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¿Esté Niño De Aquí Es Mi Gato? [PAUSADA]
-Capítulo 5- La decisión de un gatito
JiHoo vio que su mamá había vuelto a la normalidad por lo qué finalmente se sintió capaz de hablar
JiHoo
Mamá, ¿me cuentas un cuento?
DaHyun miró atónita al pequeño, pero rápidamente salió de ese estado.
Dentro del tiempo que estuvo pensando llegó a una conclusión:
DaHyun
(Primero dormiré, mañana pensaré que hacer)
Temporalmente aceptó su situación como madre del pequeño niño-gato.
Apagó la luz de la habitación, se cubrió con el edredón y se acostó cómodamente en la cama con el niño a su lado.
El niño sonrió con felicidad.
DaHyun
¿Qué tipo de cuento quieres?
JiHoo
¡El héroe y el dragón!
El niño respondió sin vacilación.
DaHyun lo pensó por un momento, se aclaró la garganta y comenzó a narrar:
DaHyun
Hace mucho, pero mucho tiempo, existió un pequeño reino.
El pequeño miró con emoción a DaHyun y escuchó atentamente con seriedad.
DaHyun sonrió brevemente y continuó.
DaHyun
En ese pequeño reino era invierno todo el tiempo, por que un malvado dragón hace mucho tiempo lanzó un poderoso hechizo cubriendo todo el reino de blanco.
JiHoo
¡Que dragón tan malo!
El niño respondió asombrado.
DaHyun
Los aldeanos del pequeño reino trabajaban duro sembrando en los campos de cultivo para poder alimentar a su familia.
DaHyun resaltó con dramatismo.
DaHyun
Como siempre era invierno y se la pasaba nevando, los cultivos no podían crecer y casi todos se echaban a perder antes de la cosecha.
El pequeño realmente no podía entender bien de que hablaba DaHyun, pero aún así sintió que debía ser algo terrible por lo que exclamó con cooperación:
DaHyun
Sí, era muy mal, por que debido a que las plantas no podían crecer los aldeanos no tenían dinero y era realmente pobres, por lo que los días en los que podían comer arroz eran los mejores.
El pequeño asintió de acuerdo:
JiHoo
¡Son los mejores días!
JiHoo
Pero mamá, ¿quien es el héroe?
Preguntó el pequeño con impaciencia.
DaHyun
En una aldea del pequeño reino vivía un joven muy apuesto y valiente.
DaHyun
La mamá del joven estaba muy enferma, y el frío invierno empeoraba su condición cada día. El dinero que el joven ganaba no era suficiente para pagar todas las medicinas de su madre, por lo que estaba muy deprimido.
DaHyun
Entonces un día el médico le dijo que si su mamá pudiera ir a un lugar cálido, podía recuperarse de su enfermedad.
El pequeño se había sentido mal cuando se enteró que la mamá del joven estaba enferma, por lo que se alegró cuando oyó que podía curarse.
Pero luego pensó en algo y preguntó:
JiHoo
Pero... en el pequeño reino siempre hay frío, ¿cómo podría su mamá ir a un lugar cálido?
DaHyun
El joven se preguntó lo mismo, pero entonces pensó que si lograba que el malvado dragón levantara la maldición, el reino volvería a ser cálido como antes y su mamá podría curarse.
DaHyun siguió contándole como el joven se dirigía a la gran montaña donde habitaba el malvado dragón y, después pasar varias pruebas con valentía, el joven se enfrentó al dragón y lo obligó a acabar con la maldición que le había impuesto al pequeño reino.
DaHyun
A partir de entonces, en el pequeño reino nunca volvió a nevar.
DaHyun
Gracias al clima cálido la mamá del joven se recuperó y vivió una larga vida.
DaHyun
El rey escuchó de las hazañas del joven y le otorgó el título de héroe y muchas monedas de oro.
DaHyun
El joven y su mamá vivieron felices para siempre y su mamá nunca jamás volvió a enfermar.
Dijo el pequeño somnoliento con una sonrisa.
DaHyun le acarició la espalda para dormirlo y le susurró:
DaHyun
Ahora vete a dormir
El pequeño bostezó y asintió, luego cerró los ojos y se durmió lentamente.
DaHyun
(Creo que ya se durmió)
DaHyun vio que el pequeño se durmió, así que bostezó y cerró los ojos para dormirse también.
