Capítulo 3

Denis salió perfectamente vestida de su habitación, tenía ganas de recorrer el lugar. Al pasar por los pasillos pudo notar que algunos Sirvientes la miraban con recelo.

_ ¿Les hice algo? ¿Fui mala con ellos?

_ Por supuesto que no majestad, pero, ellos empezaron actuar de esta manera cuando llegó la concubina Maribel. Todos creen que usted la ataca solo por ser una pobre concubina.

_ Humm... así que juega el papel de víctima...

Estas no pudieron seguir hablando, ya que a lo lejos vieron desayunando a una pareja muy felizmente, que al verla su semblante cambio y esa atmósfera de felicidad cambió totalmente y las cosas se pusieron tensas.

_ ¿Quiénes son ellos?

_ Es el emperador y su concubina majestad.

_ Claro, bueno será mejor ir hacia otro lado lo que menos quiero es ir a molestar.

_ (su doncella se sorprendió, pero rápidamente dijo) Claro majestad...

Pero fue tarde para huir, ya que el emperador le dijo a una sirvienta que pusiera otro puesto en la mesa y le avisa a la emperatriz que se acercará.

_ Majestad el emperador le invita a acompañarlos

_ Gracias por la información pero…

_ Majestad creo que sería grosero de su parte rechazar la invitación.

_ Ash... vamos, pero no me quedaré por mucho tiempo.

Denis camino con gran elegancia y llegó hasta donde estaban ambos desayunando se inclinó ante el emperador y dijo.

_ Buenos días, Gracias por la invitación, pero no me quedaré.

_ Emperatriz que forma son esas de saludarme, aparte no se da cuenta de que no estoy solo.

_ Las formas son las que se merece un hombre quien está tranquilamente desayunando con su amante cuando su esposa fue envenenada y casi logran matarla.

_ (El emperador la miro con su ceño fruncido y dijo) ¿Cómo? ¿Me quieres decir que te intentaron asesinar? ja, ja, ja todo mundo sabe que tú misma intentaste quitarte la vida.

_ ¿Si? ¿Y por qué haría eso? Soy una emperatriz joven que goza de buena salud ¿qué motivos creé usted que tendría yo para intentar quitarme la vida?

_ Bueno(el emperador empezó a dudar de lo que le habían dicho sobre ella y era cierto lo que decía él no encontraba ningún motivo solamente había una posibilidad y esa era Maribel)A mí se me informo que por los celos que le tenía a la señorita Maribel y con el propósito de llamar mi atención...

_ Ja, ja, ja perdoné majestad pero ja, ja, ja ¿Celos? ¿Llamar su atención? ¿Se está escuchando? ¿Qué tan patética me creé?

_(El emperador nunca había visto sonreír de esa manera tan sarcástica a su esposa, que notaba claramente una burla hacia sus palabras, este se sintió avergonzado, pero rápidamente se recompuso y dijo) Yo únicamente le digo lo que me contaron.

_ Y es por eso que cree lo que mi asesino o asesina quiere que crea. Intentaron deshacerse de mí y lo hicieron ver cómo un acto de cobardía, manchando mi reputación y haciéndome ver cómo una loca obsesionada con usted.

Tanto la concubina como el emperador estaban impactados por lo que decía la emperatriz.

_ Disculpe que me meta en su conversación, pero, ¿por qué piensa que puede ser una asesina?

_ Disculpe, pero esta es una conversación entre el emperador y yo.

_ Sabrina no seas grosera con Maribel.

_ No puedo ser cortés con quién pudo o no ser una de las autoras de mi intento de asesinatos.

Todos los presentes se quedaron de piedra, nadie podía pensar lo que la emperatriz decía ,ahora entendían todo este cuento era para ensuciar a la pobre concubina.

_ Majestad eso no es cierto yo...

_ Tranquila Maribel yo sé que tú no serías capaz de algo así. En cuanto a ti Sabrina veo que quieres sacar provecho de tu situación para en...

_ Se equivocan, solo quiero que esa mujer no se me vuelva acercar. Sé que supone que lo hago por celos, pero no es de esta manera. Piénselo bien majestad si yo muero quien se beneficia automáticamente ella pasará a ser la emperatriz ¿o me equivoco?

_ No, pero ¿tiene pruebas?

_ No el que hizo esto fue muy astuto y lo hizo ver cómo un intento de suicidio. Pero quiero dejar claro algo aquí frente a todo el personal, yo no planeo suicidarme. Así que si en un futuro aparezco muerta y lo hacen parecer un suicidio investiguen bien por qué puede que tengamos a un asesinó entre nosotros.

_ Deja ya de decir incoherencias.

_ Si será mejor que me retiré.

_ No aceptarás mi invitación.

_ Se lo agradezco, pero ya se lo dije quiero a esa mujer lejos de mí.

Denis salió de ahí con una gran sonrisa sabía que no le habían creído por completo, pero la duda ya estaba sembrada. Esta habían empezado a tener memorias de los momentos dónde esa chica siempre se hacía pasar por una pobre víctima y siempre la hacía quedar mal ante la sociedad, solo le está devolviendo un poco de su propia medicina.

_ Emperatriz eso fue asombroso, lástima que el emperador no le creyó.

_ No se preocupe señora Tomás, sabía que no me creería solamente quise sembrar la duda en él.

Esta no dijo más nada y continúo su caminó hasta que llegó a un jardín que se le hacía extrañamente familiar hasta que cayó en cuentas de dónde estaba.

_ Oh por dios.¡ No puede ser! Señora Tomás dígame qué el emperador no se llama Enzo Steinbach.

_ Si, así se llama. ¿Majestad empezó a recordar?

Denis Solo asintió levemente y se sentó en una de las bancas de que estaban en el jardín.

Se quedó pensativa y luego dijo.

_ ¿Justo aquí me tenías que enviar? (Su doncella la miro extrañada y dejo que siguiera perdidas en sus pensamientos)

Denis se había dado cuenta de que había entrado en una de las últimas novelas que había leído. Esta se llamaba "Por amor a ti" Cuenta la historia de Maribel la concubina quien al llegar al palacio supuestamente por obligación, es atacada en varias ocasiones por la emperatriz, ya que está estaba completamente enamorada del emperador y no aceptaba el hecho de que la chica ahora también fuera esposa de esté. Maribel se gana el cariño y afecto de todos, tanto los sirvientes como los de la corte por su dulzura y sencillez, poco a poco va desplazando a la emperatriz, pero está cegada por los celos no se queda quieta e intenta asesinarla sin dejar pruebas contundentes que la culpen de esto. El emperador al ni tener pruebas, sólo pide a la corte el divorcio y la echa del palacio quedando así en la ruina total. Mientras que el emperador y Maribel viven su historia de amor feliz y comen perdices, Sabrina sufre en agonía y soledad, hasta que decide acabar con su vida y dejar por siempre ese mundo cruel que nunca la apoyo y solamente la juzgó.

_ Eso no me pasará a mí, no moriré dos veces...

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