Episode 18

—Begonias.

Adela vio dentro de la caja y encontró una nota simple, la abrió y leyó rápidamente.

“Espero que formemos una gran amistad, se ha ganado nuestro aprecio Srta. Adela y esperamos seguir junto a Ud. por mucho tiempo más, estas flores simbolizan el principio de nuestra amistad, esperamos le gusten. Atte. Doroty, Felipe, Daniel, Marco, Paul y Leandro. Posdata: Feliz Cumpleaños.”

Adela quedó sorprendida, siendo sincera, ella también los consideraba cercanos y les había comenzado a tomar aprecio después de tanto tiempo entrenando y trabajando con ellos. Mientras Adela admiraba aquel hermoso ramo de flores, no pudo evitar preguntarse quién era aquel joven sospechoso que había entrado a dejar la caja a su habitación.

Después de que terminara la fiesta, todos los invitados volvieron a sus mansiones, excepto Gabriel, quien había sido invitado a pasar la noche en la mansión del Conde.

—Espero no molestar.

—Para nada no te preocupes, mi padre te invito a quedarte por lo que no debes sentirte mal, siempre serás bienvenido aquí.

Dijo Adela mirando el rostro de aquel joven quien en su vida pasada había arriesgado su vida para salvarla, era inevitable no sentirse en deuda con él, pero lo que Adela no noto fue el ruborizado rostro de Gabriel, quien la miraba avergonzado y su corazón palpitaba fuertemente en su pecho.

“¿Por qué me siento así al ver a Adela?… Ella solo es la hermana de mi amigo, ¿verdad?” Se preguntó Gabriel a sí mismo mientras observaba a Adela frente a él.

—Bueno joven Gabriel, buenas noches, espero que descanse bien.

Adela entró en su habitación y abrió la entrada oculta, allí guardo algunas gemas que le habían regalado para su cumpleaños, y reviso los papeles que le había entregado Daniel el día anterior, Adela había decidido guardar todo lo que tenía que ver con el almacén en la habitación oculta para poder guardarlo en secreto.

Al día siguiente Adela había acordado con su madre salir al mercado, fue entonces que alguien llego a la mansión, se trataba de un mensajero del castillo.

—Buenos días, he venido a invitar a la Srta. Adela al palacio en nombre del rey.

Dijo aquel hombre canoso y bien vestido.

El cuerpo de Adela se tensó al escuchar que la habían mandado a buscar.

Adela subió a su habitación con la excusa de cambiarse antes de salir, pero al entrar Cathy le entrego una nota y la mando de inmediato a dársela a Doroty. Al paso de una hora que se había ido, Cathy, Adela decidió bajar con un vestido lila, simple, pero elegante, y subió al carruaje junto al mensajero del rey, deseando que Cathy alcanzara a llegar con Doroty.

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Cathy salió de la mansión en cuanto, Adela le dio la nota, y se fue de inmediato al local de Doroty, allí le entrego el mensaje y Doroty lo leyó en silencio, “He sido llamada al palacio, por favor manda de inmediato a los chicos a la mansión, asegúrense que mi familia este a salvo”. Doroty sintió que algo andaba mal, no había razón para que Adela la mandara a vigilar a su familia solo por haber sido llamada al palacio, pero eso lo discutiría con Adela cuando tuvieran tiempo de verse. Doroty llamo de inmediato a los jóvenes mercenarios y les ordeno ir a vigilar la mansión y asegurar el bienestar de la familia Kirsten. En ese punto fue que un joven de capucha negra entro en la tienda, alto, bien parecido, con cabello negro y ojos obscuros, en cuanto Doroty lo vio pasar la puerta, corrió hacia él y lo abrazo con fuerza, mientras los jóvenes presentes lo saludaron animados.