RESPUESTA

Mía al oír aquel susurro fascinante en su oído se estremecío, su piel estaba completamente erizada, el alcohol y sus palabras habrían sido la combinación más peligrosa de su vida, a pesar de ser fuerte no dejaba de ser un ser humano, una mujer enamorada y Rodrigo su debilidad, la rubia cerró completamente sus ojos mientras su olfato grababa ese olor masculino, su cintura era presa de aquellos brazos fornidos, Mía parecía volar entre las nubes, habrían sido muchos años imaginado estar así, tan cerca, tan pegadita a él, su mente soñadora maquinaba el perfecto beso, ese roce suculento de sus labios con los suyos, el pelirrojo le concedió el permiso de hacer lo que ella quisiese tenia la oportunidad, en bandeja de plata, pero tomando aire se recompuso, entendió que no tenía quince años, que no era una niña con su juguete favorito, así que con picardía libero una risa......

- Ay Hardy por favor! no me haga reír, por quién me toma? acaso cree que voy a lanzarme a sus brazos y fingir que mis piernas tiemblan por su causa? no soy como Cristal y las demás que casi se tiran a lamerles los pies, no Hardy, eso jamás, además usted no es mi tipo, solo le voy a pedir que me saque de aquí, es todo - terminó de decir la rubia simulando falsas palabras, mintió tan bien que al pelirrojo no le quedaron dudas que con Echelly la tendría muy difícil......

- sus deseos son órdenes Mía, yo solo quise ayudar, perdón si eso le molesto - Rodrigo hablaba con calma, sin dejar de sonreír, siendo un caballero, Mía presentía tambalearse en mil sensaciones, su corazón latía a un ritmo que la perjudicaba, aunque igual mantendría pie en tierra......

- no me ofende, tranquilo, solo que quiero dejarle claro que no soy como las demás Hardy, ahora andando, no quiero estar más aquí - Musitó la rubia sofocada, pero actuando serena. .....

- eso me ha quedado claro desde hace mucho tiempo Mía, no tiene porque aclarar nada, por mi no hay problema, venga conmigo - Hardy extendió su mano y Mía la acepto, diciéndose a sí misma que no podía caer, se repetía en la mente una y otra vez, con elegancia ambos caminaron hasta llegar donde Pamela y las demás para despedirsen......

- Muñeca me voy, tú hermano me ha invitado a cenar y la verdad muero de hambre - la gemela Hardy sonrió satisfecha cuando Mía le conto aquello, su plan no había fallado y eso la llenó de felicidad......

- oh por Dios! - balbuceo sonriendo - pero que fabuloso, vayan, que esperan? yo estaré bien aquí, Armando pronto vendrá por mi, prométamen que la van a pasar delicioso -Cristal a lo lejos escucho todo, sin decir nada ya que su prometido había llegado, con hipocresía se despidió, entre tanto Mía y Rodrigo salieron de allí como si de una pareja se tratara, el brazo de Rodrigo enroscado a esa diminuta cintura, si hasta parecían ser la pareja perfecta......

- Hardy con sutileza abrió la puerta del copiloto, pronto los nervios de Mía hicieron acto de presencia, comprendió que iban a estar solos, muy solos, tampoco había marcha atrás, actuar inmadura no era una opción, con gentileza le sonrió y sin decir nada tomó asiento, al respirar inhaló toda esa fragancia que por largo tiempo ha imaginado en su piel, pero que jamás obtendrá......

- perfecto señorita Echelly, alguna sugerencia? - interrogó el pelirrojo curioso por conocer un poco más de ella, Mía giró su vista hacia él, viéndolo fijamente....

- sigue preguntando Hardy! es usted quien me ha invitado, sorpréndeme, quiero ver que tan interesado está en convencerme - y fue entonces cuando Hardy rogó al cielo por una ayuda, un milagro, no era tonto, conocía mil lugares, pero temía que a ella no le gustara......

- perfecto! así será Mia - balbuceo respirando de más, la rubia una vez lo vio al volante, manejando de esa manera tan sexi, palideció, por ello retiró la mirada, se enfocó en otra cosa, prefirió tomar su teléfono, en la pantalla vio su rímel algo corrido, recordó entonces la copa de vino, sintió vergüenza verse fea, mientras él Lucía de punta en blanco, con cautela sacó su labial rojo de su bolsa junto con un pequeño espejo, no podía verse así, no delante de él, con suavidad maquilló sus labios, capturando la atención de Hardy, y no era que nunca hubiese visto a una mujer hacerlo, de eso estaba acostumbrado, pero Mía robó su mirada, el semáforo cambió a rojo, obligándolo a detenerse, la rubia estaba tan concentrada de quedar bien, que no se había dado cuenta, pero los penetrantes ojos de Hardy la hizo detenerse......

- continúe, haga de cuenta que no estoy aquí - murmuró Hardy sin dejar de verla, pero Mía no podía, su sola presencia la perjudicaba.......

- no tranquilo, ya terminé - respondió acomodando su larga melena dorada, Hardy se perdió en esos cabellos que brillaban con la poca luz del sol, pues faltaba poco para oscurecer, fueron segundos admirando la belleza de la rubia, pero al instante reaccionó, se negó a desearla, no podía! sabia que perdería su tiempo, Mía había dejado todo claro, tragando saliva condujo hasta el único lugar que imagino le gustaría, no obstante Mía parecía un volcán a punto de hacer erupción, estallar para ella era poco, sus manos sudaban, el pelirrojo la hacía delirar, pero respirando con suavidad se relajó....

- bueno señorita Echelly, llegamos, espero le guste tanto como me gusta a mi - la rubia lo vio directamente a los ojos, en una mirada difícil de descifrar, sonriendo sensual y es que ese rímel sin duda era tentador - yo espero lo mismo Hardy - murmuró sutilmente, en un juego de seducción.....

