Introducción

Caty.

Cuando tenía apenas 5 años de edad, perdí a mi familia biológica en un trágico accidente del cual solo yo sobreviví.

Después de la tragedia fui de un hogar de tránsito a otro, en donde era despreciada por los adultos y maltratada por los otros niños, pero para mí fortuna todo eso cambio el día que conocí a mi ángel James, la vida que tenía hasta ese momento cambió para siempre y desde ese entonces supe lo que era ser amada incondicionalmente.

A los siete años fui adoptada por James y Josh, y gracias a ellos volví a tener una familia de verdad, en la cual me brindaron todo el amor y la contención que una niña huérfana como yo necesitaba.

De a poco fui olvidando los malos recuerdos y los fui reemplazando por hermosas vivencias junto a ellos, además al ser la hija de un cantante y un bailarín, pasé muchas horas sobre los escenarios y aprendí a amar ese estilo de vida...

Pero el tiempo pasó, mis sueños crecieron y un día decidí ir tras ellos, aunque eso me costará alejarme de mis padres y de la Ciudad donde crecí.

Hace apenas una semana, cumplí mis 20 años y durante toda esa jornada estuve bastante triste y deprimida, porque fue otro cumpleaños que pasé lejos de mi familia.

Pero a pesar de todo, soy consciente de que esto es algo que yo elegí. Siempre es duro estar sola durante estas fechas especiales, pero aún así intento mantenerme fuerte.

Aunque debo reconocer que ese día me la pasé mirando fotografías viejas y llorando como una magdalena...

Los extrañaba tanto... Y también a él, mi amigo de la infancia y mi primer amor...

Recuerdo que la última vez que lo vi fue hace 5 años en mi fiesta de 15, David por ese entonces tenía 18 años y había conseguido una beca para continuar sus estudios de música en una prestigiosa universidad de París.

Él quiso quedarse hasta mi cumpleaños porque había prometido bailar el vals conmigo. Al otro día tomó un vuelo directo a Francia y esa fue la última vez que lo vi en persona.

Después de eso hablamos un par de veces por teléfono pero debido a la diferencia horaria y a su atareada agenda universitaria poco a poco dejamos de hacerlo.

Apenas cumplí 18 años y una vez que finalicé la preparatoria, audicioné para ingresar a la academia de danza más importante de New York.

Gracias a mi buen desempeño y facilidad para el baile contemporáneo, se me hizo fácil escalar hasta los primeros puestos dentro del instituto y debido a eso siempre obtengo el papel principal en cada presentación.

Ahora a mis 20 soy la alumna más talentosa de la academia con un puesto asegurado en la mayor compañía de danza de New York.

Como estudiante todavía no puedo aspirar a un lugar dentro del ballet principal de dicha compañía, pero formo parte del grupo de bailarines secundarios y recibo un buen salario. Además puedo estar cerca de las grandes estrellas de la danza y de esa manera aprender de ellos.

Vivo en New York en un departamento que comparto con mi amiga Angélica. Ella es estudiante de derecho... Nos conocimos de casualidad en una cafetería y desde entonces hemos sido buenas amigas.

Hace un año decidimos mudarnos juntas, debido a que ella no quería continuar en los dormitorios de su universidad y yo no soportaba el ambiente tan competitivo que había dentro de la academia.

No es quiera sonar engreída pero constantemente recibo elogios y felicitaciones por parte de mis profesores, lo que despierta cierta envidia en las demás bailarinas y justamente fue por eso que decidí mudarme de allí.

Y a pesar de que es más difícil llegar cada día hasta allá, no me molesta hacerlo porque me siento más tranquila sin tener que soportar aquel ambiente.

Ahora comparto este departamento que a pesar de ser pequeño es bastante cómodo y acogedor para dos estudiantes.

Durante el día Angélica y yo casi no nos vemos. Pero cada noche me espera para cenar juntas y hablar sobre como fue nuestro día.

En la academia solo me llevo bien con dos o tres de mis compañeras.Y con respecto a los muchachos, el que no es gay, es un verdadero patán que sale con todas las chicas. Por eso no he tenido muchas citas. Solo salí un tiempo con Jeremy, pero eso es algo que no quiero recordar.

No hay buenos partidos dentro del ambiente de la danza y eso ha sido beneficioso para mí porque me he concentrado en mejorar mi rendimiento cada vez más.

Siempre sostuve que iba a ser la mejor bailarina del país y no pararé hasta conseguirlo. Practicaré y practicaré hasta ser la mejor, aunque mis pies sangren y me quedé sin aliento. No me rendiré hasta lograr mi objetivo.

Mi padre Josh me enseñó a no rendirme hasta conseguir alcanzar mis sueños.Y mi padre James me enseñó ha ser humilde y fiel a mi misma sin perjudicar a los demás.La mujer en la que me he convertido hoy en día es gracias a ellos dos.

Solo Dios sabe cuánto los extraño, por eso estoy esperando mis vacaciones de verano para poder volver a Los Angeles. Por suerte dentro de una semana será mi última presentación con el ballet y podré volver a casa junto a mis padres...

Después de mis clases en el instituto, regrese al departamento y apenas crucé la puerta, me tiré sobre el sofá con los brazos cruzados sobre mi rostro.

Estaba exhausta, había practicado durante horas y mis piernas dolían demasiado, lo único que quería era darme una ducha e irme a dormir, pero cuando miré el reloj en la pared y noté la hora que era de pronto recordé algo...

_ ¡Ah, qué demonios! ¡Hoy me toca cocinar a mi!_ Comencé a patalear de la frustración.

¡Solo sé preparar ensaladas! ¡Angélica va a matarme! Como buen italiana, ella está acostumbrada a comer pastas y comidas caseras, y yo no sé cocinar ese tipo de cosas...

¡Al diablo! Le preparé una deliciosa ensalada de rúcula y tomates cherry. No le vendrá nada mal comer sano de vez en cuando...

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