Capítulo 2

Empiezo mi día a las seis y media de la mañana. Me levanto y camino hacia el baño para hacer mi higiene personal. Luego, me doy una ducha.

Tengo que salir en busca de trabajo, así que termino de arreglarme y me pongo ropa formal. Bajo a desayunar y veo a mi madre preparando y colocando la mesa.

Milla: Buen día mamá.

Elsa: Buen día hija mía.

¿A dónde vas tan arreglada y a esta hora?

Milla: Voy a salir a buscar trabajo con Sarah, y no sé a qué hora volveré mamá, realmente necesito encontrar algo.

Elsa: Lo sé hija, pero no te preocupes, todo saldrá bien, rezaré por eso.

Milla: Gracias mamá, también siento que lo lograré.

¿Dónde está la abuela, no va a bajar a desayunar?

Elsa: No, ella no se encuentra muy bien hoy, dijo que no quiere comer nada, pero le llevaré algo dentro de poco.

Milla: Estoy preocupada por ella mamá, no está comiendo bien y tiene muchas náuseas queriendo vomitar todo.

Elsa: Sí, lo sé, la llevaré al médico esta semana para ver si ha avanzado porque ha habido algunos cambios y podría necesitar un tratamiento más riguroso.

Milla: Hazlo y avísame, quiero estar al tanto de todo.

Mientras Milla conversaba con su madre, Sarah le envía un mensaje.

Sarah: Amiga, ¡Buenos días! Ya estoy lista, ya voy a encontrarte.

Milla: ¡Buenos días! Vale, estoy saliendo.

Milla: Mamá, me estoy yendo, avísame si sucede algo por favor, besos te quiero. —le da un beso en la mejilla

Elsa: Vale, sí, aviso, ve con Dios y mucha suerte hija mía.

Milla: Gracias.

Salgo y me dirijo a una plaza cerca de casa para encontrarme con Sarah, y desde allí tomaremos un taxi.

Sarah: ¡Buenos días! Flor del día jaja —dice animada.

Milla: ¡Buenos días! Mi amor, ¿cómo estás?

Sarah: Estoy bien y preocupada por ti, ¿qué está pasando que ya tienes esa carita triste tan temprano?

Milla: Es mi abuela amiga, parece que está empeorando... ya lleva varios días.

Se siente un poco mareada, no quiere comer bien, tiene náuseas queriendo vomitar todo lo que come, hoy ni siquiera ha salido de su habitación para desayunar, estoy muy preocupada y con mucho miedo.

Sarah: Ay amiga, sé que es difícil y lamento mucho todo esto, pero ten fe de que todo estará bien.

¿Ya la llevaste al médico para hacer nuevos exámenes?

Milla: Aún no, mi madre la llevará esta semana, esperará su consulta.

Sarah: Entiendo.

Pero tranquila, todo estará bien, vamos a rezar por ella.

Vamos a mejorar esa carita para nuestra entrevista, porque hoy siento que todo saldrá bien... —dice animada.

Milla: De acuerdo, rezaremos para que todo salga bien. —dice no muy convencida.

Sarah: ¡Así se hace, chica! Vamos a alegrar un poco esa carita, ponte un poco de maquillaje aquí.

Milla: Gracias amiga, eres la única que me anima.

Detienen un taxi y suben. Se dirigen a la ciudad mientras conversan y hablan sobre dónde ir. El conductor escucha su conversación y les dice acerca de una empresa que está contratando secretarias y que es una empresa muy grande y reconocida.

Conductor: Disculpen chicas, no pude evitar escucharles hablar, pero creo que puedo ayudarles si lo necesitan, ¡por supuesto!

Milla: No te preocupes, señor, cualquier ayuda es bienvenida.

Conductor: Es cierto, pero entonces, hay una empresa muy grande en el centro que está contratando secretarias.

Hice un viaje para un empleado de ahí y me habló sobre la vacante, y si están interesadas puedo llevarlas allá.

Milla: ¡Wow! ¿En serio?

Conductor: Sí.

Milla: Gracias, señor. Aceptamos, sí.

Sarah: Gracias, vamos allá ahora mismo.

Conductor: De acuerdo, me alegra poder ayudar.

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