Cap 1. Comienzo de trabajo

Eran los primeros días del año, definitivamente se veía que este verano era aún más calurosa a comparación de los años anteriores, aunque oír estas épocas era casi seguro que vendrían varias personas por asistencia a la enfermería de la escuela

Este sería mi primer trabajo luego de haber terminado de estudiar la carrera, aunque lo regular sería buscar un trabajo en alguna entidad pública o privada, pero no tuve suerte y solo me llamaron para atender el consultorio en esta escuela privada, cosa que lo veo afortunado por algo se ha de empezar y debo demostrar lo responsable que soy para poder mermanecer en este trabajo

Me levanté temprano para ir a la hora que me dijeron, vi que algunos coches se estaban estacionado en la entrada de la escuela; me présenté al portero y este me dejó ingresar

Director: Me parece bien, tienes iniciativa, ahora ven te voy a indicar el lugar en el que vas a estar trabajando y de paso te presentaré a los profesores, a esta hora ya deben haber llegado, ellos normalmente se reúnen ahí a guardar sus cosas en los casilleros y prepararse para sus clases

El director guió a la joven, primero a la sala de profesores, ahí se encontraban varios de los maestros, que para su sorpresa no eran muchos, eran alrededor de unas diecinueve personas, pero el director luego explicó que eso es porque aún estaban regresando de vacaciones y por ese día se darían clases por unas horas más cortas a las que normalmente se acostumbran

Los maestros solo se limitaron a saludar porque ya era hora de que los alumnos lleguen, antes de salir del salón dijeron que pasarían a prese tarse luego, ya que tenían ratos libres entre los cambios de horarios

Pasamos por algunas aulas que tenían a unos cuantos alumnos dejando sus mochilas, seguimos por el estrado y casi en una esquina, se podría decir que al lado de la cafetería estaría el pequeño consultorio, donde estaría trabajando

Este día la pasé de manera tranquila, no hubo muchas personas que vinieron al consultorio, solo unas pocas que pedían uno que otro medicamento para el dolor de cabeza, después llegó la hora de almuerzo, como la cafetería me quedaba al lado, pedí un omato y cuando me iba retirando, unos profesores me dijeron que podía ir a comer con ellos en una mesa, estaba un poco indecisa porque no debería descuidar mi puesto aunque tampoco quería quesar mal, así que traté de comer un poco más rápido de lo normal, luego de ello me senté nuevamente detrás del escritorio, anoté algunas cosas y después de unas dos horas aproximadamente, llegó la hora de salida

Como dijo el director por los siguientes dis se repitió la misma rutina, hasta que llegó la segunda semana del mes, donde todo regresó a la normalidad

Las clases comenzaban temprano como a las siete de la mañana, pero dijeron que con mi hora de ingreso tendrían una tolerancia de media hora por lo que siempre ingresaba a las siete con quince; en casa mi madre estaba contenta porque el trabajo me permitía tener más tiempo para realizar otras actividades, sobre todo la de pasar tiempo de calidad con mi familia y sobre todo sacar a pasear a mi perro, que el pobre ya está mayor y necesita distraerse

Estela: Disculpe ¿me podría dar algo para los cólicos?

Abigail: Si, pasa y toma asiento

La chica que acaba de venir la conocí cuando estaba dando vueltas po el parque con mi mascota ella también llevaba el suyo consigo, por lo que nos encontramos varias veces, ahí nos pusimos a platicar y cuando ingresé a trabajar aquí me encontré con ella cuando vino por una raspadura que se hizo en el codo por la clase de deporte

Abigail: Ten, toma el agua despacio que está caliente

Estela: Gracias, estos cólicos que me dan cada mes son más fuertes

Abigail: Te recomendaría sacar una cita con tu médico de cabecera, por lo que me cuentas lo más probable es que sean quistes, aunque no quiero confirmar nada, por eso te recomendaría ir al ginecólogo

Estela: Si...lo malo es que mis padres de momento están ocupados en el trabajo, quizá tengan tiempo el otro mes o no se la verdad

Abigail: Deberías decirles que necesitas ir, es importante que te hagas ver, con un diagnóstico à tiempo puedes llegar a te er el tratamiento adecuado para solucionar cualquier problema por el que tu organismo esté atravesando

Estela: Trataré de decirles

Abigail: ¿Qué te parece si hacemos algo? Si tú no logras convencer a tus padres de que te lleven al médico y hagan tiempo para ti, puedo enviarles una nota diciendo que deberían llevarte a un consultorio

Estela: ¡Si! Trataré de conversar con ellos y luego te cuento si es que me dijeron algo, ahora si debo irme ya se va a acabar la hora

Abigail: Ve con cuidado

Después de esa visita, no se recibió a nadie más y Abigail estuvo dando vuelta por la cafetería, ahí aprovechó para comer algo dulce que ya le hacía falta mientras estaba allí, pudo ver que la clase de deporte que en ese momento se estaba impartiendo

Cocinera: Ahora están compitiendo las niñas, después es el turno de los niños, ahí es donde vas a escuchar un poco de ruido

Abigail: ¿Ruido? ¿Les hacen porras?

Cocinera: Es por unos chicos, los famositos de aquí, en realidad se hicieron algo conocidos por ser gemelos, por su amabilidad y carisma han sabido conquistar el corazón de todas las chicas

Abigail: ¿Tanto así? No tenía idea la verdad, bueno no es que no sepa mucho, a penas y llevo unas semanas por aquí

Cocinera: ¿No los viste a inicio del curso? Todos los alumnos estaban formados

Abigail: No me di cuenta, supongo que fue porque no miré con detenimiento y como la paso prácticamente metida en el consultorio no me doy cuenta de nada

En realidad, creo que en parte fue porque tengo un poco mal la vista y no identifico bien los rostros de las personas cuando están lejos

Cocinera: Esta bien trabajar, pero niña, debes prestar un poco más de atención a tu entorno

Abigail: Lo tendré en cuenta

Mientras ella estaban conversando oyeron unos cuantos gritos, pero no eran de peligro, al contrario parecía que alguien famoso hubiera venido y sus fanáticas estaban llamándolos

Cocinera: Mira, son ellos, no se diferenciarlos todavía, pero se llaman Matthew y Michael Fernández

Matthew Fernández - 15 años de edad

Michael Fernández - 15 años de edad

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