El lago

Narra Dulce

Esta delante de mi, con sus manos en mi cintura, sujetandome.

Creo que he dejado de respirar, mi corazón creo que dejo de latir y toda mi sangre subió a mis mejillas. Tenía unos ojos verdes penetrantes. Parecía que podían mirar hasta dentro de mi alma, le caían gotas de agua del pelo que llegaban hasta su pecho bien esculpido. Seguí la gota por todo el recorrido de su cuerpo hasta que se junto con el resto del agua del lago.

Volví a subir mi mirada, lo mire a sus ojos y sin darme cuenta baje la mirada a sus labios... Me mordí el labio inferior y agaché la cabeza avergonzada, pues debía de tener mis mejillas como dos tomates colorados.

Dulce: Lo siento, me asustaste... Y gracias por sujetarme.

*Ha desaparecido el frío, en brazos de este hombre puede hacer desaparecer el mundo entero.*

*Por dios conciencia callate, eres una pervertida!!! *

Lo vi sonreír, y subió sus manos hasta mis brazos, dando pequeñas caricias en ellos. Su toque me mandaba electricidad por todo mi cuerpo, hacia que mi corazón se acelerase, que mi piel se erizase.

Adams: ¿Estas bien? Me llamo Adams

Dulce: Yo... Si... Estoy... Estoy bien.

*idiota deja de tartamudear*

*¡¡no se que me sucede!! *

Dulce: Me llamo... Dulce

Pude sentir como se acerco un poco más a mi y creo que me olía, oh si, sin duda lo hizo.

Adams: Sin duda tu aroma es igual que tu nombre.

El seguía acariciandome los brazos de arriba abajo, aveces se paraba hacer pequeños círculos en ellos con su pulgar.

Se acerco un poco más, nuestros cuerpos estaban casi pegados, olvidé como se respiraba, no se cuanto aguantaría, pero creo que lo olvidé, su aliento caliente rozaba mi cuello. Se acerco más a mi oido, para mi ya no existía nada más. ¿Cómo podía ser que me hiciera sentir a si sin conocerlo?

*niña, respira*

*Olvide como se hacía, olvidé todo*

Note como se rio un poco y en mi oído susurro

Adams: Eres preciosa, como un ángel echo para mí. Hermosa como la Luna. Eres mía y solamente mía.

Apartó su cabeza poco a poco, no sin antes acariciar suavemente sus labios por mi cuello. Santa madre, iba a perder la cabeza. Notaba como el calor bajaba por todo mi cuerpo, hasta llegar a mi zona más delicada. No podía ser, no podía hacerme sentir a si. Sus palabras retumbaban en mi cabeza "Eres mía, solamente mía"

Narra Adams

Me metí al lago, eche un vistazo y las vi cerca de unas de las rocas. Me acerque a su amiga sin que ella se diera cuenta, le eche una mirada y entendió a la primera lo que quería, tenía que obedecer, yo era su futuro Alfa. No había peros. Quería que se fuera y nos dejara solos y a si lo hizo.

Ella estaba apoyada en la piedra ahora, mirando hacia la cascada y el paisaje que este lugar nos ofrecía. Puse una mano en su hombre y me puse en frente de ella. La debí de asustar porque sus piernas fallaron y la vi hundirse algo más en el agua. Por instinto la agarre de la cintura y la alze hacia arriba hasta su sitio correcto.

Note como su corazón se aceleraba, me gustaba causar ese efecto en ella. Pude ver como miraba la parte de mi cuerpo que no cubría el agua. Estaba mirando sus ojos, los tenía grises, unos ojos muy expresivos, profundos, y que me hacían verla aún más hermosa de lo que era.

Podía sentir que estaba avergonzada, las mejillas cogieron un color rozijo y agacho la cabeza, mientras se mordía el labio inferior. Ese gesto hizo que el calor subiera a mi, no se si podía aguantar las ganas de tenerla. Era tímida y eso me hizo desearla mucho más, estaba hermosa con ese color en su piel.

