El bar

-Ah que cansancio! La vida de un adulto si es dura, quiero volver a ser una niña, pensaba mientras caminaba a casa en la noche.

Llegue a casa y mis padres estaban peleándose, para mi era el colmo que siendo las 11:00 pm, ellos estuvieran en eso, traté de ignorarlos y me encerré en mi cuarto, esas peleas de ellos me ponen muy nerviosa y principalmente por mi padre, ya que no se lo que se le ocurra hacer… odio a ese anciano! Dije en voz baja.

Era viernes, estaba muy feliz, porque descansaría el fin de semana y además no tenía nada de tarea, me dormí cuando, por fin dejaron de discutir mis padres, dormí muy bien, pero en la mañana al despertar mi mente se puso negativa y pensó que mi vida es muy lamentable, porque en realidad lo es… y más para mi que me preocupo más por otras personas que por mi misma.

El sábado era un día hermoso, soleado y agradable, como no tenía nada que hacer empezar a leer un libro de literatura inglesa llamado “Cumbres barrascosas” es muy bueno, aunque el protagonista es una mierda de persona, al final de la tarde como a las 5:48 de la tarde decidí salir a caminar, dar un paseo cerca de casa, para pensar, resulta que caminar me ayuda a despejar la mente y me hace sentir mejor, a dos kilómetros de mi casa había un lindo parque, así que llegue y decidí sentarme y ver el atardecer, después de una hora fuera de casa empezó a oscurecer, así que decidí volver a casa, me paré en el camino a en un puesto de comida a comprar un batido de fresas, había mucha gente, así que tarde unos quince minutos en el lugar, pero valió la pena, el batido estaba tan rico y sigui mi camino a casa.

Cuando iba caminando me encontré con un chico ibamos en direcciones opuestas, por eso pude ver como a este se le había caído del bolsillo un pañuelo muy bonito, pero el no se había dado cuenta, así que lo recoji y le llame para entregárselo, el se volteo en mi dirección y se acercó a mí…

-Esto es tuyo se te a caído. ( pasándole el pañuelo)

- A si! gracias. ( respondió el)

Cuando el estiro la mano para tomarlo, alce mi cabeza y pude verle el rostro, tenía unos ojos grandes, color negro, estos mostraban una gran tristeza y al mismo tiempo misterio, sus ojos fueron enigmáticos en ese momento para mi, le caían dos mechones de pelo por su frente del mismo color, tenía la nariz perfilada y pómulos un poco pronunciados, su boca era de color rosado claro, tenía cejas anchas y marcadas, color de piel blanca, su tono de voz es tan grueso, quede como ignotizada en ese pequeño momento, el tomo su pañuelo y pude salir del transe que tenía con esa persona.

Le respondí de forma tímida un de nada!

Así fue como el siguió su camino y yo el mío, me lamentaba de no haberle preguntado su nombre, aunque no fuera a verlo nunca más, pero que se va a ser conmigo! Llegando a casa comenze a recordar que el me parecía conocido y recordé su ropa, esta era la misma que la de un chico con el cual me había chocado hace tres semanas atrás, llegue a casa y no pude dejar de pensar en él, era la primera vez que me pasaba algo así, nunca me había gustado nadie, hasta llegue a pensar que era lesbiana, pero con el fue otra cosa, no se como explicarlo, me sentí súper atraída.

Pasó me fin de semana,- llego el lunes que pesadilla!

A la universidad nuevamente, después de mi primera clase a las 6:15, me quede comentando el tema de clase con una chica llamada Luisa, ella y yo estábamos en casi todas las clases juntas, así que nos llevamos muy bien, Luisa me invito a un bar cerca de la universidad, para ir después de clases, yo no estaba muy segura, pero al final accedí, luego de las clases cruzamos al otro lado de la calle y pasamos por un estrecho callejón y llegamos a un pequeño bar, este estaba lleno de gente y en una mesa nos estaban esperando su novio y dos chicos más, nos presentamos, su novio se llama Leonardolos otros dos amigos de este se llaman Nelson y Rafael, me quede sorprendida cuando vi que Laurent le dio un súper y apasionado beso a su novio, hasta me pregunte si eso era normal hacerlo y en público, creo que pude ver sus lenguas moviendose, me sentía avergonzada por mirarlos así y por estar tan sorprendida, también me sentí fuera de lugar, mi ropa no encajaba con la de nadie, era la rara ahí, solo tenía puesto un pantalón Jean y un t-shirt azul Marino y unos converse blancos un poco sucios, además mi peinado era horrible solo tenía un pequeño moño, delante de Luisa parecía una loca, ella estaba maquillada, su pelo era color café y lo tenía suelto este le llegaba hasta los codos, tenía puesto un pantalón ajustado color negro y una blusa de escote en V color blanca que le llegaba hasta más arriba del ombligo y una chaqueta color azul claro, se veía hermosa, yo parecía una mona en ese lugar.

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