Narra Nayara
Apenas había podido dormir, cada vez que cerraba los ojos veía esas imágenes en mi cabeza. Se había echo de día, no tenía hambre, a si que no salí para nada. Solo me quedé echada en la cama, mirando hacia el techo blanco. La habitación no era lujosa ni nada parecido. Tenía una cama vieja, una mesilla, un pequeño armario y el servicio pequeñito. También tenía una ventana que daba a la carretera, a si que no tenía ni vistas. Tampoco es como que me importase, no había venido a divertirme. Me di una ducha de agua caliente, necesitaba quitarme la tensión del cuerpo.
Pase varios minutos bajo el chorro del agua, sin pensar en nada, el ruido del agua hinundaba toda mi mente, me relaje.
Pasaron las horas y dicidi salir a dar una vuelta, no había nada, pero al menos me daría el aire. Mañana tendría que volver y no sabía cómo enfrentarme a la realidad que tenía.
Camine por detrás del hotel, que era como un campo viejo, apenas la luz de la carretera alumbraba algo el campo, ya había oscurecido.
Camine por varios minutos, sin darme cuenta me había alejado demasiado del pequeño hotel, a si que decidí que tenía que volver. Sabía por Mika que mi energía se podía ver desde muy lejos y los que me querían, podían tener la oportunidad en esto.
Pero para mi suerte, cuando lo pensé, ya era demasiado tarde. Se abrió un portal y aparecieron dos hombres, eran canosos, iban vestido de negro, sus caras tenían un semblante frío. Me recordaban mucho a los de la última vez. Mi corazón empezó a palpitar, un nudo de nervios se poso en mi estómago.
Nayara- ¿Que queréis?
No respondieron, una especie de onda expansiva me tiro varios metros hacia atrás, haciendo que cayera al suelo. Un fuerte dolor me atravesó la espina dorsal. Mi furia aumento, si me cogían esta vez, igual no corría la misma suerte. Me puse de pie, - Yo tengo un gran poder, yo soy más fuerte - me decía a mi misma.
Mika me había estado enseñando algunos hechizos, para defenderme de cosas a si. Tenía que ponerlos a prueba y correr.
Sub tuum praesidium confugimus, sancta Dei Genetrix. Nostras deprecationes ne despicias in necessitatibus nostris, sed a periculis cunctis libera nos semper, Virgo gloriosa et benedicta.
Lo dije en un susurro, no quería que ellos escucharán. Note la protección en todo mi ser, sabía que ahora estaba protegida. Solo tenía que atacar y correr.
Sit mecum magica, salvet me a malo. Nunc adiuva me opus est.
Una bola de humo blanco apareció entre mis manos, vi la cara de esos dos hombres que se encontraban a unos pasos de mi. Su cara tenía algo de asombro, la última vez no fui capaz de hacer nada. La lanze sobre ellos y los tiro varios metros lejos de mí.
Aproveche la oportunidad y corri hacia el hotel, ellos venían detrás, cada vez estaban más cerca, pero al fin llegué al la luz del hotel y de repente desaparecieron. Creo que tenía algunas heridas en la espalda a causa de la caída, en el suelo había rocas y ramas, me debi de herir con alguna. Pase por la recepción con la máxima tranquilidad que podía. Subí a la habitación, sabía que era hora de volver, ahora que sabían que estoy aquí sola, podrían venir en cualquier momento. Recogí las pocas cosas que tenía, abrí un portal al bosque y salte.
Narra Asher
En cuanto me levante llame a Mika para preguntarle. Según ella, seguía en el mismo lado, no se había movido.
Llamé al hotel para preguntar quien había organizado los bailes de las chicas, en un principio se negaron a darme información, pero en cuanto supieron que era el hijo del dueño de la empresa, no me pusieron problema.
No gane mucho tampoco, un regalo para la empresa ¿pero de quien? Era confidencial. Intente convencerles, chantajearles, los amenaze y el tío no soltó palabra. Estaba frustrado ¿como podía ser tan difícil? Pero de alguna manera lo averiguaré.
Pasaron las horas, salí a darle libertad a Ciro, porque necesitaba descargar la furia que tenía. Si no, iba acabar explotando. Pasé horas corriendo, hasta que oscureció.
Ciro me devolvió el control, y me senté al pie de un árbol a pensar. ¿Cómo podría conseguira información? Seguramente los datos estarán guardados en el ordenador, tenía que conseguirlos de una manera u otra. Tenía que saber quien había planeado todo esto.
Mi teléfono no paraba de sonar, pero ninguna era la llamada que yo quería, a si que simplemente no respondí. Llamaba Harry, Sergio... Incluso Megan llamó. Hoy había evitado a todos, y seguiría haciéndolo. Algo me decía que tenía al enemigo muy cerca.
Pasó cerca una hora desde que estaba sentado aquí. Su aroma llegó a mis fosas nasales hinundado todo mi cuerpo, tan dulce...
****Ciro: La siento, esta aquí.
Asher: ¿Ha vuelto?
Ciro: Si, pero creo que no está bien. La siento debió.
Asher: Hay que encontrarla Ciro**
Seguimos el rastro de su aroma, cada vez era más intenso, no estaba muy lejos de donde nos encontrábamos. Me pareció ver una silueta sentada en medio de unos árboles.
***Ciro: Es ella
Asher: ¿Que hace ahí en medio sentada sola?
Ciro: Deja de preguntar y ves***.
Me fui acercando a ella. Estaba sentada en el suelo, conas rodillas flexionadas hacia arriba y su cabeza metida entre ella, mientras se abrazaba a si misma. Un nudo de nervios se me instalo en el estómago, estaba preocupado y nervioso.
Estaba a pocos pasos de ella, ni tan siquiera se movió.
Asher: Nayara... - susurre
Levantó unos milímetros su cabeza, para mirarme de reojo.
Nayara- Vete - su voz apenas salía de su garganta. Pero podía notar que estaba llorando.
Me acerque más a ella y de repente se levantó del suelo.
Nayara- Te he dicho que te vayas
En un segundo estaba delante de ella y la agarre de la cintura.
Asher- Tienes que escucharme.
Un gemido de dolor salió de ella al agarrarla. Note su camiseta mojada, ¿que significaba? No esperaba a que me contase, a si que, la gire la verlo yo mismo.
Su camisa estaba ensangrentada. Ella se negó a enseñarme su espalda, intentó luchar contra mi fuerza, pero no podía. Levante su camiseta, y pude ver algunos moratones y arañazos bastante profundos en la espalda, que aunque ya habían dejado de sangrar, no tenían buena pinta.
Asher- ¿Quién te ha echo esto? - dije furioso.
En esos segundos de asombro e incertidumbre, ella se apartó de mí agarre y se dioa vuelta alejándose de mi.
Nayara- ¡¡No es tu maldito problema!! ¡¡No quiero volver a verte!! - abrió un portal y desapareció.
Le di a Ciro el control y corrimos a su casa, sabía que se encontraba allí y eso me dejó más tranquilo. Ella había mejorado con su magia y aunque estaba orgulloso, por otra parte, sabía que ahora podía desaparecer si quería. Me lo había demostrado.
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Comments
angelica noguera
niña pero te encanta ponerte en peligro
por Dios 🥺
2024-05-26
2
Gloria Rodríguez raya
tienes toda la razón Maritza no se gue piensa está brujita si el la guiere se lo a demostrado
2023-08-08
1
Marilyn 🤩💞💞💞
Tiene herido rl corazón
2023-04-14
0