—¡Hyo déjame ir por favor! —Yuri exclamó.
—¡No puedes!
—¡Tengo que saber si Yoona está bien!
La chica lloraba a mares.
—Si su hermano resulta estar bien, te impedirá la entrada porque no te conoce.
—Entonces le diré la verdad…
—¡Tampoco puedes, saldrá peor! —exclamó Hyoyeon—. ¡Ahora solo puedes esperar! ¡Entiende por favor!
Ambas chicas miraban el televisor. Aún no había noticias sobre los principales afectados de la explosión. Yuri sentía una impotencia al no poder ir a ver a Yoona. La morena seguía llorando.
—Ella debe estar bien si no la han identificado. Yuri, por favor cálmate.
Hyoyeon ya no sabía qué hacer con su compañera, también se sentía mal por verla así, pero nada podían hacer. Caída la noche, Hyo se arregló para irse a dormir, pero sin antes advertirle a Yuri que no hiciera nada estúpido. Esperó a que su compañera se durmiera para salir a buscarla, aunque le costara la vida.
La mansión de Pettyfer estaba custodiada por la policía, seguían sacando restos de escombros y tratando de
salvar sus bienes. No se le permitía la entrada a nadie. Yuri se acercó a ellos a escondidas y trató de escuchar lo que los policías decían.
—¿No hay más cadáveres ahí?
El corazón de Yuri se apachurró ¿Qué quiso decir con cadáveres? ¿Todos estaban muertos?
—Solo hay el de los guardias, los heridos fueron llevados al hospital privado del dueño.
“Hospital privado… Yoona podría estar ahí. ”
Averiguó en donde se ubicaba el hospital privado de Pettyfer y se fue hacia allá. Era muy cómodo tener un auto
muy sofisticado, pero que pasaba desapercibido, llegó sin ningún problema al hospital. Se veía como un hospital normal, entró y buscó en recepción, pero le negaron la información.
—¿Por qué no puede decirme en que habitación está?
—Lo siento señorita, no podemos dar información privada.
—¿Por qué es privada? Ella es mi amiga.
—Disculpe, solo familiares.
Yuri hizo una mueca. Se quedó mirando a la chica que no quiso darle información esperando a que se distrajera y así pudiera ver su computadora, pero parecía fiera cuidando su lugar. Se odió a sí misma por quedar en evidencia. Era seguro que muchos periodistas habían ido a ver que noticia sacaban de la familia de Pettyfer dado que era muy famoso. Terminó quedándose dormida en las sillas.
A la mañana siguiente, todo parecía estar de maravilla. Los amantes tenían la casa para ellos solos. La bestia despertó y lo primero que hizo es montarse sobre la chica.
—Mmm… —Johana gimió.
Él sonrió de lado, procedió a hacer lo que estaba deseando, sin que ella pudiese resistirse.
—Oh…
—¿Qué haces? —Johana se talló su ojo.
—Sexo mañanero… por supuesto.
—Ni siquiera esperaste a que despertara. —Se cubrió la boca para bostezar.
—Ya estás despierta. —Sonrió.
Detuvieron su charla cuando la bestia terminó, Johana estaba despertando apenas.
—¿Me puedo levantar ya?
—¿No quieres correrte?
Ella negó.
—Tengo hambre.
—Bien, comamos, pero antes hay que darnos un baño.
—Entraré primero.
Johana se levantó de la cama y se encerró en el baño. Él esperó por unos minutos y se imaginaba lo que la chica
estaba haciendo, esperó un minuto más y entró. Se quedó parado como piedra, lo que veía era increíble. Ella se pasaba la esponja por todo su cuerpo, la espuma cubría la mayoría de su cuerpo, pero dejaba algunas expuestas, la bestia limpió la baba que le salía por comisura del labio y trató de no poner la cara pervertida que lo caracterizaba. Vio con suma envidia cuando el agua de la regadera recorrió su cuerpo desapareciendo toda la espuma que tenía. La espuma caía lentamente por cada centímetro de su cuerpo, acariciando su bella piel y dejándola desnuda. Tragó más saliva cuando sus ojos se posaron en el cuello y pecho, parecía que la chica lo hacía a propósito, se exponía más a la deliciosa agua que la acariciaba con frescura.
