Los hombres de blanco.

6:50 am

Me levanto al escuchar la alarma de mi celular encenderse y no la pospongo 5 minutos más ya que eso significa que no me levantaré a los 5 minutos, sino a las 7:30 am y para mí ya se me haría muy tarde.

Me baño, me arreglo y me visto como siempre. Como todos los días que voy a la escuela. Me hago una coleta simple y me enchino las pestañas.

El maquillaje no suele ser lo mío, por lo que uso siempre lápiz labial y enchinador de pestañas.

Dylan aún seguía dormido en su cama. (Si preguntan en dónde dormí anoche, fue en el sofá incómodo. Tantas ganas tenía de dormir en la cama de Dylan pero no pude decirle ya que eso significaría dormir junto a él).

-Apaga la luz, Mich.-dijo medio dormido medio despierto, mientras se giraba de dirección contraria donde no le diese la luz en la cara.

-No tardo. -me cepillé los dientes y arreglé los libros en mi mochila, me acerco a la puerta. -Salgo a las 12:30 pm -le dije volteando a ver solo su espalda esperando respuesta.

-Ahí estaré... Ahora apaga la luz.

9:30 am

(Receso en la escuela)

-¿Por qué me hiciste mentir, Michelle? -preguntó Daniela luego de que se preparó un taco de frijoles.

-Lo siento, Dani. No volverá a pasar.

-¿Qué nos estás ocultando eh? -preguntó Brenda con rostro curioso a la expectativa de mi respuesta.

-Eso ni yo lo sé exactamente. Pero eso sí, les pido me sigan la corriente en dado caso que mis padres lleguen a sospechar algo... extraño. -dije disimulando la situación mientras me comía el sándwich que había preparado en casa de Dylan.

-Ya veo... ¿te acostaste con alguien? -preguntó Brenda.

-¿Qué? ¡No!

-Espera... ¿Tienes novio siquiera? -preguntó Daniela sorprendida.

-¡No! Es solo que...

-¡Ya déjate de chingaderas y dime! -exclamó Brenda casi al punto de que el otro grupito de chicas la escuchasen.

-Algo así... Diría que es como un "novio falso" - señalé haciendo comillas con mis dedos.

-¿Por qué mentiste con lo de la pijamada? -preguntó Dani terminando su comida.

-Yo... estoy viviendo con un chico.

-¡¿QUÉ?! -dijeron mis amigas al unísono. Ahora sí las escucharon el grupito de chicas que se encontraba cerca de nosotras.

-¡Cállense!

-¿Entonces es verdad? -preguntó Brenda.

-Sí... Pero no quiero que mencionen algo de esto a mis padres y menos a mis hermanos. -dije con tono seco y seria a la vez.

-De acuerdo... Michelle, no te conocía tan rebelde. -dijo Daniela mirándome picarona.

-No seas mal pensada. Es sólo por un tiempo, además no es como si estuviese tan guapo Dylan—¡ESO DICES TÚ! -me interrumpe Daniela en el momento y continúa-Ya te quiero ver de rodillas y rogando para que no te deje y sea el amor de tú vida...

-Sí claro... -dije tomando su comentario sin importancia.

-¿Dylan? ¿Así se llama? -dijo Brenda.

-¿No es el chico de 4B (semestre y grupo) que tiene pasadas las materias por eso casi no viene a la escuela? - preguntó Daniela dudosa.

¿Dylan estudia aquí?

-¿De qué licenciatura es? -pregunté curiosa.

-¿Acaso no lo conoces? Y eso que vives en su casa... -dijo Brenda con cara sorprendida.

-Está en Educación Física. Al parecer le gustan los deportes y así como es de aplicado académicamente también lo es en los deportes, así que lo exentaron en la mayoría de las materias por eso no suele venir a clases. Solo cuando tiene que presentar exámenes finales. -Mencionó Daniela como si supiese toda su vida y su expediente escolar.

11:55 pm

Mensaje de Dylan

Dylan: Te espero en la entrada. No tardes. 👎🙅

Yo: 🙃

12:35 pm

Recogí mis cosas del salón y me despedí de mis amigas. Por suerte no les dije que Dylan vendría a recogerme o haría un escándalo.

Caminaba directo a la entrada de la escuela y a lo lejos pude ver su presencia, de pie y recargado a las rejas de la entrada con las manos metidas en los bolsillos y su rostro cálido con una sonrisa relajada.

-Hola...-dije en voz baja.

-Hey. Vamos. -se dio la media vuelta y nos dirigimos camino a su casa.

