la familia Marshall

No se exactamente cuánto tiempo paso desde que Arturo se fue , nuevamente me encontraba en la oficina de aquella trabajadora social ,me atendieron muy bien estuve en una pequeña sala donde había unos juguetes , me regalaron algunos jugos y galletas luego de unos minutos llegaron por mi , me levanté y tomé mi muñeca en brazos , pregunté muy curiosa.

- ¿ a donde vamos?

- A la oficina alguien vino por ti – responde

Me puse algo nerviosa, pues tenía miedo de que fuera la abuela nuevamente – en ese momento mis pensamientos se vieron interrumpidos por unos gritos

-¡Violet! ¡Violet!

Levante mi rostro y me di cuenta que era mi hermano Samuel , salí corriendo a su encuentro nos sumergimos en fuerte abrazo , me encontraba llorando de la emoción .

-¿viniste por mi ¿ - pregunte entre sollozo

- ¡ si tonta ¡ Nunca te dejaría aquí – respondió Samuel, depositando un bezo en mi frente y apretando más el abrazo.

- ¡ hola nena ¡ Dice una mujer de piel blanca , ojos azules cabello castaño largo asta la cintura , de inmediato reconocí quien era .

-¡ madrina ¡ Grite emocionada , corrí hacia ella la abrace y ella respondió el abrazo .

- ¿ viniste por mi ¿- pregunté emocionas

- ¡ claro que si mi niña hermosa ¡ - me responde con una sonrisa y los ojos llenos de lagrimas.

- Sra Marshall necesito que llene unas plantillas antes de irse – interrúmpete diciendo la trabajadora social.

Ambas se dirigen a la oficina mientras Samuel y yo esperamos afuera, yo le conté lo sucedido con Arturo mientras el solo responde.

- No me sorprende el siempre fue el consentido de la abuela Martha

Yo respondí alzando mis hombros en señal de no impórtame.

Luego de unas horas salimos de aquel lugar ,rumbo a lo que sería mi nuevo hogar la mansión Marshall, para nosotros no era algo nuevo pues ya mi abuela nos había llevado en algunas oportunidades a ese lugar era maravilloso , tenía un gran jardín , un patio enorme con una gran piscina, la casa era como un gran palacio con varias habitaciones , todo era de cristal recuerdo que la abue decía que si se rompía un jarrón no le alcanzaría la vida para pagarlo así que entramos con mucho cuidado de no tropezar con nada , ella nos indicó que ya no estaríamos en la habitación de servicio, que viviríamos como ellos ya que éramos parte de la familia Marshall , mi hermano y yo nos miramos sorprendidos no podíamos creer que viviríamos en un lugar que para nosotros era una fantasía. La nueva ama de llaves la Sra Sofía, una Sra de edad avanzada era amiga de mi abuela nos ayudó mucho cuando ella enfermó, nos dio la bienvenida con un gran abrazo y nos llevó a lo que sería nuestras habitaciones , no lo podíamos creer eran enormes mi cama era hermosa con detalles color rosa con blanco parecía para una princesa.

Mi habitación estaba junto a la de Briana la hija de mi madrina era mayor que yo por 2 años, éramos las mejores amigas con el tiempo se convirtió en mi hermana.

Nos instalamos en la casa, entramos a la escuela , aunque para mi no era fácil, no tenía muchos amigos de echo solo hablaba con Briana cuando lográbamos coincidir en el descanso mi hermano estaba en otra escuela para militares, ya que el esposo de mi madrina era Coronel del cuerpo de marines de los Estados Unidos , él era como nuestro padre y mi hermano lo admiraba como un héroe así que quería seguir sus pasos.

En ocasiones me llevaban al psicólogo algo y en realidad comenzaba a molestarme, después recibía las visita de una trabajadora social cosa que también me molestaba, pero mi hermano siempre decía que todo eso era necesario si queríamos seguir con nuestra madrina así que solo respiraba profundo y salía a cada encuentro con cada una de ellas.

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