Como hombre lobo alfa puedo leer los pensamientos de los demás, y los suyos me encantaban. No puedo aguantar la sonrisa cuando la escuche pensar que podía hacer que desapareciera el mundo entre mis brazos.

Matty: Besala

Adams: No es el momento aún, puede asustarse, no nos conoce.

Matty: Ella lo quiere

Adams: Lo sé, pero... No sé si podré controlarme.

Le daba pequeñas caricias en sus brazos, pude notar su nerviosismo ante ellas, como su piel se erizaba.

Me presente y le pregunté algo divertido, si se encontraba bien. El efecto que le causaba me divertía. Ella se presentó como pudo, tartamudeando entre sus palabras... Dulce... No me extraña que se llamase a si. Era como su aroma dulce y embriagador. La olí no pude resistirme, tuve que hacerlo.

Me acerque a su cuerpo, casi la estaba tocando con el. Me acerque a su oído y creo que dejó de respirar por un momento. Y lo confirme escuchando sus pensamientos, no pude contenerme y reí un poco.

No pude resistir más y le dije lo que pensaba, que era hermosa y por supuesto que era mía, solamente mía. Me fui separando, no sin antes rozar mis labios por su cuello, donde un día iría mi marca, ella tembló ante mi toque, podía olerla, podía oler la excitation en su cuerpo ante mis toques y palabras.

Matty: Besala ya! La necesito! Es mía!!

Esta vez no pude desobedecer a mi lobo, que arañaba queriendo que le diera el control. No podía hacer eso, o ella saldría corriendo. Me acerque a su cara, nuestra nariz se rozaron, no podía apartar la mirada de aquellos ojos grises que me pedían a gritos que la besara. Estaba a milímetros de sus labios, respirabamos el mismo aire. Susurre en sus labios...

Adams: Mi Luna... Eres mía mi Luna.

La vi cerrar los ojos y esa era mi señal, puse mi mano detrás de su nuca y fui a besarla sin dudarlo.

Solo pude rozar sus labios, cuando una voz hizo que me tuviera que apartar de aquellos delicados y hermosos labios que tanto deseaba.

Mi lobo gruñia furioso, y yo también. Se me escapó un pequeño gruñido y apreté los puños buscando a quien tenía las agañas de molestarme.

Como no, como no tenía que ser esta mujer.

Vanessa se acerco a mi y me agarró del brazo. Mientras miraba a Dulce me pregunto.

Vanessa: ¿Que haces? Te estaba esperando.

Adams: No es asunto tuyo, lo que estuviera haciendo. No debes esperarme.

Note como Vanessa se enfada ante mis palabras, me agarró más fuerte del brazo y junto su cuerpo con el mío.

Dulce: Yo... Debería irme.

Vanessa: Si deberías irte de aquí.

Note el desconcierto en la mirada de dulce y podría decir que hasta algo de tristeza. Oh no, ella pensaba...

Matty: Eres un idiota, ella piensa que es tu novia.

Adams: ¿Que quieres que haga? Vanessa es a si... Esta obsesionada conmigo.

Matty: Ella no es nuestra luna, no es nuestra mate, no es nada nuestro. Has herido a dulce.

Adams: Yo...

Vi como Dulce de iba poco a poco de mi lado, con la cabeza agachada, pensando en muchas cosas que no eran ciertas. No sabía que hacer.

Adams: ¿Que te crees que estás haciendo Vanessa?

Intente quitarme de su agarre e ir detrás de Dulce, pero ella se puso delante mío y me rodeo con sus piernas en mi cintura.

Vanessa: ¿A donde crees que vas? Sabes que eres mío Adams.

Adams: No soy tuyo Vanessa, que se te meta en la cabeza ya.

Vi como Dulce dio un pequeño giro a su cabeza y nos vio. Puedo suponer que pensara que esto era algo íntimo, pero no era real. No para mi.

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