En el camino, mientras íbamos sentados en el autobús no mencionamos una sola palabra. Ya cuando nos bajamos y caminamos unas cuantas cuadras cerca de su casa él fue el primero en hablar.

Su voz grave se hizo presente.

-¿Recuerdas lo que te dije ayer? -preguntó esperando respuesta.

-¿La historia?

-Sí. -hizo una pausa y continuó- sobre el la cosa importante que vale millones...

-¿Sí......? -pregunté mientras recordaba lo que me había contado él día anterior.

-Es la daga.

-¡¿P-Pero qué?! Osea... Que ¡tú la tienes!- dije sorprendida. En mi vida imaginaría que fuese la daga la cosa que vale más que una vida. Tampoco me había caído el veinte en que la historia que contaba era porque se refería a él mismo.

-Sé que parece irreal que yo la tenga, pero de cierta manera tengo "pruebas" para demostrar que estoy en lo cierto. -llegamos a su casa, yo coloqué mi mochila sobre el sofá y me senté junto a él para seguir escuchando la historia.

-La daga que encontraste es muy especial, como te lo conté antes. Además del material del que está hecho, contiene una especie de esfera cristalina con un líquido en su interior... - Dylan se dirige a su cajón y saca la valiosa daga. - Si logras ver... Aquí lo tiene... - me acerco más y más a la daga para observar fijamente a qué especie de esfera con un líquido, (vete a saber qué mierda era) había en ella.- luego regreso la mirada hacia él sin saber que había dejado de hablar por un rato. Dylan sonríe.

-Ah... S-Si si... Continúa.

-Eso es todo. No hay más... Por el momento, solo sé que mi padre la quiere a toda costa y haría lo que fuese para quitármela.

-Y ¿por qué no la regresas con la familia a la que pertenece? Creo que es así de sencill-me interrumpe.

-No es así de sencillo. Por suerte, yo no me llevo bien con la familia Rodríguez. Y, te preguntarás por qué. Claaramente está en que, mi padre es un político corrupto, como todos. - parecía que le daba asco hablar de ello.

-Entiendo...

-Entonces, al saber la familia Rodríguez que su reliquia fue robada, lo único que probablemente han de pensar es que al dejar el puesto, la única persona detrás de ello y junto a su gabinete de gente corrupta...bueno, podría ser mi padre.

-Así que no puedes aparecerte por ahí como si nada entregando la cosa... - el asintió y dijo:

-Respuesta correcta, Mich. Probablemente también me inculparían por robo.

-Ya veo... -me quedé callada por un largo tiempo y le pregunté. -¿tienes hambre?

Para cuando acordé ya lo volví a tener en frente de mi rostro, apoyando sus brazos de lado a lado junto a los míos, el encima de mi. -¿E-Estás coqueteando conmigo? -me puse nerviosa que no supe otra cosa que preguntar. Él sonrió coqueto y dijo.

-¿Tú nada más piensas en eso o qué? -se retiró y fue a la cocina a hacer la comida.

7:12 pm

(En casa de Dylan)

-Mich.

-¿Qué pasa? -le pregunté dejando de ver mi celular. A lo lejos escuchaba el sonido de las llaves y la puerta abriéndose.

-Saldré, regreso en media hora. -dijo abriendo la puerta y agarrando su mochila.

-¿A dónde vas? -me levanté rápidamente de la cama de Dylan dónde estaba acostada. Él pensó mucho la respuesta.

-Luego te cuento. No me sigas, por favor. -sonrió cortante y cerró la puerta. Me quedé dudando y sospechando su paradero. ¿A dónde habrá ido?

7:33 pm

Mensajes

Yo: Hola mamá! 👋 estoy trabajando. Estoy bien no te preocupes. Hoy saldré tarde. Iré a casa de Daniela y de ahí nos iremos juntas a la escuela mañana. Te quiero ma. 😍

7:38 pm

Mensajes

Mamá: Estoy pensando que no creo que sea la mejor idea que tengas un trabajo, no te he visto desde hace dos días, te extraño!!! Te quiero hija! 👧

Mamá esto es temporal. Es aún más difícil para mí no verlos a ustedes. Los extraño mucho. Quiero ir a casa.

8:10 pm

Dylan aún no llegaba a casa. Esto de esperar comenzaba a preocuparme, así que le mandé un mensaje.

Mensajes

Yo: Hey!! ¿Dónde estás? Ya es tarde. 😵😕

8:20 pm y sigue sin contestar... Ni siquiera en visto me deja. ¿Dónde estás, Dylan? No pensé que llegase el día en que me preocupase por un desconocido.

