que le robó todo lo que le pertenecía por derecho. Incluyendo a su destino, Lorreta.

--Lo siento papi --dijo Veikko apenado que Kerry lo regañara mientras abrazaba con más fuerza a Alex--. No lo decía enserio, los extrañe demasiado.

Alex soltó a su hijo de sus brazos y recordó por qué estaba preocupado pero Irving se adelantó a regañarlo--: ¿Por qué no contestabas las llamadas? No sabes lo preocupados que estábamos por tí.

--Estaba muy entusiasmado porque es la primera vez que Gomer y yo íbamos juntos a París --musitó Veikko sonrojado--. No quería pasar nada por alto y quería que sea un viaje inolvidable para los dos.

--Cariño, si no fuese por el profesor no sabríamos si sigues vivo --dijo Alex suavizando su expresión--. No puedes...

Irving se interpuso en el regañó con una sonrisa ya que el sabía lo que era perder la noción de todo por la persona que se ama.

--Alex, cariño --dijo interviniendo Irving--, dejalo.

--Yo también quiero regañarlo --dijo Alex con un puchero. Irving le sonrió con dulzura.

--Hijo, me alegra que haya ido bien tu viaje de curso con Gomer.

Todos sucedió con la presencia de Agostinho que solo le pasaba una cosa por la cabeza. "¿Quién es Gomer? Mi madre no me informó sobre él", pensó Agostinho.

Veikko sonrió con agradecimiento a su padre.

--La pasé genial padre, fue el mejor viaje de mi vida gracias por dejarme ir.

Agostinho estaba sentado sobre un peldaño de la parte superior de la escalera y veía con el ceño aún más fruncido la escena que desarrollaba frente a sus ojos.

"A mí que llevo tu misma sangre ni siquiera me has visitado pero al hijo de ese Omega lo tratas con tanta familiaridad", pensó Agostinho.

Alex se preocupo por el joven Omega huérfano. Ya que el joven es como un hijo para él y preguntó--: ¿Cómo está Gomer?

El rostro de Veikko se iluminó. --Está bien, lo ayude a instalarse de nuevo en su dormitorio antes de volver con ustedes.

Irving sonrió con satisfacción.

--La caballerosidad de un Alfa es lo más importante ¿Por qué no lo invitas a cenar está noche? Ese pequeño es como de la familia --dijo Irving sorprendiendo a todos los presentes--. Además, quiero saber qué es lo que hicieron en ese viaje --dijo Irving lanzando una mirada pícara a Veikko.

Veikko se sonrojó y avergonzado dijo--: ¡Padre no seas desvergonzado! ¡Somos unos niños!

Irving y Alex rieron por el rápido cambio de sus pensamientos.

--Antes quiero presentar... --empezó a decir el Alfa queriendo decirle a Veikko de Agostinho pero fue interrumpido por el tono de un celular.

—Haré lo que quieras padre después de contestar está llamada --dijo Veikko y salió corriendo a su habitación haciendo caso omiso al resto de las palabras de su padre.

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