Comprendo la verdad (Prólogo)

Samantha es una joven que estaba de novia con Alex, su amigo de la infancia. Se han conocido desde que eran niños y estudiaban juntos, en un principio se llevaban mal y con los años comenzaron a llevarse mejor al punto de llegar a gustarse. Sin embargo algo cambio cuando ingresaron a la Universidad.

Repentinamente Alex comento que quería terminar con la relación... y Samantha dolorosamente descubre que fue lo que cambió con Alex.

ENCUENTRO

Estoy esperando en la sala a qué Claudia pueda entrevistarme, es una mujer de alrededor de 50 años, amable y cariñosa. Hace honor a su profesión como directora de una escuela especial.

Estudie como terapeuta ocupacional para ayudar a niños con limitaciones físicas. Me gusto mucho esto cuando realice mi primera práctica, y vi el efecto que puede tener en un niño apoyarlo en su desarrollo. Me conmovió tanto que decidí ir por está área.

Y aquí me encuentro como si fuera una chiquilla de 18 años esperando a que me entrevisten.

Actualmente tengo 26 años y con mucho esfuerzo logré terminar mi carrera. Mi apariencia siempre fue muy simple diría yo, andar con buzos o ropa cómoda. Sin embargo desde un tiempo en adelante cambie mi estilo conservador. Diría que aquel incidente de hace 6 años cambió mi perspectiva de él y de todos los hombres.

Sin darme cuenta estoy apretando los puños, intentando controlar la rabia y las lágrimas que siento asomar. Supongo que aún no superó lo de Alex

-Samantha Saavedra... Pase por favor_ me llama Claudia con una sonrisa cariñosa.

-Muchas Gracias_ logro decir perpleja. Estaba recordando algunos acontecimientos de mi pasado y de como logré llegar hasta aquí.

Terminada mi entrevista y lo que necesitaba de mi Claudia para hacer el tema de mi contratación. Es que logro salir feliz de la oficina, pero al instante mi sonrisa se congela.

Un hombre hermoso con cabello castaño claro, ojos grises, espalda ancha y radiante sonrisa camina junto a una linda joven rubia.

Me quedo parada sin saber que hacer, pasa por mi lado y parece no reconocerme. Ya que me saluda amable y me guiña coqueto un ojo. Estaba furiosa,

sin poder creerlo me quedo viendo cómo ambos entrar a una sala.

Alex él hombre que me hizo creer en el amor, algo que me parecía absurdo y que de niños habíamos crecido juntos siendo enemigos y luego enamorados.

Llegó a casa abrumada, me miró al espejo y comienzó a entender porque no me reconoció. Ya no era esa Samantha que se vestía mal y que parecía una chica ingenua. Ahora me arreglaba con cuidado y me vestida más elegante y aunque no usaba ropa provocadora, se notaba las partes de mi cuerpo que más me favorecen. Mi cabello liso color negro y mis ojos pardos parecían sobresalir más por el shock de volver a verlo.

Me arrojo al sillón y comienzó a ver toda mi vida hasta este momento. Tenía como 14 años cuando conocí a Alex.

Estaba sentada en la plaza junto a mi hermano mayor cuando apareció Alex con su cabello revuelto y mirada traviesa. Venia corriendo con sus amigos y me empuja al suelo al pasar corriendo.

-Quítate fea!_ me dice

Yo molesta le arrojó el balón que estaba usando mi hermano.

- Que te pasa loca!? _ Dice Alex

- Deberías disculparte cuando insultas a una chica_ le respondo.

Me observa de arriba abajo.

-Iván_ dijiste que tú hermana era linda. Pero parece más un mono con ropa_ dice mofandose

- Pues si yo parezco mono tú eres un Orangután con esos brazos peludos y largos!

Por lo menos así comenzó nuestra amistad o guerra.

