Sacerdotisa... Prólogo

Prólogo

Entre a la iglesia y camine al interior donde un padre se encontraba rezando en una banca al final del lugar.

La lluvia caía muy fuerte afuera mientras los truenos y relámpagos alumbraban el cielo. Las velas le daban a la iglesia un aire misterioso.

Sasha

Buenas noches...

Susurré

El padre me miro y sonrió.

Padre

¿Puedo ayudarte con algo?

Asentí con la cabeza

Sasha

¿Puedo preguntarle algo?

Padre

Claro que si...

Sasha

¿Creé que existen las cosas sobre naturales?

Padre

Bueno, la biblia dice que nos enfrentamos a cosas malignas.

Sasha

¿Cómo los vampiros?

Padre

¿Vampiros?

Sasha

Claro... Padre, ¿Cree que existen?

Padre

Soy muy abierto a creer en eso...

Levantándose de la banca donde estaba se acerco a mi y observó lo mismo que yo. Un vitral, en el había ángeles en lo que parecía estaban llevando a una mujer al cielo.

Sasha

¿De qué sirve tener la vida eterna si estás solo?

Le preguntó sin despegar la mirada del vitral

Padre

Drácula debe tener muchas novias ¿no?

Pregunta el padre algo divertido.

Me encogo de hombros indiferente

Sasha

Aún así debería sentirte solo.

Padre

Si existiesen...

Susurró

Padre

¿Qué pensarías?

Mire el vitral con atención mientras el padre esperaba mi respuesta. Al final me encogí de hombros.

Sasha

Creo... Que deberían morir.

Un relámpago iluminó el lugar a través del vitral dejando todo en colores.

Padre

En ese caso...

Murmuró

Padre

Deberías tenerles miedo.

Sasha

No les temo...

Coloque la mano por encima de mi chaqueta con cuidado.

El padre me atacó de pronto, mostrando sus colmillos.

Caí al piso junto con él, pateandolo con fuerza logré quitármelo de encima mientras lograba sacar de mi chaqueta una katana.

Con un rápido giro de ella y con precisión le corte la cabeza. La sangre se esparció por todos lados manchando mi ropa y las bancas así como la todo lo que antes era blanco.

Sasha

Tsk, como los odio...

Me levanté y mire la sangre a mi alrededor.

Sasha

Asqueroso...

Sin embargo, no pude seguir quejándome pues la puerta se abrió y salio otra persona. Al ver la escena gritó y vino a mi encuentro también...

Levante mi brazo y le disparé a la cabeza haciéndolo caer muerto junto a mis pies.

Cansada, chasquee la lengua.

Me arrodille a su lado y revise sus cosas... Nada.

Me levante del suelo y mire los cuerpos muertos.

Me percine y suspiré.

Sin mirar atrás salí del edificio.