Lo que DaHyun no sabía es que cuando cayó en un sueño profundo, unos pequeños ojos color miel se abrieron en silencio y se quedaron mirándola.
JiHoo
(Ya tengo mi propia mamá)
El pequeño pensó y no pudo evitar que sus labios se curvaran en una sonrisa.
El pequeño niño que se llamaba JiHoo, tenía 5 años este año y pertenecía al antiguo clan de los gatos.
El pequeño vivía en una gran casa, pero los sirvientes lo ignoraban y lo dejaron por su cuenta.
La mujer que lo dio a luz nunca se preocupó por él y siempre estaba pegada a su padre como chicle. A su padre tampoco le agradaba, y se la pasaba mimando a sus otros hijos.
El pequeño creció solo y tenía mucha libertad.
Por lo que aveces salía de la montaña que pertenecía al clan e iba al mundo de los humanos por comida.
Un día mientras paseaba por los tejados, decidió descansar en el alféizar de una ventana.
Entonces accidentalmente escuchó una conversación.
Niño
¡Mamá, mamá, léeme un cuento, léemelo!
Mamá del niño
¿Qué cuento quieres?, mamá te lo leerá.
Niño
¡El héroe y el dragón! ¡El héroe y el dragón!
Mamá del niño
Jajaja, vale, vale, el héroe y el dragón primero.
Los ojos del niño se iluminaron.
El sabía lo que era una mamá, la gente a su alrededor le decía que la mujer que le dio a luz era su mamá, por lo que él asumió que una mamá era quien te dio a luz.
Pero a partir de esa noche, visito a el mundo humano más seguido y se quedó en las ventanas de las casa observando a las familias, por lo que su comprensión de la palabra “mamá” y “papá” se actualizó.
Las mamás y los papás cargaban a su bebé.
Las mamás y los papás le daba de comer a su bebé.
Los papás y las mamás vestían a su bebé.
Los papás y las mamás también bañaban a sus bebés y los arropaban para dormir.
Cuando no podían dormir, las mamás y los papás se quedaban con su bebé y le leían cuentos o les cantaban una canción apaciguándolos para que se durmieran.
El pequeño JiHoo vio que sus “padres” nunca hicieron nada de eso por él, por lo que decidió que no eran sus verdaderos padres.
El pequeño estaba planeando huir para ir a buscar a sus padres, pero no esperaba que de repente su llamada “mamá” los buscara y se lo llevara.
Su mamá lo llevó hasta el mundo de los humanos y cuando estaban en un lugar muy oscuro donde no pasaban humanos, sacó una caja de cartón y la puso en el piso.
El pequeño se transformó en un gatito y obediente de sentó en la caja y miró a su “mamá” que lo miraba con ojos fríos.
???
Quédate ahí y no te muevas.
La mujer lo miró con desdén y le dio la espalda.
Cuando se iba JiHoo la escuchó murmurar:
???
Ese pequeño desperdicio no me sirvió para nada cuando el general Kim estaba vivo. ¡Tsk, ojalá y muera pronto!
El pequeño escuchó esta frías palabras, pero no lo afectó.
Para él, esa persona no era su madre, y su abandono era más bien una bendición disfrazada.
A partir de entonces el pequeño vivió su vida como siempre en el mundo de los humanos.
La única diferencia era que en vez de quedarse observando a las familias comenzó a buscar a su madre y que en vez de regresar a la fría mansión a descansar, usó la pequeña caja de cartón con refugio.
Esa noche el pequeño no había obtenido nada para comer por lo que estaba hambriento, luego de buscar a su madre como siempre, regresó a su caja de cartón a dormir.
Pero tenía mucha hambre y no pudo evitar maullar con tristeza.
El pequeño gato estaba acostumbrado a que sus maullidos no tuvieran respuesta, pues nadie le prestaba atención o se preocupaba por él.
Inesperadamente, esa noche, una humana se acercó a él y a escuchar su llanto se compadeció y se lo llevó.
Esa humana lo cargó, le dio comida, lo bañó, lo vistió he incluso le contó un cuento.
JiHoo sintió que por fin había encontrado a su madre.
El pequeño miró a su madre con amor, luego se acercó y se metió en sus brazos acurrucándose con ella.
Era cálido, el abrazo de su mamá era tan cálido como siempre lo había imaginado.
JiHoo abrazó a su madre toda la noche y se quedó dormido.
Decidió que se quería quedar por siempre con su mamá.
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