Ella era una muchacha escritora, una de las más reconocidas de su tiempo. Sus historias eran leídas por muchos y, aunque la fama y todo lo que venía con ella no siempre le agradaban, era feliz escribiendo. La escritura era su refugio, su lugar seguro.
Con el tiempo, comenzó a sentirse cansada de todo lo que la rodeaba: la presión, las expectativas de la sociedad y la vida pública que otros habían elegido para ella. Aun así, seguía adelante, hasta que su vida dio un giro doloroso. Descubrió que su novio la engañaba de la peor manera, una traición que la dejó completamente rota. Poco después, perdió varias de las historias en las que había trabajado durante años, relatos que le habían costado esfuerzo, noches sin dormir y mucho sacrificio.
Como si no fuera suficiente, otro suceso marcó su vida y terminó de derrumbarla. Sintiendo que lo había perdido todo y sin fuerzas para seguir, tomó la decisión de quitarse la vida.
Pero su historia no terminó ahí.
Al morir, reencarnó dentro de una historia que ella misma había escrito. Un mundo que conocía bien, con personajes, situaciones y un destino que ya estaba marcado. Ahora debía vivir lo que alguna vez solo imaginó y escribió con palabras.
¿Qué pasará con Linora?
¿Podrá cambiar el destino de la historia que ella misma escribió o estará condenada a vivirla tal como fue creada?