Rivals: Amor Entre Empresas.
Las Kreese
Hablemos de mis hermanas, la muerte de mis padres es un capítulo triste en nuestras vidas. Pero todo se puso mucho peor después.
Vamos a hablar de Angélica
Dos años después de la muerte de nuestros padres, mi abuelito falleció y al año siguiente, mi abuela también partió.
Y ahora oficialmente estábamos solas en el mundo.
Para este tiempo, Angélica tenía 9 años, Angelía tenía 7 y la pequeña Angela tenía 4
Cuando nuestros abuelos murieron gastamos lo poco que nos quedó de la empresa de nuestros padres para esparcir sus cenizas porque el entierro era demasiado caro.
Mi hermana y yo no quisimos que servicios sociales se hicieran cargo de nosotras porque sabíamos que iríamos a hogares adoptivos diferentes. Así que luego de la muerte de los abuelos nos quedamos en la casa.
Mi hermana Angélica salía a trabajar todo el día para cuidarnos a Ángela y a mí.
Mientras Angélica buscaba la comida diaria y el dinero para pagar mis estudios y los de ella y a la vez alguien que cuidara de Ángela, yo cocinaba lo que mi hermana traía y limpiaba la casa, también cuidaba a Ángela.
Después de un tiempo fue mucho para mí hermana y empezamos a trabajar. Las tres juntas. Mientras Angélica trabajaba en los semáforos, yo atendía mesas en la cafetería loca y mi hermanita pequeña pedía dinero sentada en la calle.
Fueron años críticos para las tres, no teníamos familiares o al menos eso creíamos.
Un día trabajando en la calle una señora amable de al menos unos 55 años, nos vió y desde el fondo de su corazón nos ayudó. De cariño le decíamos abuela. Ella pago nuestros estudios y cuido de nosotras hasta donde le fué posible. La señora amable tenía dinero y era viuda y no tenía hijos. Así que los ayudó y en pocas palabras invirtió parte de su fortuna en nosotras.
La señora sufría de una Cardio miopatía Congénita que poco a poco dañaba su corazón.
Ella cuidó de nosotras hasta que cumplió 60 cuando una noche su enfermedad la mató, antes de morir su mayordomo nos entregó su testamento.
En el que decía que nos hacía a Ángela, Angélica y a mí, las herederas universales de toda su fortuna.
Nosotras cuidamos de ella como ella una vez lo hizo con nosotras.
Su mayordomo nos enseñó como aprender a dirigir las empresas ya que el era quien las administraba por ser la mano derecha de aquella noble señora.
Una vez más nos encontrabamos solas.
Para este momento Angélica tenía 14 años
Angelía tenía 12 años
Ángela 9 años
En 5 años nos enseñó a Ángela y a mi a leer y escribir, Angélica eso ya lo sabía. Nos dió clases de etiqueta, nos enseñó a vestirnos y hacer muchas cosas.
Supongo que después de eso las cosas empezaron a mejorar porque el mayordomo de la señora amable, nos cuidó así que lo llamamos tío.
Han pasado ya 10 años desde la partida de la señora amable y si, las cosas han mejorado mucho
Comments