Estaba revisando algunas cosas que habían escrito en el internet, cuando de repente me llegó un mensaje de uno de mis viejos amigos o debería decir amores.
Hola soy Anna y esta es la historia de cómo me enamoré de mis primeros crushes, ¿Quieren saber?, entonces, vamos allá.
Todo comenzó cuando estaba en 6 grado de primaria y la mayoría de mis compañeros de clase ya estaban empezando a tener novios a los 12 y 13 años. Lo sé, es una locura, pero es la verdad, hasta les puedo asegurar que las maestras estaban ilusionadas de que tuviéramos una pareja cada quién.
En fin, mientras más pasaban los días, a veces me preguntaba, ¿Si yo también podría intentarlo?, por lo que no dude ni un segundo en confesarle mis sentimientos a mis amigos.
Desde que tengo memoria, siempre me he dicho a mí misma que no debo enamorarme de nadie por alguna razón y no me equivoque respecto a los primeros 4 que me encontré al confesarles lo que sentía realmente.
Recuerdo que con el primero me dijo que ya lo sabia con una sonrisa y eso me puso feliz, tanto que hasta pensé que iba aceptar mis sentimientos. Lo malo es que a la mañana siguiente me contesto de otra forma que no lo me esperaba:
"Alejate"-decía a gritos medio nervioso y preocupado al verme.
Osea, ¿no entendía su actitud?, si solamente le iba a decir que siguiéramos siendo amigos si quería. Claro, porque me habían dicho en casa, de que no podría decírselos todavía, pero como siempre no me escucho y sobre todo era de lo peor en seguir hablando, al saber que se había quitado a una fantasiosa del camino. Eso me puso furiosa; tanto que no le volví a dirigir la palabra para después. Aunque admito que sí lloré, todo porque no quisiera darme una explicación.
Vale, sigamos; con el siguiente, no me dijo ni una sola palabra, de hecho se puso nervioso al verme y después salió huyendo. Para serles sincera, no entendía que tenían estos chicos que se pusieran así de nerviosos y no me quisieran hablar después de lo que les había dicho, digo: ¿Ni qué fueran tan malo o si?.
Como sea; el tercero que me encontré, se lo tomó con calma y me dijo que solamente me veía como una compañera y eso me puso calmada, porque sabía que estaba siendo sincero conmigo. Obviamente cualquier niña se hubiera puesto a llorar en ese instante, pero yo no era una de esas, ya que yo no entendía nada acerca de la vida y lo tomaba como algo normal para mi gusto. Además, de que con el último, me había dicho algo que me dejó sorprendida.
-Antes me gustabas, pero desde que comenzaste con lo otro, ya no te veo de esa manera-
¡Guau!, esto no me lo esperaba, ni siquiera pensaba que alguien podría estar interesado en mí. Era la primera vez que alguien me lo decía y no sabía qué responder. Por un momento pensaba que era para molestarme, sin embargo no sabía que era porque le gustaba, hasta que un día de tanto gritarle y decirle varias cosas a la cara, me dijo: tuve que soportar tu regaños, tus gritos, tu esto, tu otro, etc.
Para serles sincera me sentí mal, por no saber lo que me quería decir en verdad, ya que tenía varios compañeros que a veces me hacían burla y no entendía el ¿Por qué?, en cambio el me lo dijo de manera distinta y por esa razón me sentí culpable de no darme cuenta que solamente quería jugar conmigo y no lo otro.
No sabía cómo disculparme con palabras; así que tuve que cantarle una canción para que me entendiera. Afortunadamente funcionó e hizo que me diera otra oportunidad después de que él, lo rechazara dos veces para que me detuviera. Hasta ahora, nos seguimos comunicando pocas veces y también lo invitó a tomar un café de vez en cuando, solamente que a veces mi madre se hace alucinaciones acerca de que algún día pase a algo más con él, ¡Por favor si ni siquiera somos novios y tampoco se como me vera en estos momentos!
Durante el paso de los años en la secundaria y preparatoria, me fui encontrado con varios chicos que también se me hicieron interesante y agradables a la vez, el único caso es que ninguno de ellos me dijo otra cosa, todo porque querían mantener una relación amistosa conmigo y no ir a un grado mayor de lo que se encuentran, aparte de que andaba notando su nerviosismo y distanciamientos que tenían, cada vez que yo me juntaba con alguno.
Luego de 8 años, uno de mis viejos amigos, me mandó un mensaje, solo para disculparse. Lo bueno es que había encontrado sus números a través de la redes sociales de sus mamas, ya que quería platicar un poco sin llegar a tales temas que fueran privados o no me quisieran decir por algún motivo en general.
Por el momento me ando enfocando en mis estudios, pero quién sabe, tal vez algún día pueda llegar a tener una persona que me quiera tal y como soy, hasta entonces seguiré esperando.