Ultimo turno (Dra Robinson)

A travez del amplio ventanal Camila observa el bello amanecer, los primero rayos del sol se abren paso en el horizonte.

*Dra Robinson* - Extrañare esta preciosa vista -

*Camila* - Sí, es demaciado hermosa la vista de la ciudad desde aquí - Dijo Camila con un asomo de nostalgia, girando sobre sus talones para posar la vista sobre la recién regada.

- Aprobecho la ocasion Dra Robinson ; para de nuevo agradecerle por todo, usted a sido mi mas grande mentora. Gracias por sus concejos y su ayuda, le deseo de todo corazon muchos exitos en su nueva vida en Colombia - Camila miraba con admiracion a la hermosa mujer que tenia enfrente, la que apesar de estar rosando los 50 años luce como toda una trentainera hermosa y muy elegante.

*Dra Robinson* -Gracias por tus buenos deseos Cami, perdon, Dra Rodríguez- dijo la dra mientras hacia señal de comillas y reia mostrando unos bellos holluelos en sus mejillas sonrojadas -Yo estoy muy orgullosa de ti y no tienes nada que agracer, gracias a tu dedicacion y disciplina has logrado sacar adelante esta carrera que aunque es bella, conlleva mucho sacrificio y tu apesar de todo y de todos, mira hasta donde as llegado. Eres por lejos la mejor alumna que he tenido... Recuerda que siempre puede contar con migo y en mi nueva clinica en Colombia habra siempre un puesto vacante para ti- lo decia mientras le sostenia con ternura ambas manos a la chica. Al notar una lagrima traicionara que queria salir de la ojiverde la sabia mujer decidio cambiar de tema.

-¿Cómo estubo tu ultimo turno como dra interna?-

*Camila* - Algo agotador - Se apresuro a contestar mientras secaba la insipiente lagrima. -Pero mentiria si dijera que no lo disfrute de principio a fin- dijo embosando una tierna sonrisa.

Entre anécdotas y unas cuantas carcajada, las dos mujeres hablaron por mas de una hora era como si el tiempo se hubiera detenido. Camila fue la primera en percatarse de la hora y se dio cuenta que se le estaba haciendo tarde para llegar a casa, apenas tenia tiempo para descansar unas cuantas horas, por que hoy tenia turno como cada sabado en un club noctuno exclusivo de la ciudad, ademas le urgia llevale los medicamento a su madre, estaba muy conciente que ella los necesitaba con urgencia. Se despidio de su compañera de platica con un beso compañado de un fuerte abrazo, y de dispuso a salir del hospital, el lugar que durante un año practimente se habia convertido en su segundo hogar.

Dra Sandra Robinson de Becker

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