1. No puedo deshacerme de ti

- Firma aquí - dice el abogado Núñez

Con gran tristeza en mi corazón y ganas de llorar, firmé. «Quién se casa sin estar presente» pensé. Ahora estoy ligada a un contrato de matrimonio que debe durar mínimo 10 años.

- Gracias papitos - dije con ironía saliendo de la notaría.

Mi gran sueño de una familia grande y feliz se había ido a la basura. El abogado Núñez fue muy claro conmigo al decirme que el Señor Fonseca (mi esposo) no vivirá aquí en la ciudad Y, y que solo era un contrato, no íbamos a convivir. Cada quien por su lado.

Llegué a casa, me di una ducha y me puse ropa cómoda.

- Ay Andrey Fonseca\, ni sé quién eres y ya estoy atada legalmente a ti\, y lo peor\, no puedo deshacerme de ti - dije entre sollozos acurrucada en mi cama.

Soy Davina McCarter, tengo 20 años y soy fan de la música, mis padres me comprometieron al nacer con el hijo de su mejor amigo. La familia Fonseca es la familia más rica y poderosa de toda la ciudad Y, y yo me casé con Andrey Fonseca. Vivo en la ciudad C y ahí me casé, ya que mi familia es quien tiene más poder e influencia aquí.

Al otro día

Mi despertador sonaba a las 7 am, me levanté con mucho sueño y me fui a duchar, luego me arreglé y fui a mi clase de música.

Todo el tiempo durante mis clases y ensayos me la pasé pensando en lo que había perdido.

- Oye Dev\, ¿quieres ir a comer algo? - dijo mi mejor amiga Sandy sacándome de mis pensamientos

Claro, aunque solo tengo algo de sed.

- Bueno\, vayamos por unos granizados - dijo Sandy con entusiasmo.

Al llegar a la heladería vi a un chico de cabello negro y hermosos ojos negros.

- Dev - dijo con tristeza aquel chico

Hola Daniels - dije con una media sonrisa de labios cerrados. Daniels no dejaba de mirarme.

Hace pocos meses habíamos terminado nuestra relación, ya que mis papás me dijeron que debía casarme con Andrey Fonseca y que si no lo hacía la familia Fonseca se iba a quedar con la empresa de nuestra familia y todo lo que teníamos, y si Andrey se negaba y no se casaba conmigo, nosotros seríamos quienes nos quedaríamos con los bienes de la familia Fonseca. En mi opinión es un negocio ridículo. Pero no tuve otra opción que Ceder.

Daniels estaba con sus amigos y todos me miraban de reojo. En nuestro tiempo de pareja, Daniels White y yo éramos la pareja más adorable, nos llevábamos muy bien y todos envidiaban nuestra relación. Desde niños siempre fuimos los mejores amigos, siempre unidos. Éramos Daniels y Davina contra el mundo. No obstante ya eso es pasado, son muy contadas las palabras que ahora me dirige este chico que tanto extraño. Después que le dije que debía casarme y no podía negarme se enojó mucho, decía que era que yo no quería, y por más que traté de explicarle fue imposible que comprendiera la realidad y la gravedad de lo que estaba pasando, o talvez simplemente no le importaba. " Hay Daniels no te imaginas cuánto te extraño".

Sandy y yo compramos unos granizados y empezamos a caminar hacia las bancas del parque del instituto de música

- ¿Que tal tu esposo? ¿Es lindo contigo? - dijo Daniels enfrente de todos levantando una ceja. Yo frené en seco al escuchar aquellas palabras que al responder con sinceridad me dejarían en ridículo ante todos.

- Claro - Me giré para responder con una leve sonrisa que se desvaneció al voltear para seguir mi camino con Sandy.

- Espero te ame más que yo - fue lo último que expresó Daniels a lo lejos.

Estábamos en las bancas tomando granizado cuando se acerca un chico de cabello rojo y ojos grises

- Fiesta está noche\, chicas - dijo de forma divertida pasándonos una boleta de invitación

- ¿Dónde? - pregunté con curiosidad

- Hoy a las 10:00 pm en my house\, en la calle Hourbent\, las espero chicas - dijo una gran sonrisa

- Gracias Marco - dijimos al unísono

- Ahí estaremos sin duda - dije con una gran sonrisa mirando la boleta. La verdad es que sí necesitaba despejarme un buen rato\, hacer algo diferente. Suspiré.

