Capitulo 6

Ya todos se encontraban en la sala a espera de lo que tenía que decir el ministro de Guerra. Hacía solo unos minutos que había llegado en compañía de su hija y se veía realmente furioso.

_ Ministro como lo pidió estamos todos reunidos para saber que tiene para decirnos.

_ Por supuestamente. Los convoqué a esta reunión para que autoricen el divorcio de mi hija con el emperador.

Todos se quedaron es estado de shock, nadie decía una palabra hasta que el mismo emperador dijo.

_ ¿Qué significa esto Sabrina?

(Está tomo la palabra y expuso por qué se quería divorciar)

_ Se lo dije el otro día Majestad no pienso morir a manos de vaya a saber quién.

Hace unos días intentaron asesinarme y lo hicieron ver cómo un intento de suicidio. Mi principal sospechosa es la concubina Maribel, pero como todo mundo sabrá ella suele ser la pobre víctima quien siempre es acosada por mí supuestamente.

Quiero dejar en claro algo yo no estoy celosa, jamás lo estuve. Ella quiso ganarse su confianza de esta manera para hacer este movimiento sin ser la sospechosa número uno. Lamentablemente, no tengo pruebas de lo que digo por qué cómo dije antes lo hicieron ver cómo un intento de suicidio, pero ya que ya no solo intenta dejarme mal ante todos ustedes y poner en mi contra a todos los empleados de este palacio, sino que ahora también atenta contra mi persona, yo no voy a morir a manos de esa mujer. Así que como siempre he sido una Emperatriz ejemplar devota y fiel a su pueblo pido en este momento noble de la corte que me ayuden a terminar con este infierno que me está haciendo vivir esa mujer desde que llegó y que el emperador no hace nada para remediar.

Todos se quedaron atónitos. Nadie sabía que decir, era cierto que ella siempre había sido muy buena Emperatriz que se preocupaba por mejorar al imperio y mejorar la calidad de vida de su gente. Por eso muchos no podían creer las cosas que se decía de ella cuando decían que atacaba a la concubina Maribel.

_ ¿Está segura de esto Majestad? Una vez que se divorcie no podrá volver con el emperador...

_ Estoy completamente segura solo tengo otra petición. Además del divorcio pidió la autorización para volverme a casar pienso que me lo merezco.

_ Suficiente. Salgan todos, tengo que hablar en privado con la emperatriz.

_ No, mi hija no se queda a solas con usted.

_ ¿Me está retando Ministro?

Denis al ver que las cosas se pusieron tensas decidió intervenir.

_ Padre tranquilo espera afuera yo hablaré con él.

_ Desacuerdo cariño estoy afuera por cualquier cosa.

Los nobles fueron saliendo poco a poco algo confundidos, pero afuera debatirán que decisión tomar, ya que esto era un asunto serio.

Una vez quedaron solos el emperador fue quién habló primero.

_ ¿Qué hiciste? ¿Te das cuenta de que lo grabé que es esta situación?

_ Se lo dije en esa cena no terminaré muerta. Usted no quiere ver la realidad perfecto, pero yo no moriré para que después usted junto a su concubina sean felices. Prefiero irme con la cabeza en alto y dejar que sigan con sus vidas y yo con la mía.

_ Si bien todavía no investigue el caso de tu envenenamiento eso no justifica que hayas culpado deliberadamente a Maribel.

_ Lo ve, ¿Con qué propósito me quiere retener a su lado si le estoy pidiendo el divorcio y se preocupa más por las acusaciones que hice a su concubina?

Esté se quedó mudo ya si bien le parecía injusto que ella acusara a Maribel, tampoco quería un divorcio, si algo estaba seguro era que Sabrina era buena soberana sabía regir con mano firme se preocupaba por su pueblo y Siempre estaba pendiente a sus necesidades y carencias. No veía a otra mujer tan perfecta como ella para ocupar ese cargo.

_ Sabrina, somos emperadores, muchas veces el amor no va de la mano con nuestro cargo si esto lo estás haciendo por llamar mi atención te puedo asegurar que te lamentaras en un futuro. Tú eres una gran emperatriz y si la corte aprueba esto no habrá marcha atrás.

_ Tiene razón en algo, mi lugar será difícil de suplantar espero que su concubina se prepare bien por qué, creo que piensa que ser emperatriz es solo hacer fiestas de té y lucir bonita. Con respecto al amor, tiene razón muchas veces no van de la mano con estos puestos, pero a diferencia de ustedes yo si puedo renegar de ese destino así como a diferencia mía usted puede tener concubinas. Me creo una mujer que se merece mucho más de lo poco que usted ofrece. El cargo de emperatriz lo puedo conseguir en otro imperio, pero yo busco fidelidad y lealtad. Algo que por lo visto a usted le falta.

_ Entiendo que estés enojada por esto que te paso, pero no te permito que me faltes el respeto.

_ Respeto es el que usted me faltó y dejo que me faltarán al no defender a su emperatriz cuando fue injustamente acusada de maltratar a una concubina solamente por existir, cuándo nunca antes había hecho daño a nadie. El respeto se gana y usted perdió el mío cuando dejo que las cosas llegarán al punto que los empleados de este palacio me tratarán como si no valiera nada. Su el culpable no fue su concubina, fue usted por su negligencia al dejar que tantas personas se pusieran en mi contra solamente por simpatizar y compadecerse de una mujer que llora cada que tiene oportunidad, que nunca me haya visto llorar no significa que no me haya dolido todos sus desplantes. Pero a diferencia de la concubina Maribel, yo si tengo madera de emperatriz, sé perfectamente que con lágrimas no se resuelve nada.

_ (el emperador nunca supo que su Emperatriz se sintiera de esa manera ahora entendía por qué estaba haciendo todo esto. También se sintió un poco culpable de dejar que las cosas llegarán a este punto) Bien con respecto de la autorización para volverte a casar...

_ Me lo debes. Por todos estos años de fidelidad y compromiso hacia nuestro imperio.

_ Si tienes razón. Quiero pedir una disculpa tú y yo fuimos amigos en la infancia y siempre di por sentado que todo lo que hacías era por tu deber como emperatriz. Nunca supe cómo en verdad te sentías, lamento lo que te paso y lo investigaré.

_ Por mí no se preocupe yo me iré lejos, si quieres hacerlo por usted para que su consciencia que de tranquila hágalo. Solo una última cosa esas disculpas que acaba de darme ya no sirven la Sabrina que usted conocía ya no está.

Esté no entendió bien a qué se refería, pero no dijo más nada y dejo pasar a los miembros de la corte.

_ Bien ya habíamos y he decidido otorgarle el divorcio y la autorización para volverse a casar.

_ Eso está bien Majestad, nosotros llegamos al mismo acuerdo, pero también pedimos que se investigue bien él casó de intento de asesinato...

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***