Principio.

Todo tiene un principio y un fin, el mío empieza así, soy una chica timida, chaparrita, con un cuerpo flaquito, me llamo Catia, Catia Mendoza Vazquez, cuando tenía cinco años me solté de la mano de mi mamá, íbamos en un lugar dónde había mucha gente, me aleje de ella, al no encontrarla, ví a una oficial de policía, le pedí ayuda, me llevaron a la comisaría, pero al no resibir alguna denuncia dónde reportaran a una niña extraviada me llevaron a una casa hogar, dieron a sabe que estaba perdida, pero un año después, nadie fue por mi de ese lugar, ni mi madre, me quedé ahí un año más, después de ese año esperando a que mi mamá me encontrará y fuera por mi, llegaron dos ángeles caídos del cielo los llamo así, por qué eso fueron para mí, mamá Clau y papá Edy, me adoptaron, debido a que ellos no podían tener hijos, mamá Clau era infértil, ellos tenían muchas ganas de tener un hijo el cual lo pudieran criar, cuidar y dale todo el amor que tenían para él o ella, así que eligieron la opción de adoptar, para mí suerte yo fui la elegida.

De eso han pasado diecinueve años, actualmente tengo veinte y tres años, vivo en la Ciudad de México, estudié una carrera, elegí derecho, la termine con buenas calificaciones, después de un año de acabarla, no la he podido ejercerla, debido a que no es tan fácil, en todos los bufet de abogados más reconocidos, me piden experiencia, no la tengo acabo de terminar mis estudios, así que empecé a trabajar de mesera en un restaurante que está en la colonia Roma, fue lo único que encontré por el momento, durante este tiempo me ha entrado la duda por saber quién es mi madre de sangre y saber la verdad.

Pero para eso, tengo que contratar un investigador privado para que de con el paradero de mi madre, el cual no puedo contratar por este momento debido a que mi salario como mesera no me alcanza para hacer un gasto así de grande, apenas si me alcanza para rentar un cuartito chico y para sorbentar mis gastos.

Mi día empezaba como siempre, iba hacia dirrección al restaurante donde trabajo, todo empezaba como siempre, en el recorrido, recojí a una compañera de trabajo con la que me llevaba bien, se llama Lizeth, a ella la conocí por qué un cliente le estaba reclamando, no tenía sentido sus reclamos, pero ella no le contestaba, debido a que no lo podíamos hacer, así que yo interrcedí por ella, ese día me lleve un buen regaño de mi supervisor debido a lo que hice, pero fue algo bueno por qué así fue como Lizeth y yo nos conocimos, desde ese día, hemos tenido una bonita amistad, estábamos a punto de llegar cuando me entró una llamada a mi celular, al ver el celular note que mamá Clau me llamaba, así que no dude en contestar.

_Si bueno mamá, ¿que pasa, están bien?.

(le dije a mamá por el celular)

_No hija no pasa nada, solo necesitamos que vengas, nosostros te explicamos aquí bien de que se trata, lo que si sabemos es que esto cambiará tu vida hija.

(me dijo por el celular).

Tuve que pedirle el favor a Lizeth, que le dijera al supervisor que me encontraba enferma, sabía que me hiban a descontar el día, pero también tenía que ir con mamá Clau.

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