La verdad es que hasta cuando cumplí los 18 es que pasábamos haciendo cosas a fin de molestarnos. Todos en el sector conocían que nos odiabamos y nos molestaban diciendo que algún día estaríamos juntos. Recuerdo cuando en su primera presentación de debate le hice que se bañara con pintura como shampoo, también en otra le arroje su ropa al río. El hizo que se me pegará un chicle en mi cabello, lo cual tuve que cortar, me cambió mi disfraz en una obra y bueno finalmente al cumplir 18 y separarnos un tiempo, algo cambió.

Todos hicimos un paseo de campamento antes de entrar a la Universidad, note que había cambiado su estilo y note lo hermoso que era. La verdad es que siempre lo fue pero mi odio por él me hacía no notarlo. Y creí que algo en él también cambió cuando me vió. Nos bañamos en el lago junto a otros amigos, por primera vez fui conciente de las miradas de los chicos, especialmente de Alex. Es cierto mi busto y mis caderas habían crecido para bien, obviamente yo lo notó. Me gustaba verme en el espejo y apreciar que mi figura es atractiva. Quizás por andar vestida siempre con ropa más holgada me hace ver menos atractiva al restó, pero eso no me importaba. Me gusta cuidarme para mí y no por eso tengo que andar enseñando al resto.

Estaba flotando en el agua cuando veo acercarse a Alex, finjo no notarlo pero el quería hacerse notar a toda costa. Me sujeta de la cintura y me hunde... Sentí una corriente invadiendo mi cuerpo, podía sentir mi piel contra la suya. Estaba tan nerviosa por la sensación que sentí que tragaba agua.

-Perdón!_ me dice

Estaba tosiendo fuerte y el me sostenía aún.

- Quería molestarte como lo hacíamos antes_ me sonríe con dulzura.

-Agg_ hay que dejar de actuar como niños Alex. toso nuevamente.

- Tienes razón_ su mano acaricia mi cintura

Me pongo nerviosa y lo alejó.

- Tus ojos se ven mejor así, sin ese fleco que tenías.

Lo miró a sus ojos por primera vez y me pareció ver algo más.

- Amm gracias_ digo apartando un mechón de pelo

Es extraño oírte decirme algo amable.

- Jajajajaja_ Que haces Alex? pregunta otro de los chicos. Mike

- Están peleando aún la pareja?! dice riendo Iván mi hermano.

- Le hice tragar agua ya jajaja se ríe_ Alex

-Mejor sigan ustedes con sus cosas_ les digo, me voy saliendo del agua.

Todos se quedaron jugando y arrojando agua, en la tarde llegaron unas chicas que al parecer eran amigas de Mike. Una de ella coqueteaba con Alex y eso me causo molestia... Estaban todos en la fogata asando malvaviscos y veía como Ana le pedía a Alex que la ayudara a asar el suyo, mientras tocaba su pierna.

Me levanté y me fui a la orilla del lago sola. Miraba el cielo estrellado y eso me hacía sentir más serena al notar que se veía más estrellado estando lejos de la civilización. Escucho las risas a lo lejos y ya me da lo mismo. Alex y Ana podrían ser pareja y así todos dejarían de seguir molestando que somos novios o algo por el estilo.

Siento que alguien se sienta a mi lado, no me doy cuenta hasta que escucho a Alex hablar.

- No te gusta los malvaviscos?_ me dice

- Solo quería escuchar algo de paz y ver el cielo_ digo sin mirarlo.

- Samantha, estás celosa de Ana?_ dice de repente

-Qué dices?_ me volteó molesta

Me encuentro con su rostro cerca del mío. Lo siento respirar cerca y me quedo congelada.

- Me gustas_ le oigo decir

Nerviosa veo como se va acercando de a poco,siento el rose de sus labios sobre los míos. No sabía que hacer, me sujeta la cabeza y me hace abrir la boca con un beso más intenso. Puedo sentir su sabor dulce y caliente. Asustada me apoyo en su pecho. Lo escucho agitado y temblando.

-Samantha, yo te gustó?_ me susurra

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***