Mensajes

*Dylan acaba de mandarte su ubicación*

Yo: ¿Dylan?

¿Lo busco o no lo busco? ¡Michelle piensa! ¿Y si le pasó algo malo? ¿Y si es sólo una broma? ¡Piensa tonta!

Pero yo nunca he hecho esto antes... No soy ninguna heroína, nunca fui tan valiente como para hacer esto... ¡Michelle! Ya basta! Es ahora o nunca.

Espero que no sea una broma de mal gusto.

Tan pronto cómo me mandó su ubicación y dejé de pensar en lo malo que sería si fuese a buscarlo o no, me puse los tenis rápidamente y salí a buscarlo.

La ubicación llegaba por la calle Barrio Antiguo, cerca de uno de los bares de por ahí. Mientras más me adentraba a las calles oscuras más me daba miedo, sentía como si de repente fuera a salir de alguna esquina un ladrón.

8:55 pm

La noche ya había salido, la oscuridad se asomaba por las calles de Barrio Antiguo. La ruta que me marcaba la ubicación de Dylan llegaba hasta el interior de una oscura bodega grande.

Me acerqué dudosa de tocar la puerta. Sentía que mi vida corría peligro. Nunca creí haber llegado tan lejos.

Y, a mi mala suerte no había nadie cerca de la calle.

Mi voz temblaba.

-¿H-Hola? -toqué la gran puerta por segunda vez. -¿D-Dylan? Deja de jugar esto no es una buena bro—la puerta se abre de un abrir y cerrar de ojos.

(Ay mami, ¿qué estoy haciendo aquí?)

Reviso nuevamente la ubicación marcada y todo indica que él sigue aquí. Él no se ha movido de lugar.

Entro poco a poco a la bodega con cuidado y sin hacer ruido.

Alguien jala de mi brazo, siento una mano grande y fuerte. Me arrincona a una esquina de la bodega.

Intento gritar pero él me tapa la boca.

-¡Suéltame! -intenté gritar.

-¿A qué vienes?-él hombre preguntó. Su voz era familiar. -Te dije que te quedaras en casa.

Comencé a bajar la Guardia y fue entonces que me di cuenta de que esa voz gruesa, esas manos más grandes que las mías y fuertes eran las de Dylan.

Sentí un poco de seguridad y mi corazón agitado comenzó a calmarse. Lloré. Lloré del miedo que sentía, nunca había sentido aquello. Él, liberó mi boca de su mano y me giré hasta él y lo abracé.

-No me hagas esto. ¡Creí que te había pasado algo! -él cubrió mi cuerpo con sus brazos y me dijo.

-Estoy bien, tonta. Te dije que no vinieras... Y aquí estás. -me acarició el cabello y me ayudó a ponerme de pie.

-No podemos quedarnos mucho tiempo aquí o nos atraparán. -se veía preocupado.

-¿Quiénes?

-Los hombres de blanco.

-¡Atrápenlos! -alguien a lo lejos de la bodega grita fuertemente.

Dylan voltea verme con ojos preocupados y dice asustado.

-Tenemos que irnos, ya. -me jala del brazo y salimos de la bodega. Intentando esquivar los contenedores gigantes que estaban dentro de ella.

Volteo rápidamente hacia atrás y los hombres de blanco nos seguían a toda marcha, llegando a tal punto en que no supe si saldríamos con vida.

-¡Corre más rápido! -gritaba Dylan mientras corríamos agarrados de la mano. De pronto, suena un estallido cerca de nosotros. Uno de los hombres había disparado hacia Dylan y a mi. Me cubro la cabeza con la otra mano sin dejar de correr.

-¡¿Qué está sucediendo?! -pregunté asustada.

Cada vez podía escuchar sus voces y pasos acercándose a nosotros.

-¡No dejes de correr! -Dylan grita desesperado por encontrar una salida, como si mi vida estuviese a su cargo.

-¡Ahí están! ¡Dispara! -gritó lo que parecía ser la voz del jefe. Los hombres de blanco vuelven a disparar sin éxito.

-¡Agacha la cabeza! ¡Agacha la cabeza! -grita Dylan.

En lo que Dylan termina su frase escucho el último disparo hacia nosotros, una especie de bala roza mi pierna derecha. Me detengo y giro mi vista hacia Dylan.

-Me dieron, aunque no atravesó... -mi vista comenzó a verse nublada haciendo que mis ojos se cerraran y lo único que recuerdo fue caer al suelo de lo débil que estaba.

Pensaba en mi familia y en lo tonta que había sido al salir de casa.

Dylan... espero no nos hayan atrapado...

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