- presiento que si Mía - Hardy soltó su cinturón para luego bajarse y abrirle la puerta a la hermosa rubia, extendiendo su mano como de costumbre, Mía con educación la recibió y con elegancia camino con su brazo enroscado al de él, mirando detalladamente el lugar, un restaurante elegante, reservado, con música clásica al fondo, el interior era mucho más hermoso, más cálido, con un toque antiguo, pero todo perfectamente cuidado, en un ambiente familiar pero a la vez romántico, a pesar de Mía vivir muchos años en Madrid jamás había pisado ese lugar, normalmente frecuentaba el restaurante de siempre con Pamela, no era mujer de muchas citas y el trabajo la agota demasiado que prefiere llegar a su casa.....

- Bienvenida señorita Echelly, le gusta? - pregunto Hardy, aunque por su actitud puede decirse que si.....

- no está mal, le puedo dar un cinco de diez - balbuceo Mía disimulando que le había encantado.......

- bueno, eso me deja algo tranquilo, un cinco no es malo, pero por favor, siéntese - el pelirrojo acomoda su asiento, mientras lo hace un mesero llega muy gentil a tomar su orden....

- bueno, por si te interesa mi opinión, amo la sopa de camarones que sirven aquí - sugirió Hardy con amabilidad.....

- gracias por su consejo Hardy, pero soy alérgica a los camarones, cerezas y picaduras de abeja - confeso Mía guiñando el ojo......

- Vaya! entonces no, procure por favor caballero no traer a nuestra mesa nada que contenga esas cosas, por lo menos te voy conociendo más - Mía río por un instante, de verdad que Rodrigo no era tan nefasto y pretensioso como ella creía......

- ya vez, las mujeres somos un caja de sorpresas, pero dígame Hardy, por qué me estaba buscando tanto?, no me diga que piensa insistir en ese matrimonio! porque me tiene atocigada con el tema - Rodrigo libero un suspiro, su preocupación y zozobra iban a acabar con él......

- para qué le voy a mentir Mía? de verdad necesito de su ayuda, el tiempo se me agota, mi madre está preocupada, lo sé, lo siento cada vez que me pregunta, de corazón Mía, ayúdeme - la rubia recordó la angustia de su madrina, pero también el comentario de Cristal, qué más daba? se preguntó a sí misma, entre cerro sus ojos mientras su dedo índice hacia círculos sobre la copa de champán.....

- Hardy, usted no se dará por vencido verdad? - pregunto sería, pensando en los pro y en los contra de esa negociación.......

- no Mia, bien dice el dicho, mucho va el agua al cántaro, hasta que se revienta, así que seguiré buscando un si como respuesta.... - la seguridad e ímpetu del pelirrojo convencían a la rubia......

- no crea que se la voy a poner fácil Hardy, tengo condiciones, y no creo que le vayan a agradar - musitó Mía bebiendo champán, pero eso para Rodrigo sería una gran esperanza......

- las que quiera Mía, soy todo oídos, estoy dispuesto a cualquier cosa - gruñó convencido, sin saber de qué se trataba, Mía siligiosa, convencida y decidida le explicaba las mismas condiciones que habría puesto Pamela, detalladamente, explicaba una por una, Hardy tomó aire, no sería fácil, pero no había más salida.....

- bueno Mía, la verdad no esperaba menos, conociendo un poco su carácter sabia que no la tendría color de rosa, pero acepto, es lo justo, buscaré un abogado, uno bueno y que ninguno cercano a nosotros lo conozca - la rubia no imagino que estaría de acuerdo, eso significaba que habría matrimonio, que ella sería la señora de Hardy.....

- pero falta una cosa más Hardy, le advierto, si no logra convencer a mi padre que es usted el indicado, el prospecto de hombre perfecto para mi, se rompe el trato, no pienso sobrepasar las reglas que él me impone solo para complacerlo a usted, así que deberá conquistarme ante sus ojos como cualquier hombre lo haría, si falla, todo se cancela, me importa si el contrato llega a estar firmado, le repito no pienso contradecir a mi padre por nada, así que si yo fuese usted, empezararia a enviar cientos de flores a mi casa y mi oficina - la rubia sabía muy bien lo que quería y Rodrigo lo empezaba a comprender......

- perfecto Mía, será como usted diga, de mi padrino me encargo yo, déjelo en mis manos, no creo que el papá sea más difícil que la hija, así que me enviará redactado el documento por correo, yo lo haré llegar al abogado y una vez listo lo firmamos, pero creo que se nos olvida una parte - Mía se queda pensativa, analizando lo que sería, pero su cabeza parece estar en blanco......

- Si? cuál señor Hardy? - pregunto curiosa.....

- muy fácil Mía, si queremos que nuestros padres nos crean, debemos fingir que nos queremos, por eso debo tener su autorización para cuando deba besarla, abrazarla, simular que es la mujer con quién me voy a casar, eso si, tranquila solo cuando sea necesario, es obvio que de ahí no pasará, que no abra más contacto físico como sexo, por ejemplo - Hardy parecía tener todo claro, pero Mía no había pensando en eso, su cabeza lo omitió por completo, un calor la invadió, besarlo! pensó, aunque moría por eso no estaba preparada, cómo lo estaría? eso sería involucrar más su corazón, un silencio ocupó la mesa, pero Mía lo intimidaria como él lo hizo con ella.....

- y quién le dijo que no va haber sexo señor Hardy? - pregunto titubeando, viéndolo con picardía, riendo sensual, Rodrigo palideció, por un instante su corbata le quitó el aire, la rubia logró su cometido, pues el pelirrojo quedó sin palabras.....

- Qué? - pregunto con asombró......

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