CAPÍTULO 3

CAPITULO 3 - ESTEBAN

Llevo un año de gira junto a mi mejor amigo Mateo ya que ambos nos movemos en la industria del entretenimiento. Justo hoy llego a mi ciudad, mi madre como siempre espera mi llegada

¡Hijo! - se emociona y me besa toda la cara - ¡Mi bebe, hermoso!

Madre, no soy un bebe - contesto serio y ella sonríe - ¡Para mi lo serás siempre...! Por cierto, hoy comienzan tus clases en la universidad pero como acabas de llegar puedes faltar

Iré a dormir un poco luego puedes elegir cualquier lugar para salir - menciono y contesta risueña - ¡Mi hijo es un buen niño!

De reojo veo a mi padre sentado en la sala con un periódico en una mano y su café en la otra. 

¿No piensas saludar a tu padre? - cuestiona con sequedad, me detengo por un instante y continuo mi camino hacia la habitación

Si sigues con esa actitud cerraré las puertas para tu música - amenaza y sonrió con burla - Toda mi fama fue gracias a mi esfuerzo y talento. ¡¡No te atrevas a amenazarme con destruir mi carrera que también tengo la forma de hacerte perder!!

¿Lo escuchas, Jessica? - habla con frialdad hacia mi madre - No haz hecho un buen trabajo como madre. ¡Le hizo falta mano dura!

Hijo ve a dormir, luego te despierto - menciona mi madre y continuo mi camino.

Después de dormir un poco me preparo para salir con mi madre.

Al día siguiente voy a la universidad, utilizo gorra negra y cubrebocas del mismo color. Todos los profesores y el director de la universidad conocen mi identidad

¡Esteban, exageras utilizando eso! - Mateo señala la gorra y el cubrebocas - ¡Así llamas la atención!

No lo creo - contesto - Mejor vamos a un lugar silencioso para poder concentrarme en la nueva canción

Escribir música me ayuda a abandonar  mi patética vida, es como si me transportara a otro mundo . El resto de la semana iba a la universidad solo por la asistencia, no pasaba clases y no lo necesitaba porque de todas formas aprobaba las materias.

La ultima clase - suspira Mateo - Vamos a la fiesta de esta noche

No tengo ganas de ir - contesto, intento concentrarme en la nueva canción 

¡Vamos amigo! - ruega y me quita mi libreta - ¡Si no vas conmigo, lo destruiré!

¡¡Mateo!! - sentencio y se ríe con incomodidad - ¡Estas atascado! Lo mejor será que te relajes un poco y verás como todo vuelve a fluir

Mateo si no fueras mi mejor amigo, te mataría ahora mismo - gruño, me levanto y salgo del solitario salón.

Al llegar a la casa de mi amigo subo a la habitación que me cedieron sus padres y rebusco en el closet.

Los padres de Mateo son unos santos en comparación con los míos - pienso y un recuerdo vago sobre una mujer castaña viene a mi mente. Trago grueso, tiemblo ligeramente y cierro mis ojos.

¿Otras vez recuerdas a esa mujer? - escucho la voz seria de Mateo - ¡Solo debes recordar que Jessica es tu madre!....¡Ten! - me entrega una pastilla con un vaso de agua, lo tomo y comienzo a sentirme mejor

Siempre olvidas tus pastillas - menciona y suspira - Vamos a divertirnos un poco

Al llegar a la fiesta todo me parece aburrido,  me acerco donde están los tragos y comienzo a beber. 

¡Vaya, eres muy guapo! - habla una mujer de mi edad pero continuo bebiendo, ignorándola por completo  – Incluso tu actitud fría y distante me gusta - se acerca y agarra mi rostro con ambas manos, su atrevimiento me enfurece

¡No me toques! - la aparto de mí con brusquedad, sin dejarle ver con exactitud mi rostro me coloco el cubrebocas que tenía

¡Me largo de aquí! - menciono a Mateo y salgo sin esperar que hable

Es irónico que como cantante famoso no soporte a las personas que se me acerquen - divago mientras camino fuera del lugar - y menos que me toquen

A lo lejos visualizo salir de un lujoso coche deportivo a una mujer hermosa, de cabello rubio y la figura de una diosa, puedo deducir que es de mi edad, está con alguien más pero no presto atención y me detengo embobado por su belleza

Esteban, no seas aguafiestas y regresemos a la fiesta - habla Mateo haciendo que salga de mi trance. 

No - giro un poco mi cuello hacia él y cuando continuo mi camino su amiga choca y gruño con frialdad - ¡¿Eres ciega o tonta?!

Yo... lo lamen..to - contesta de forma tímida

¿Crees que una estúpida disculpa bastará? - vuelvo a hablar, por el rabillo de mi ojo veo que la rubia se acerca rápidamente

Se acaba de disculpar - habla mirándome fijamente a los ojos, ella me escanea de arriba hacia abajo y frunce su ceño

¡¿Estás sorda?! - menciono con irritación - ¡Una disculpa no basta!

Amigo, ella se acaba de disculpar - interviene Mateo

¡¡No te metas Mateo!! - gruño, ella da unos pasos hasta quedar a escasos centímetros de mí, levanta la barbilla con altivez - ¿Quieres que te compense por un simple accidente?

¡Joder! Su cercanía no me produce irritación sino me hace estremecer - hablo internamente y sonrío de lado

¿Y, cómo lo harás? - cuestiono con sensualidad, por un segundo se queda aturdida y responde - ¿Cuál es tu precio?

Dos millones o... - hablo mientras sujeto su barbilla con rudeza - O podrías pagarme de otra forma

Veo que sonríe, por un momento me siento triunfante cuando caigo y gimo sujetando mi entrepierna por el dolor del golpe

¡Listo, cuenta saldada! - se inclina ligeramente con una sonrisa burlona, luego la veo desaparecer

¡Jajaja pero que carácter! - se burla Mateo y apunta de lejos mi zona adolorida - Nunca lo has utilizado y hoy casi lo pierdes

¡¡Cállate y ayúdame!! - grito y me ayuda a ingresar al coche.

Al llegar a mi casa me despojo de mi ropa hasta quedar en bóxer, me lanzo a la cama y caigo rendido por el sueño

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