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Mientras vamos de camino no dejo de pensar, en cómo este hombre me hace perder la voluntad. En el silencio que invade este viaje tomo el valor y le pregunto - Sebastian, realmente quisera saber a qué estamos jugando… el me mira de reojo y sonríe de medio lado respondiendo - pronto lo sabrás… su respuesta me deja con más dudas. Cuando llegamos al lugar, quedo fascinada es verdaderamente hermoso, tiene temática de pícnic y lo mejor es que es en la naturaleza. Al bajar del carro veo cómo todas las mujeres se quedan viéndonos y murmuran entre ellas, es obvio que se formen habladurías, es muy raro ver a un hombre como Sebastian con alguien tan simple y gordita como yo. Por más que deseo que no me afecte, es imposible no sentir incomodidad. Al parecer Sebastian está aconstumnrado y no se da cuenta que somos la atracción. Estando consumida en mis pensamientos, escucho a Sebastian decir -espero que te guste el lugar, es uno de mis favoritos, cuando vengo a esta ciudad… lo miro con una sonrisa y le digo emocionada - realmente es hermoso y lo que más me gusta es que podemos estar en la naturaleza… el se queda viéndome de una manera muy tierna y me dice - no me había dado cuenta, pero tienes una sonrisa hermosa, como pocas… me sonrojo y le respondo con timidez - muchas gracias…En ese momento uno de los meseros llega y nos indica nuestro lugar, nos pasa la carta y nos disponemos a pedir. Quiero que sepan que mis gustos culinarios son demasiado típicos, así que pido una mazorca entera y limonada de panela, es algo sencillo pero que amo comer. Cuando realizó mi pedido Sebastian me mira de una manera indescifrable, me sonrojo y agacho la mirada, el realiza el pedido y dice -realmente eres única… cuando dice eso mi cuerpo se pone caliente y mi corazón late a mil por hora, siento como mis mejillas se encienden, me da pena y pongo mis manos en las mejillas para tratar de bajar el rubor, el sonríe y me guiña el ojo, ante ese gesto solo puedo sonreír.

Sebastian se queda mirándome y me dice - cuando empecé esto en el parqueadero, te juro que no creí que trascendiera, pero resulta que Camila, la mujer de ese día ha llevado la noticia de mi “noviazgo” a todo mi círculo social, ahora todos desean conocerte… me quedo mirándolo con sorpresa y le digo - eso es imposible, jamás me presentaré como su novia frente a sus amigos, no quiero ni imaginar encontrarme con 50 camilas… el se ríe y me dice - no todos son como ella, acaso crees que me rodearía solo de personas tan superficiales… me quedo mirándolo con duda y le respondo - las personas como usted no tienen muchas opciones… el me mira y levanta una ceja diciendo - primero debes conocer el ambiente para poder afirmar si tengo o no opciones… lo miro con resignación y le digo - a veces no se necesita conocer algo para intuir su funcionamiento… el se queda mirándome de una manera muy agradable y me dice - pero a veces el sentido común no es suficiente para afirmar hipótesis, no quiero obligarte a nada, pero realmente necesito este favor… levanto la mirada con confusión, pues Sebastian no se ve cómo el típico hombre que suplica por obtener algo y le respondo - debe ser muy importante esto para que tenga que pedirlo de favor, normalmente los hombres con su estatus obtienen las cosas que desean sin necesidad de una súplica… no puedo descifrar la forma en que me mira no se si está enojado o admirado, entonces me responde - Ana, no le puedes levantar juiciosos a las personas sobre lo tangible o lo observable, a veces las verdades se encuentran en lo que no podemos ver ni tocar, no por el echo de tener un carro bonito y vestir bien, me puedes encajar en un concepto tan trivial, aún no sabes nada de mi, no te has puesto a pensar que puedo ser un simple chofer o el asistente de alguien importante y por eso mis lujos; te aclaro que no demerito ningún trabajo, es solo pra que entiendas mi idea…con esas palabras quede anonadada, pues él tenía razón, no puedo ir por la vida juzgando a las personas por su aspecto o sus bienes materiales; aunque no es por justificar mi manera de pensar, pero como toda la vida he sido juzgada por mi apariencia creí que hacerlo estaba bien. Si, ya se ustedes dirán, si eres psicóloga como no te das cuenta de cosas tan obvias como esas, bueno la respuesta es muy sencilla, soy un ser humano, como tal tengo mis inseguridades y creencias, que se fueron construyendo durante mi vida. Todos lo seres humanos tenemos derecho a creer, sentir, soñar y pensar en lo que queramos. Esto no impide ser una excelente profesional. Por si las dudas quiero aclarar que la psicología es una ciencia, por lo tanto todo se basa en investigaciones comprobables y resultados verificables, cuando se atiende como profesional tu vida personal queda de lado, para que me entiendan mejor, se los explicaré de la siguiente manera: si un un médico enferma necesita de un colega para sanar, los mismo ocurre con un psicólogo puede tener heridas en el alma que sin ayuda no pueden sanar.

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