UNA VIDA MÁS

Se abre la puerta, son mis padres que se dan cuenta que volví a la normalidad, los abrazo, se nota que están felices de que recuperé mi cordura.

Ahora que recuperé la memoria por completo, puedo comenzar a disfrutar mi nueva vida junto a mis padres que me quieren mucho y me protegen, decido quedarme en cama por lo de la cruz en mi espalda que arde mucho, luego recuerdo que debo estudiar y me levanto rápidamente, eso es algo que no puedo dejar, además me enseña una institutriz muy seria que no permite malas conductas, debo agradecer todo lo que esta vida me da, y ya no puedo esperar para leer, ya que en la vida anterior no sabía, yo nunca fui letrada, ahora sé leer, no puedo esperar y busco un diario, soy feliz puedo leer.

Mi madre me llama por que llegó la señorita Inelda mi institutriz, una mujer muy seria y exigente, a mí no me importa, yo sólo quiero aprender y ser una profesional algún día estudiaré derecho, ya que no hay muchas carreras para nosotras, eso cambiará, lo sé y lo mejor de todo es que lo presenciare. Mi madre entra con pan y unos huevos fritos, me lanzo de golpe a comer mientras la señorita Inelda me da unos golpes en la cabeza, porque no es de señoritas comer así, no me importa, comeré hasta reventar, nunca pasaré hambre aquí.

Pasan los años rápidamente, ya estamos en 1.930, cumplo hoy mis 52 años, espero en mi sillón a Moshé, ansío verlo después de tantos años, aunque a veces el aire se calienta de la nada y siento su presencia cerca de mí, interrumpe mis pensamientos una ola de calor que entra por mi ventana.

Elisa “Bienvenido"

Moshé “cómo estuvo tu vida, te veo muy obesa, para qué pregunto, después que viviste hambruna de seguro ahora engulliste hasta los cubiertos”

Elisa “bueno contenta de verte, aunque sé que siempre estás cerca, te siento"

Moshé “debo proteger mi inversión”

Elisa “creo que debieras desistir y dejar que me valla al cielo, porque no daré un beso jamás”

Moshé “ja, te dejé tranquila esta vida, sólo porque tuve cosas que hacer. Me di cuenta que estudiaste y has pasado a ser una de las pocas mujeres con título de esta época, que no te casaste y jamás has estado con un hombre, pero tiempo es lo que más tengo, esta próxima vida será la última porque me encargaré de que cumplas lo que anhela tu corazón”

Elisa “eso no pasará, tengo voluntad"

Moshé “mmmm por tu manera de comer no se nota"

Él me toma en brazos y se eleva nuevamente, yo creo que tiene una fuerza increíble porque por temas de kilos, apenas camino, pero Moshé me toma en sus brazos como si fuera una delicada sirena, mi cuerpo se tensa, trago grueso, él lo nota y se sonroja diciéndome “concéntrate Elisa ya es tiempo"