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Casada Con El Señor Smith

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Me hubieras

Capitulo 9.

Una semana después

Hospital Pitié-Salpêtrière

Habitación 105

-Buenos días -sonríe

-Hola Daniel -sonríe levemente

-¿Cómo estás Sol?-le pregunta Daniel

-Bueno ya me siento mucho mejor gracias por preguntar.

Dios en verdad espero, algún día acostúmbrame a qué me llamen Sol.

-que bueno que te sientas bien, porque sabes que adivina. -emocionado

-Daniel, no es para adivinar anda dime qué pasa

-Bueno, bueno pues hoy te darán de alta -sonríe

-Ah eso -mira por la ventana

Irme de aquí y volver de nuevo a esa mansión que me hace sentir presa, sin libertad.

-Santo cielos en verdad pensé que te ibas a emocionar -decepcionado

La verdad no la culpo desde de esta aquí su padre, Antonio y yo somos los únicos que hemos estado visitando la.

Ni su madre ni si hermana han venido a visitarla.

-Buenos días -entrando en la habitación

-Buenos días

-Ya firme los papeles de salida cuando quieras podemos irnos.

-Voy a buscar al señor Steven, para avisarle que ya nos vamos.

-Espera Daniel, no lo hagas ya me quiero ir de aquí, solo saque me de aquí.

Lo último que quiero ahora es ver a mi padre aún me molesta cada vez que pienso que todos estuvieron de acuerdo en que yo me hiciera pasar por Sol, Dios que familia me ha tocado.

-Bien -responde Daniel

Al cabo de unos minutos una enfermera llega con una silla de ruedas Antonio, la carga y la ubica en la silla con todo listo salen del hospital donde afuera ya estaba esperando los Daniel, con el auto encendido.

Nuevamente Antonio, carga a luna, mientras Daniel, guarda la silla de ruedas.

Dentro del auto

-Bien listos para ir a casa -emocionado

-Daniel, solo arranca y vámonos de aquí ya no quiero seguir en este lugar.

-Si ya lo sé, odias los hospitales

Por más que pase el tiempo el aún no lo olvida lo que pasó hace años.

Mientras Daniel, conducía Luna y Antonio estaban en la parte trasera.

-Debido a tu gran plan de fuga me has causado muchos inconvenientes.

-Enserio no me sigas -cruzando los brazos

-Entonces debiste dejarme ir cuando te lo pedí

-Entonces dame ahora mismo los 20 millones -serio

-Yo…yo no tengo esa cantidad

Cómo le voy a pagar ese dinero si yo no fui la que firmó ese contrato.

-Entonces no me pidas que te deje ir, que está sea la última vez que tocamos este tema Sol.

-Ten por seguro que está no será la última vez -molesta

-Ya basta -empezando a molestarse

-No tengo como pagarte esa cantidad de dinero, pero haré cualquier cosa para que te aburras de mi y me dejes ir.

-Jajaja en verdad no me digas.

-Antonio -lo interrumpen

Santo cielos Antonio, acabo de salir del hospital como puedes atacarla ahora por dios.

-Cierra la boca Daniel.

Silencio

-Has dañado los planes que tenía en mente hace unos días mis padres llegaron a la mansión así que cumple a la perfección con tu papel de esposa.

-Yo no haré eso -lo mira fijamente

-Carajo Sol, firmaste un contrato es que no sabes cumplir con lo que firmar -alzando la voz

-Mis padres aún no tienen idea de que existe así que hoy sabrán que eres mi esposa y en cuanto a tu estado les diremos que te has caído por las escaleras.

-Apenas llegué les contaré todo a tus padres, les diré cómo me apuntaste con un arma y me obligaste a firmar los papeles para casarme contigo.

-Crees que con eso dejaras de ser mi esposa, después que te conocí solo te metes en problemas será por esos que solo tú padre te iba a visitar y eso tal vez lo hizo por su trabajo.

-Todos estos días no recibiste una visita que no fuéramos nosotros tres así tan querida eres -mirándola

-Antonio, ya basta ella acaba de salir del hospital -conduciendo

-No te preocupes Daniel, a ella le encanta discutir y no le importa si está bien o no.

Silencio

-Debiste dejarme morir -mirando por ventana

-Que -sorprendido

-Lo que has oído, tal vez tienes razón así tan mala persona soy que ni mi propia familia que quiere, tan mala soy que prefieren la felicidad de mi hermana antes que la mía -a punto de llorar

Si tan solo supieras por las cosas que he pasado, si ya. Solo supieras lo que mi familia me ha hecho solo por ver a mi hermana feliz.

-Tan mala soy que les dio e igual que me obligaste a casarme contigo, tan mala soy que a nadie le importó.

Antonio, se sorprendió al escuchar como “Sol” le dijo que la hubiera dejado morir, lo que más le sorprendió mientras miraba por la ventana como sus lágrimas corría por sus mejillas.

Al ver la así no pudo evitar sentirse mal por lo que le había dicho.

Después de haber conducido por 30 minutos ya habían llegado a la mansión mientras Daniel, bajaba del auto para ir por la silla de ruedas.

Dentro del auto

-Llegamos de seguro estás cansada y solo quieres entrar y descansar, pero eso no se podrá al menos por unos minutos solo cumple con tu papel de esposa.

-Me dejaras en Paz después – mirándolo

-Te dejaré descansar después de esto, solo comporte y sonríe que mis papás en verdad crean que somos una pareja.

-Listo Sol -abriendo la puerta del auto

-Si Daniel -sonríe

Daniel, con mucho cuidado carga a “sol” y la coloca en la sillas de rueda.

-Bien Sol, aquí vamos -nervioso

Santo cielos espero que tú plan funcione Antonio, de lo contrario te va ir muy mal con tus padre y más con tu madre que tiene un carácter que cualquier prefiere morir antes de ver a esa mujer molesta.

Justo cuando entran a la mansión sus padres bajaban las escaleras

-Hijo que bueno que ya estás aquí -sonríe victoria

-Hola mamá-sonríe

-Señor Williams -sonríe

-Hola Daniel, Buenos días que bueno que llegan estábamos a punto de ir a desayunar.

-Has traído invitado hijo -mirando a “sol”

-No madre ella no es una invitada, recuerdan que les dije que les tenía una sorpresa pero se iba a retrasar un poco.

-Si lo recuerdo -responde Williams

--Bueno está es la sorpresa de las que les hable padres ella es mi esposa Sol -sonríe

-Que -dice Claudia mientras se detiene en las escaleras

-Pe…pero que has dicho Antonio, acaso escuché mal -sorprendida

-No, mamá lo escuchaste bien ella es Sol, mi esposa