Capítulo 5

FREYA

Entró el nuevo, y que ¿porque sabía que era el?, pues fácil, ninguno de los alumnos a los que les tocaba esta clase llegaban si quiera cinco minutos antes de que entrara la maestra, preferían usar el dinero de sus padres para no reprobar. Se acercó a mi asiento y comenzó a hablar.

—Hola, ¿puedo sentarme? — Lo miré sin ninguna expresión, que mas bien era una de; ¡¿es enserio, qué no hay mas asientos libres donde sentarse?!, pero en fin, simplemente hice un leve movimiento con mi cabeza asintiendo ya que no era la dueña del asiento y no me molestaba...

Comenzó la clase y recién me percataba de un detalle que quizá había pasado por alto, lo de las parejas, algo de eso había comentado la maestra el viernes en su clase ya que nos dio los temas para investigarlos como tarea, pero en estos momentos arrepentimiento era lo que pasaba por mi mente, ¿cómo era posible que se me olvidara eso? pensé.

Con toda la seguridad del mundo dio un pequeño discurso con su nombre en el incluido a lo que yo respondí tajantemente

— La materia no es fácil así que guarda silencio. — al parecer no esperaba eso porque tardó unos segundos en responder

— Claro — al final sólo dijo eso, volteé a verlo y ahí me encontré con unos hermosos ojos azules.

∆

Después de lo que sucedió en la clase, me quedé pensando en demasiadad cosas, como por ejemplo, ¿Por qué le dije que si?, ¿Por qué no me molestó?, ¿Por qué tenía ese sentimiento de Déjà vu?, ¿Por qué me hipnotizaron sus ojos? Y muchas preguntas más que en estos momentos no soy capaz de responder...

Salí de la universidad y me dirigí con mi amiga a comprar su nuevo teléfono. Cuando estábamos en el lugar, contacté a mis hermanos para comentarles que no iba a ir a su casa. Al final estuvieron de acuerdo y cambiamos la fecha. Mi amiga ya se había tardado demasiado, así que decidí pasar a verla, me di cuenta de dos cosas, la primera era que ya debía acostumbrarme a que jamás nos tardariamos lo mínimo cuando salíamos de compras y la segunda era que mi amiga era demasiado coqueta para su propio bien, entonces ahí aparecía yo, siempre apoyandola y siendo su paño de lágrimas. Por su puesto su defensora también.

— Listo, ya tengo nuevo teléfono con contacto agendado — mostraba una sonrisa de oreja a oreja

— Ann, sólo por favor, no quiero que te lastimen de nuevo —

— Claro que no amiga, este sólo es un ligue —

— Sí, eso dijiste del último y terminaste llorando dos días en mi casa, dentro de mis sábanas y sin comer por tu "ligue" —

— Ya sé, pero ahora será diferente, te prometo que no volverá a suceder, confía en mí ¿sí? — ese era el problema

— Confío en ti, en ellos no, por ahora mejor dejemos este tema por la paz —

Después de toda la platica sobre sus amores y el nuevo chico que había conocido, la invité a la carrera de esta noche, pero se negó ya que tendría que asistir con sus padres a la cena que organizaron por el aniversario de su empresa a la cual yo también estaba invitada pero no iría, no me agradaban para nada esas cenas, que mas bien parecen alfombras rojas. Prefería mil veces ir a una carrera...

Llegue a casa como por eso de las seis de la tarde y nadie había llegado aún, mis padres se quedarían hasta las diez en el hospital por trabajo y mis hermanos no tenían hora de llegada, aunque aun me preocupaba Elian, ya era tarde y no llegaba.

Me bañé, preparé mi ropa para la carrera y bajé a comer, cuando estaba por terminar de lavar mis trastos sucios sonó el timbre, me dirigí hacia la puerta, abrí con algo de miedo y...

— Por dios Elián, que te pasa, casi me matas de un susto — dije aliviada al saber que era él pero antes de que dijera una sola palabra, le impedí la entrada, me crucé de brazos —¿ y tus llaves Elian? — en ningún momento me miró a la cara, siempre mantuvo la cabeza baja

— Las perdí, no se en donde y no preguntes solo dejame pasar, a un lado, quiero bañarme y dormir. — me hizo a un lado bruscamente

— Eli, no me dejes con la palabra en la boca y no me des la espalda, ¡te estoy hablando!, ¡mierda! — no sabía que mas gritar, me dolía claro está, puesto que me había dado la espalda y se había ido sin mirar atrás, jamás me había tratado de esa manera pero tampoco me metería en su vida, el ya está grande y sabe lo que es bueno y lo que no. Pero eso no quería decir que no me importara en lo absoluto.

Simplemente debo de tener paciencia con él, ya llegará el momento en el que me necesite y yo estaré ahí. Llegaron mis hermanos jugamos un rato X-Box y mis padres llegaron una hora después, preguntaron como me había ido en el día y platique con ellos mientras cenaban después se fueron a trabajar un rato y a las once ellos ya estaban en su recamara. Por lo regular no hablábamos demasiado entre semana, pero los fines, siempre la pasábamos en familia.

Para las once treinta yo ya estaba vestida y más que lista, en mi ropa jamás debía faltar mi chaqueta de cuero negra y mis botas, la chaqueta me la había regalado mi hermano Edra así que tenía un valor más sentimental.

Me dirigí a la bodega donde dejaba a mi bebé, mi hermoso Bugatti Veyron negro, subí en el y emprendí marcha hacia mi destino. Aquel que marcaría el comienzo de un nuevo amor y una nueva historia, o quizá una vieja herida.

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*Valiente no es aquel que enfrenta un problema, valiente es aquel que no se deja vencer por ninguno*.

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¿Qué creen que le pasa a Elian?.

😍 Besos y abrazos a distancia 😘🤘

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