Capítulo 4

LIVIAN

Miré hacia un lado y ahí estaba, la chica que había perdido de vista hace unos minutos, me sorprendí inmediatamente cuando observé a la joven que estaba hablando sin parar a un lado de ella y por primera vez la vi sonreír, — creo que hasta la baba se me salió porque nunca había visto sonrisa mas hermosa, y bueno ya no sabía quien era la hermosa, si la sonrisa o ella.

— ¿Puedo sentarme guapo? — dijo una voz irritante a un lado de mi y me sacó de mis pensamientos.

— Por su puesto que sí preciosa, ningún asiento aquí está ocupado —le guiñe el ojo y seguí comiendo.

— Gracias, ¿eres nuevo no? Porque nunca te había visto por aquí, bueno, es que una cara tan linda no creo que pase desapercibida en esta universidad y menos de mi vista... — esta es de las que no le para la boca, pero de ella obtendré mucha información.

— Si, soy nuevo aquí cariño, pero cuentame, ¿como son las cosas aquí? supongo que tu tienes mucha información, digamos útil — me miró con picardía y sonrió

— ¿A cambio de qué corazón? Recuerda que nada en esta vida es gratis — ya lo sabía corazón, pensé

— A cambio de lo que quieras preciosa — le sonreí coquetamente y no demoró ni un segundo en responder

— Quiero salir contigo por una semana en ese auto en el que llegaste — una carcajada demasiado sonora salió de mi boca, pues el bebé en el que llegué era un hermoso BMW i8... que ni en sus mejores sueños había visto.

—Jajaja — moví mi cabeza negando — Bien preciosa si eso quieres solo tendrás un día conmigo en mi auto y ya — dije tajantemente

— ¡Bien!, el sábado a las 8. — una mueca se posó en su boca, se levantó dejó un papel sobre la mesa y se fue.

No cabe duda que hay mujeres que no se saben dar a respetar, los hombres somos cabrones pero el error de ellas es dejar que seamos así y no poner un alto.

Regresé a ver hacia la mesa donde estaba la pelirroja de porcelana pero ya no se encontraba ahí y tuve que terminar de comer.

Caminé por los pasillos a paso lento hacia el salón que me tocaba pues ya había pedido indicaciones, me sobraban unos minutos para obserbar un poco las instalaciones pero cuando llegué a mi destino ahí estaba, sentada en un lugar alejado otra vez mirando a otro lado, sin si quiera mirarme. Pareciera que soy inexistente para ella, pero eso cambiaría pronto

— Hola, ¿puedo sentarme? — dije con un tono bajo pero firme, volteó, me miró sin expresión alguna, por un momento creí que diría que no, pero asintió levemente con la cabeza, de hecho era casi imperceptible, me sorprendí bastante ya que pensé que no lo haría, tanto que ni si quiera pude formular palabra alguna, solo me limité a sentarme y ya.

— Formarán parejas con su compañero de asiento y así podrán hacer el trabajo... — no tengo idea de que más dijo la maestra pues solo me enfoque en lo de -formarán parejas -

— Bueno, quizá sea un buen momento para conocernos, mi nombre es Livian y ¿el tuyo es? — entendí mi mano para estrechar la suya y dije con una sonrisa, de esas que a cualquier mujer derretiría, pero me apartó del tema que estaba tratando de tomar...- a esta mujer le queda muy corto hielo, más bien sería un iceberg. Pensé.

— La materia no es fácil así que silencio. — dijo tajantemente sin si quiera mirarme

Esta mujer y su maldita actitud, misma que a la vez me atraía de una manera peligrosa...

— Claro...— por fin me miró y cuando la vi a los ojos me perdí en ellos, me dejaron sin aliento, ¿¡creo que yo he visto esos ojos en algún lado!?, no, creo que me está afectando su indiferencia.

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*El éxito de la vida no está en vencer siempre, sino en no darse por vencido nunca. *

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¿Alguna vez han conocido a alguna chica así como la oxigenada?

Comenten sus experiencias 😊 los leo 😉

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