Al llegar la noche me vestí con unos shorts azul claro con deshilaches al final, una camisa blanca holgada y unos tenis blancos, me arreglé el cabello con una coleta algo despeinada y un maquillaje suave pero que destacaba. Sandy me recogió en su carro y fuimos a pasar lo que nosotras queríamos que fuera una noche increíble.

Llegamos a la fiesta y había bastante gente en la entrada, el pasillo y sala, salimos al aire libre en el patio y ahí se encontraba Marco y otros chicos y chicas jugando a la botella.

- Hola hermosas ¿van a jugar? - dice Marco divertido. Sandy y yo nos dimos una mirada pícara y dijimos que si al unísono. Al mirar las personas que estaban jugando\, comencé a arrepentirme de haber dicho que sí.

Nos sentamos en el círculo donde estaban todos y comenzaron a girar la botella.

- Opa pero que afortunados sois - dice Antonella. La botella me apuntaba a mí sin duda alguna y a…" valla suerte la mía " pensé.

- Pero venga tíos\, que esto es una bestialidad\, el amor reina ante todo - dijo Antonella esta última frase cantando

- ¡¡Al almario!! - gritaron todos. La chica española estaba que iba a estallar de tanta emoción.

Nos metimos al almario móvil y encendimos un bombillo que alumbraba poco.

- ¿Acaso tu marido no te complace para que estés aquí jugando a la botella? - Dice Daniels mirándome fijamente

- Talvez quiero probar algo diferente... No imaginé que fueras a estar aquí jugando\, creí que no te gustaban estas cosas - dije Con una mirada coqueta

- Al parecer la gente cambia más rápido de lo que uno se puede imaginar - dijo y se abalanzó sobre mi a besarme. Sus besos dulces y tiernos... no recordaba que se sintiera tan bien.

- No quise lastimarte - dije entre beso y beso

- Pruébalo - dijo Daniels separando su boca de la mía y poniendo sus brazos uno a cada lado de mí cuerpo.

- Y como quieres que te lo pruebe - estaba confundida

- Divórciate y cásate conmigo - apenas Daniels me pidió aquellas cosas imposibles para mí por unos largos años\, entristeció mi corazón.

- Lo siento - dije con lágrimas en los ojos

- ¿Lo sientes? Eres una mentirosa ¿juntos Contra el mundo? Era pura palabrería de tu parte.

- Dan yo.... - ya no podía detener el llanto al ver a esa persona tanto amaba sufriendo por mi culpa.

- yo que ¿ah? ¿Excusas? - me interrumpió

- Nooo. Hablemos ¿si? - dije cogiendo sus manos para tranquilizarlo.

- ¿vas a dejar a ese idiota?

- No puedo divorciarme\, pero eso no significa que...

- Que\, ¿qué sea tu amante?\, ¿eso quieres decir? - Daniels respondió muy enojado\, y tenía mucha razón\, mientras esté casada\, si quiero estar con alguien solo sería mi amante\, sin importar que.

Abrí la puerta y salí corriendo. No podía estar no un segundo más en esa batalla de celos y culpa.

Decidí caminar a mi casa para poder pensar con claridad.

"Esto es una miseria, el estúpido Andrey Fonseca me quitó hasta la posibilidad de tener una familia, alguien quien esté conmigo siempre.

Comenzó a llover

Valla que cliché - pensé al sentir la lluvia y eso me hizo soltar una leve risita.

Seguí caminando, estaba un poco lejos de casa, eso me daría tiempo suficiente para tranquilizarme, no quería llegar y acostarme a llorar.

Los carros pasaban cerca de mí y para mí poca suerte chapoteaban el agua de las calles sobre mis pies.

- Ahhh - grité al sentir que un carro había hecho caer sobre mí una inmensa cantidad de agua. - Esto es asqueroso - abrí las manos y me miré. Era como si no tuviese nada\, ya que debido a la lluvia estaba super empapada.

"Sé que no es tu voluntad señor Fonseca, pero no sigo tus órdenes. Quiero conocerte y lo voy a hacer"  Pensé.

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