El clima se puso cada ves mas frío, la lluvia poco a poco se convertía en copos de nieve, y sin darme cuenta, se había aculado bastante en la puerta la mi casa, al salir, meti de lleno la pierna en toda la nieve y tube que volver a cambiarme. No había podido salir a correr por la cantidad de nieve que había; me puse unas botas, agarre una pala y me dispuse a sacar toda la nieve de la entrada (la entrada de mi casa tiene 2 metros de largo cuvierto por unas baldosas de cuadraditos de diferentes colores y estaba cubierta por 30cm de nieve). Nunca me habia costado tanto hacer algo, de un momento a otro lo poquito de nieve que quedaba se disperso, luego de tan arduo trabajo, que casi me mata un par de veces por descuidado y torpe, me dispuse a ir al instituto.
Esa mañana había algo diferente. Me sentía ansioso, nervioso, me palpitaba tan rápido el corazón que pensé que moriría, era como si precintiera que algo iba a pasar o capaz fue por tanto trabajo que jamas había echo.
Llegue al instituto justo a tiempo como para ir a la cafetería por un chocolate caliente y antes de cruzar la calle fue cuando la vi, por segunda vez a la chica con la que me había tropezado el día anterior. No sabía nada de ella, ni siquiera su nombre, pero no podía dejar de mirarla. Ella al verme me dedicó una media sonrisa que me hizo subir al cielo mismo y caer en picada. Llevaba el paraguas rojo y el uniforme del instituto. Tenía el pelo castaño claro, que caía en prefectas ondas hasta su cintura, a las cuales no parecía afectarle la humedad del ambiente (dichosa ella, yo sufro todo el tiempo al no poder acomodar bien mi pelo y con la humedad es cuando más se rebela). Sus ojos eran color almendra, con una chispa de oro, que me dejó encantado. Parecía haberse detenido el tiempo, tan solo para que yo pudiera admirarla, la nieve caía suavemente, un rayo de luz atravesó las nubes haciéndola quedar como si fuera un ángel. En ese momento mi corazón se aceleró, mis mejillas se sonrojaron, mis manos temblaron, que casi se me cae el paraguas, no sentía el frio, solo había calor en mi cuerpo, estaba tan concentrado en esa escena intentando grabarla en mi cabeza, que si no fuera porque un auto me tocó bocina no habría podido salir de ese trance.
Bajé la mirada, junto con el paraguas para taparme un poco la cara de la vergüenza que me había dado, no sabía cuánto tiempo había estado mirándola, o si ella había notado mi mirada mientras conversaba con otra chica.
Acorté esa distancia que nos separaba. Al pasar junto a ella, el mismo viento me jugó en contra, llevando consigo el aroma de su perfume, un perfume dulce parecido al de las rosas cuando apenas florecen, me detuve un instante fingiendo que ataba los cordones de mis zapatillas para poder escuchar su dulce voz, pero al darme cuenta de que me veía como un idiota intentando fingir atar mis cordones, los cuales ya había desatado y atado como dos veces, me levante y seguí mi camino hacia el curso, sin querer volver a mirarla, pero algo me decía que ella estaba mirándome, podía sentir su mirada en mí, aunque solo creo que fue mi imaginación, porque ¿quién podría prestarle atención a alguien como yo? Un chico solitario, que le gusta leer, la música, el arte y la mayoría de mis compañeros solo me trataban como un nerd.
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Updated 45 Episodes
Comments
Javier Baque
sigue así amiga me encanta
2021-05-21
1
Mikasa Akerman
me encantó espero que la chica se haya enamorado de él
2021-05-21
2