capitulo 5

El Director Thomas, me abrazó durante un rato, lloré en su pecho como una niña pequeña, hasta que ya no pude más. Me separó de él, me busco un vaso de agua, me lo tomé y me fui tranquilizando.

- Ashley, no eres una mujer sucia, ni mucho menos rota, que no puedas tener hijos, no significa que no puedas encontrar alguien que te ame y que quiera estar contigo. Si tú quieres yo te puedo amar y estar contigo por un tiempo. No me puedo casar contigo porque ya soy casado y tengo una familia, pero mientras te recuperas yo puedo amarte y reparar tus pedazos rotos si así lo quieres.

No sé porqué pero sentí que sus palabras eran genuinas, necesitaba que alguien me amara, que me reparara como él decía.

- Lo abracé y le dije.. Director Thomas acepto, ameme, necesito dejar de estar rota, no quiero casarme con usted solo quiero volver a sentir, dejar de ser un cascarón vacío. ( Me sentía tan sedienta de amor que su oferta era el salvavidas que necesitaba)

El me abrazó muy fuerte, luego retiro mi cabello de mi cara y lo colocó detrás de mi oreja y empezó a besar todo mi rostro, besaba mis mejillas como tratando de secar mis lágrimas, hasta que llegó a mis labios y los besó, fue un beso sencillo y me dijo

-por hoy llegaremos hasta aquí. Vete para tu casa y nos veremos mañana a la misma hora aquí. Nos citaremos todos los días aquí hasta que me digas que ya no me necesitas más

- Director ¿Qué es este lugar?, Le pregunté..

- Es mi apartamento secreto, dónde suelo venir a estar con mis amantes

- osea yo seré su amante?

- si así lo quieres..me dijo y entonces saco un juego de llaves y me las ofreció

- está bien Director seré su amante, sonreí y acepte las llaves.

- No me llames Director, llámame Thomás, total ya somos amantes ¿no? ..algo importante en el colegio seremos desconocidos.

- No se preocupe que no sabrá de mi mientras estemos allá. Me puede dar un beso nuevamente?

- él se sonrió, agarro mi rostro y me besó.

Salí de allí, y caminé hasta la parada pensando en todo lo que había pasado, y en el beso que me dió el director, toque mis labios, sentí algo tan dulce en su roce que definitivamente me gustó.

Llegué a la casa y como de costumbre, comí y me fui a mi cuarto estudiar, me acosté un poco tarde terminando todos los pendientes y adelantando algo más, si apartir de mañana iba a pasar tiempo con el director tenía que adelantar las tareas para no atrasarme.

Al día siguiente fui a mis clases, preste atención a todas, aunque estaba emocionada por saber que sucedería después con el director. Sonó el timbre de salida y salí corriendo a la parada del bus, y como el día anterior llegué faltando 5 minutos, pero hoy yo tenía mis llaves, así que entré, subí por las escaleras de emergencias y llegué, abrí la puerta y el director estaba allí

- Hola Ashley llegaste temprano, ven siéntate a comer me dijo

- Gracias Director, tengo mucha hambre.

- Me lo imaginé, pedí suficiente para los dos.

Había pedido comida china, estaba muy rica, me comí todo lo que me sirvió, después lo ayude a lavar los platos. Cuando terminamos se sentó en el sillón y me dijo

- Ven, siéntate aquí en mi regazo

Me senté en sus piernas, y acosté mi cabeza sobre su pecho, el empezó acariciar mi cabello, y a preguntarme cómo me había ido ayer después que me fui. Conversamos como por media hora, después empezó a besarme nuevamente por mi rostro, me sentía nerviosa, sus besos eran dulces, luego agarró mi barbilla y subió mi rostro y me besó, este besó fue diferente, poco a poco se abrió paso al interior de mi boca y metió su lengua, y empezó a moverla, eso me asustó un poco y me aparté, cerré mis ojos rápidos porque pensé que se pondría bravo conmigo

- abre los ojos, me dijo dulcemente

Los abrí y me dijo,

-avanzaremos en la medida que quieras, no te obligaré hacer nada.

- quiero intentarlo otra vez, le dije. El volvió a darme un beso y otra vez abrió mis labios y metió su lengua, yo me relaje un poco, cerré mis ojos, y empecé a disfrutar de ese beso, mi cuerpo le gustaba, nos separamos y empezó a besarme por el cuello, eso me gustó mucho, mi piel se erizó. Le dije quiero más de eso, y se rió y siguió besando mi cuello, todo mi cuello.

Después con mi ropa puesta, comenzó a tocarme, a tocar mi espalda, luego mis pechos, los sintió a través de la blusa y me dijo

- Cómo te sentiste?

- Bien me gustaron los besos y los besos en el cuello, no me gustó mucho que me agarraran la espalda eso trajo malos recuerdos.

- Ok, seguiremos más adelante haciendo que disfrutes que acaricié todo tu cuerpo hasta la espaldas. Por hoy ya está bien..ve a casa

Pasaron los meses y cada vez íbamos avanzando un poco más, sus caricias me gustaban, mi piel se erizaba, y la última vez sentí que allá abajo me humedeci, se lo conté y se rió, me dijo que eso era que me había exitado.

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