De verdad que trató de resistirse, no quería incomodar a la chica después de tratarla mal al principio que despertó… pero no pudo.
Johana sintió su presencia al instante.
—¿Eh?
La chica sintió como sus fuertes manos recorrían su cintura y el resto de su cuerpo. Los labios del ser sobrenatural se posaron sobre su cuello y la besó con mucha pasión.
—Ah… ¿Qué haces?
—Vine a acompañarte.
Dicho esto, continuó tocándola lujuriosamente, besándole en ocasiones el hombro y parte de su espalda,
acariciaba sus caderas y de regreso a su pecho.
—Pareces un pulpo…
—Lo sé.
Johana se dio la vuelta para verlo frente a frente.
—¿No tienes suficiente?
—Jamás tendré suficiente.
La bestia respondió firmemente con voz ronca. Con esas palabras, Johana podía sentir que flotaba hacía hasta
cielo. Ella tomó el rostro de su pareja y lo llevó hacia el suyo, juntaron sus labios en un apasionado beso.
Cuando Johana salió del baño, se miró al espejo y sonrió al no ver marcas en su cuello, parece que la bestia había
dejado de querer poseerla de esa manera. Se sintió un poco mal, pero era lo mejor, la mordida le dolía cuando pasaba el momento de lujuria. Buscó en su closet algunas prendas para vestirse e ir a la cocina a advertirles a los empleados que Leeteuk estaba bien y en eso, la chica se erizó al sentir un jadeo cerca de ¿su oreja, se giró rápidamente y vio a este chico sonriéndole.
—¿Qué?
—Nada.
Sus manos fueron hacia la cintura de ella, Johana lo miró sorprendida. Le robó un rico beso acompañado con gemidos y caricias. Johana cerró sus ojos y gimió, pero se separó de su pareja mientras fruncía el ceño.
—¿De nuevo quieres hacerlo? —preguntó.
—¿Qué cosa?
—¿Otra vez quieres…?
—Sí.
—¿Por qué?
—Porque lo necesito.
—¿Qué estás en celo o qué? —Johana ladró.
Johana trató de ignorarlo y comenzó a vestirse, pero en el fondo se sentía muy mal por tratar así a su amante, sabía que él la deseaba mucho y que estaba haciendo un esfuerzo por no convertirse o lastimarla como bestia. Ella suspiró y lo buscó.
—Yo… lo siento.
—Descuida. Te entiendo, no tienes por qué disculparte.
—Siento ser así, pero también siento que te excedes con esto, hay que tomarlo con calma, ¿ok?
Él asintió, Johana le regaló un tierno beso en los labios.
—Tenemos toda la vida para disfrutarnos.
Él se sintió feliz. ¿Ahora iba a olvidarse de Leeteuk? ¿Lo quería a él? Johana no percibió los pensamientos de
su amante, podría preguntarle sobre Leeteuk.
En Busan, todos los equipos estaban listos, solo faltaba la señal.
—Andando. —K. Will ordenó.
Todos se movilizaron, sus destinos en Seúl eran diferentes. Una parte iba al hospital para deshacerse de los
sobrevivientes, ya sea interrogándolos, encarcelándolos o asesinándolos, dependiendo de la situación. Otro equipo iba a la mansión a buscar los restos de la investigación, solo en caso de que quedara algo, otros iban a encargarse
de la prensa y finalmente, el equipo liderado por Sora iba a terminar con los principales malvados.
—¿Alguien irá a la mansión de Leeteuk? —Heechul preguntó.
Los padres de Leeteuk negaron.
—Por hoy que nadie vaya a la mansión —Ailee comentó.
Todos se miraron confundidos y decidieron no indagar más en el tema.
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Comments
Maria Fernanda Fernanda
que paso con yohona 🤔
2022-02-10
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