Mi Vida Antes De Casarme

Mi vida de soltera y de adolescencia. Era una chica de clase media, me gustaba ir al colegio y sacar buenas notas, me gradué de bachiller con buen puntaje y fui a la universidad. Mis padres me querían mucho, me dieron amor, buena educación y grandes consejos. Mis padres son gente de grandes principios y moral, trabajadores, mi papá es médico y mi madre de marketing. Me gradué en la universidad y obtuve mi título de Ingeniería comercial. Encontré un trabajo y conocí a un hombre de buena presencia, su cargo era de fiscal del estado, un Dr. En jurisprudencia. Me miró y se enamoró de mí! Yo estaba nerviosa como me miraba y su oficina estaba frente a la empresa donde trabajo, cuando salía, él me saludaba con educación. Yo ya me estaba enamorando de él y a la final se me acercó y me dirigió la palabra, era para invitarme a una cena.

Bueno, yo avise a mis padres que tengo mucho trabajo y que llegaría tarde a la casa. Bueno a las 6:00 PM salía ya de mi trabajo, él ya me estaba esperando en su auto, lo salude y él a mí, me abrió la puerta del auto con mucha elegancia, ya dentro del carro me pregunto cómo me llamo, yo le dije, me llamo Alicia Rivera y él dijo, es un gusto, me llamo Sebastián y soy un fiscal del estado, yo dije, es fantástico, le dije que era soltera y que tengo 25 años y él dijo que era separado, que tenía 38 años, pero que su ex esposa no le pudo dar hijos. Dije es una lástima! Bueno dijo él, ¡cambiemos de tema! Vamos a este restaurante, sus servicios son de primera. Entramos y vimos el menú, hicimos el pedido de lo que íbamos a cenar. La cena estuvo muy buena, y me dijo, te voy a llevar a tu casa, le dije gracias. Si me dejo a la casa temprano. Mi papá estaba viendo todo, me pregunto, ¿quién era ese hombre? Le dije un compañero de la empresa.

Mi Papa me dijo, ten cuidado que no se propase contigo o se las verá conmigo! Yo le dije a mi papá, no papá es un caballero. Espero que así sea hija. Tenía mis dos hermanos menores y se llamaban Juan Pablo y Sofía, mi madre se llama Laura Fernández. Él siempre me esperaba en el parqueo de carros, él tenía un carro grande y yo un pequeño auto. Conversábamos en un parqueadero de carros y así pasamos por varios meses. Un día él me dijo, Alicia quiero decirte que estoy enamorado de ti y que deseo que me aceptes, lo vi bien y le dije, si acepto tu proposición, la beso y la abrazo. Llegaba a su casa ilusionada y decía ¡es un fiscal! Pero Alicia no sabía si salir con él sin conocerlo era peligroso. Pero Alicia era una chica inexperta, solo soñaba con Sebastián! Un sábado Sebastián la llevó a su casa, vivía en una urbanización privada y le enseñó su carta de divorcio. Y vio que todo lo que le dijo era verdad, te llevaré mañana para que hables con mis padres! Al día siguiente a la salida del trabajo, fueron hablar con sus padres y vieron que era un caballero y lo aceptaron, como novio de su hija mayor. Sebastián quería casarse con Alicia y la boda fue casi inmediata y en la casa del novio fue la recepción. Se casaron y Alicia fue a vivir a la casa de Sebastián, la mama de Alicia, se dio cuenta de algo de este hombre, pero callo y solo le pidió a Dios que cuide a su hija. En los primeros meses todo era feliz para Alicia, ya había renunciado a su trabajo, porque él decía que no tenía la necesidad de seguir trabajando. Alicia ya no salía de su casa, solo hablaba con sus padres, y le decían, ¿cómo te va hija? ¡Muy bien y soy feliz! Hija, esperamos verte pronto, si papá no te preocupes, dile a mamá que la amo mucho. Llegó Sebastián a casa y pidió su comida ya, y caliente, Alicia fue rápida a servirle. 

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