Capítulo 4

Narra Kira:

Estaba por salir del callejón para pedir indicaciones a cualquier persona que se me cruzara por delante, pero no pude lograr mi cometido pues alguien saltó encima mío y me cubrió la boca para que no gritara, intente forcejear pero fue en vano el sujeto ni se inmutó. Tenía miedo que algo malo me pasara y ya que no contaba con fuerzas para pelear contra esta persona mi último y vago intento fue morder su mano, quizá el así me soltaría por el dolor y podría gritar para alertar de mi secuestro a alguien. Pero en vez de soltarme presionó más su mano a mi boca, logrando así que un poco de su sangre se infiltrara a mi boca pensé que iba a ser asquerosa, pero al contrario, me era totalmente deliciosa tanto que me hacia desear más y más. Como un animal que ha pasado meses sin comer empecé a succionar su sangre con ferocidad, de alguna forma extraña y retorcida esta calmaba mis anchas y era como si extrañamente durante muchos años de mi vida me hubiesen faltado los nutrientes que su sangre me brindaba. En poco tiempo estuve totalmente satisfecha y sentí que mis párpados se cerraban como si mi cuerpo así como mi mente necesitaran descansar. Y por fin me dormí.

(...)

Desperté extasiada y con demasiada energía, tenía ganas de correr y saltar por todos lados. Mire a mi alrededor al notar algo extraño, al recobrar mis sentidos me di cuenta que no estaba en mi casa y en unos minutos recordé todo. ¿Qué pasaba? ¿Por qué razón ahora me encontraba en una cama? ¿Quien era esa persona extraña? y más importante aún ¿¡Yo había bebido sangre!? Me exalte de repente, ¿¡Por qué razón yo había hecho eso!? Digo, no es algo normal, a menos que todas las personas anden por la vida bebiendo sangre de desconocidos como si por días no hubieran bebido una gota de agua y peor aún que esta les pareciese deliciosa. Me sentí asqueada de mi acción ¿Que era lo que pasaba por mi cabeza?

De pronto algo interrumpió mis pensamientos, era un olor extraño pero delicioso.... quizá como una sutil fragancia de hombre, pero al percatarme de esto me di cuenta que no era solo una, aspire con más fuerza intentando así distinguirlas y en efecto no eran la misma sino que eran seis.

Apresurada y atraída por el olor me dirigí a donde la esencia de una, y en especifico la primera que había captado, se incrementaba. Donde era más intensa era en una esquina oscura, y como si algo tomara acción de mi cuerpo y me guiará, mi mano se movió por si sola intentando tocar algo que no estaba ahí, o al menos eso creía, pero sentí como tocaba una especie de tela y esta estaba cálida de alguna forma de pronto una mano salió de la oscuridad y tomo la mía con brusquedad. Me quedé de piedra.

-Oye Aedus, no trates así a nuestra invitada.

Escuché una voz en el otro extremo d la habitación.

- Cállate inútil.

Solto una voz que estaba adelante mío, seguramente de lo que estaba sosteniendo mi mano.

-Bueno ,bueno~.

Canturreo una voz en una de las esquinas contrarias.

- Tenias razón Andrew\, esta muchacha no es normal.

¿Pero que pasaba? Esto no me asustaba, pero que los que estuviesen hablando no se mostraran me hacia sentir intranquila y a la vez un poco perdida. También había notado que los que habían hablado eran hombres, o al menos eso suponía por sus voces. Bueno no tenía nada que perder, si después de todo ya me encontraba en lo que suponía que era su casa, además de que esa mano sostenía la mía con fuerza como evitando tal vez que escapara. Así que sin más que perder decidí hablar.

- ¿ Podrían mostrarse? Por favor- Se que no era lo mejor pedir eso \, quizá eran fantasmas\, pero que más daba.

- Esta chica no está bien educada...

Bueno eso me molesto bastante, ¿quien era el para decir algo de mi educación? siendo que ellos mismos se mostraban maleducados al no presentarse como era debido.

- Bueno\, no tienes que ser así Aarón. Después de todo y según tu "tenemos que ser maduros"

- Siempre tan serio Andrew\, mejor cierras la boca.

El que habia hablado antes contesto.Bueno esto se había transformado rápidamente en una discusión.

- Que más da....

Esa oración quedó en el aire. Y luego pide divisar como seis personas,mejor dicho hombres, aparecían esparcidos por la habitación y que efectivamente se habían escondido en las sombras como si de alguna manera esta fuese su camuflaje perfecto.

Mire hacia adelante para así divisar a quien sostenía mi mano, me volví a quedar de piedra, este se parecía al chico con el que había soñado la primera vez que desperté.

-Ya,ya ~- Una voz volvió a irrumpir en mis pensamientos- La chica cayó antes tus encantos Aedus- La mano que me sostenía rápidamente me soltó.

Yo como acto de reflejo retrocedí y al hacerlo choque con alguien.

-Cuidado señorita,podría hacerse daño.

El extraño me habló mientras ponía sus manos en mis hombros y los presionaba levemente, primero no entendí el porqué de su acción pero ligo me fue totalmente claro, el no quería que me escapara.

-Bueno, ¿que les parece si vamos a la sala? Digo, así nos presentamos ante la dama- El extraño que me sostenía volvió a hablar, y como si fuese practicado lo demás asisnteron y poco a poco salieron de la habitación- ¿Vamos? - Baje mi cabeza dando a entender que si, no se porque razón pero mi instinto me decía que los obedeciera.

El sonrío, era realmente bonito pero no era lo que me interesaba en este momento, me dio un leve empujón y empezó a caminar por mi detrás aún sosteniendo mis hombros como si yo fuera una muñeca y el me tuviera que manejar.

Pasamos por largos pasillos y por fin llegamos a la dichosa sala, todos estaban ahí de pie formando un semicírculo.

- Bien\, ya que estamos todos nos presentaré.-El volvió a hablar.

Yo estaba lejos de prestar atención ya que mi mirada de había chocado con la del tal "Aedus" y una punzada de dolor había atravesado mi cien....

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