Renacer: Un Proceso Necesario
Luz se lleva a los labios un delicioso café colombiano, ama el aroma del café que se mezcla con el aroma de rosas y flores del inmenso jardín en el que se haya sentada en una mesa de mármol, disfrutando del cálido clima con la mirada perdida hacia los lilium naranjas y amarillos que dieron sus flores hace una semana.
Diego la observa desde el umbral de la puerta, le encantaría meterse en la cabeza de esa mujer, saber que piensa, que siente, que trama. Desde que la conoció quiso conquistarla pero ella sólo lo ve como su amigo, su hombre de confianza; aún así no la dejara sola nunca. Él sabe que desde hace días algo la inquieta, pero cuando le pregunta Luz solo responde que 《todo está bien》, él la conoce bien, sabe que no es de contar sus planes.
- Buenas, ¿todo bien?- La saluda Nacho mientras se sienta en frente de ella.
- Hola. ¿Que me tienes? ¿Pudiste averiguar algo? - indaga Luz al hacker de su equipo.
- Claro. Aquí tienes todo lo que necesitas saber. Le hace entrega de un sobre.
Luz saca del sobre unas fotos que esparce sobre la mesa, se agarra la cabeza.
Hace una semana que sigue la pista de quien ha robado su mercancía de un puerto en Brasil. Confirmó que quienes estaban detrás de eso no eran los sobrinos del capo colombiano, con quien ella se casó hace 5 años y fue quien le enseñó todo lo que sabe de narcotrafico. Ella era quien manejaba casi todo el negocio en el país desde que su marido Bernal Bayona murió. Juntos habían ampliado las rutas, producción y el negocio creció como la espuma. El era un hombre de negocios, frío, calculador, muy ambicioso e impulsivo. Ella además de bella era inteligente, muy astuta e intuitiva, jamás dejaba nada al azar, cuando algo se le metía en la cabeza no paraba hasta conseguirlo.
La familia del colombiano nunca la quiso y ahora que los sobrinos de él se habían hecho cargo del negocio que les dejo su padre (cuñado de Luz) había quienes querían enfrentarlos por el territorio. Esto la ponía nerviosa, conoció a esos chicos desde que eran adolescentes no podía ponerse a pelear con ellos, pero en este negocio los intereses son muchos y hay quienes creen que a río revuelto, ganancia de pescadores. Aunque también es sabido que la traición no se perdona.
-DIEGO!, llamo a su hombre de confianza, el único al que era capaz de confiarle lo más valioso que tenia, su familia.
-Dime preciosa. El hombre llegó de inmediato a su lado.
-Quiero que lleves a mi hija y mi sobrino al lugar que hablamos, sacalos de Colombia. Y dile a Erik que me prepare la casa de Cali, salimos esta tarde para allá. - Le ordenó, mientras marcaba un número en su teléfono.
Diego saca su teléfono y comienza a hacer llamadas.
-Hola, ¿donde carajos te metiste?- Luz estaba tensa.
- Estoy en el Valle como ordenaste, dijo Cristian, su hermano. - Tengo listo lo de México y lo de España, sale esta tarde.
- OK, haz eso y te espero en Cali.
Sus llamadas siempre eran cortas, no necesitaban decirse mucho, ellos se entendían con sólo mirarse. Siempre habían estado juntos, desde pequeños los hermanos nunca se separaban, por eso cuando toda su familia le dio la espalda Cristian decidió seguir a su hermana, sabía que se estaba metiendo en un mundo peligroso, al menos si le llegaba la hora no estaría sola.
Luz se dirigió adentro de la casa. Era una mujer esbelta, tenia un cuerpo contorneado por el exigente entrenamiento al que se sometía a diario y a su dieta balanceada, llevaba puesto un vestido azul francia pegado al cuerpo y hasta por encima de las rodillas, que hacia resaltar su piel trigueña y sus ojos marrones achinados, su cabello largo ondulado con reflejos caramelo caia sobre su espalda. Una vez dentro de la casa se dirigió a la cocina donde una señora de unos 60 años estaba preparando la comida de los niños.
-¿Que haces vieja? - Luz le dio un abrazo
- Salchichas con puré, sabes que a ellos les gusta. Sonrió la señora
-Tu siempre malcriandolos. Ya te he dicho que no me gusta que coman eso.- Protesto Luz en tono suave.
- Solo por hoy! Ya que los vas a sacar volando de aquí al menos dale gusto. - Dijo Manuela
Luz solo sonrió, no podía enojarse con ella por complacer a sus niños.
Manuela era la ama de llaves, trabajaba con Bernal y cuando Luz y Cristian llegaron se convirtió prácticamente en una madre para ellos y cuando nacieron los hijos de ambos se volvió la abuela de los niños, siempre les daba gusto en todo.
-¿Que te sucede hija? ¿Problemas? - La interrogó Manuela
- Esos nunca faltan vieja. - Suspiro Luz- Tengo que irme a Cali esta tarde. Tu te vas mañana con los niños y con Leyla en el jet.
-¿A donde vamos, si se puede saber?- La cara de Manuela dejaba ver su disgusto.
-Cuando llegues sabrás, ansiosa! -Se burlo Luz
Dejo a Manuela en la cocina y se dirigió a las habitaciones. Encontró a Catalina y Aron jugando con Betina, la esposa de Cristian.
-Mamaa! - Catalina corrió a sus brazos.
-Hola amor de mi vida! - La lleno de besos- ¿Como esta el príncipe de la casa? - Dijo tocando la cabecita de su sobrino.
Ambos niños tenían 3 años, nacieron solo con algunos meses de diferencia.
Betina le hizo lugar y siguieron jugando con los niños un rato.
-Beti surgieron temas y tengo que irme a Cali hoy. Puedes ayudarme con lo de Brasil. Mañana se van los niños con Manuela a Italia
-¿Ya sabes quienes fueron? - Preguntó de inmediato Betina.
-Ya se quienes me robaron, Wenceslao quiso hacerme creer que Renzo y Lucas estaban detrás de eso. Cristian y Diego estarán conmigo además de todos mis hombres. Vos andate con Nacho y llévate un par más.
-Yo me encargo. Por favor no me limites. Suplico Betina- Siempre he creído que ese malnacido fue quien entrego a mi papá.
-No, haz lo que consideres necesario solo te pido que no quede rastro. No quiero empezar a arrastrar enemigos.- Dijo Luz esbozando una sonrisa, sabía muy bien la bronca que cargaba su cuñada con el brasilero.
-Cuenta con eso. Hablo con Nacho y salgo. -Betina se levantó del piso- Se que van a extrañarme en Cali pero ni modo. -Se encogió de hombros mientras esbozaba una sonrisa pícara.
- Huuuy sii. -Las dos se rieron. - Solo dime que estarás pendiente cuando llegue el momento de llevar a cabo el plan.
-Cuenta con eso, aun en la distancia amiga mía yo estoy- Canto Betina
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Comments
Diana Marcela Laverde Gonzalez
Es emocionante desde el inicio me encanta 😊
2021-11-24
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