En mi casa, era de costumbre que llegara la noche. Las luces se apagan y queda el televisor prendido, para hacer algo visible.
Cuando llega la hora de dormir, nadie apaga el televisor, se queda prendido y con historias de terror.
Era las 3 de la madrugada y me sale una película de terror, cuando veo que matan a una mujer, me dieron náuseas y me fuí corriendo al baño.
Me hice una colita y empecé a vomitar con fuerza, el baño retumbaba de tanto vómito.
Luego, salí del baño y entre la oscuridad. Ví una sombra parada frente al televisor, me agarra pánico y le digo con mi voz suave, pero con pánico.
**-Hey, ¿Quien eres? ¡Vete de mi casa ahora!**
La sombra, ni se molestó en girarse para hablarme. La sombra, gruñía con su voz grave y pasiva, como si estuviera comunicándose por gruñidos.
Luego, me acerque 3 pasos y lo mire a los ojos {Grave error}
Tenía ojos rojos, como el color de la sangre. Luego, su mandíbula estaba descolocada y sus mejillas estaban manchadas con sangre, (como si hubiera matado a alguien o algo)
Al verlo, mis ojos se abrieron como platos. Mis piernas empezaron a temblar del pánico y me caí de rodillas al suelo.
Luego, me levanté y le dije con determinación en mi voz.
**-!¡VETE DE MI CASA!¡ !¡AHORA!¡**
Ví que empezó a girar su cuello, haciendo un ruido de huesos rotos.
Mis oídos empezaron a temblar y mis tímpanos dolían ligeramente (era muy quisquillosa con los ruidos incómodos, y me molestaban los ruidos graves)
Le miré las manos, (no tenía, tenía huesos de sus brazos)
Mis ojos se llenaron de pánico y no sabía donde meterme, esa cosa parecía conocerme.
Luego, me desperté y me toqué la cara, con pánico.
Me fuí corriendo a la sala, empecé a tocar el televisor y trataba de buscar una señal de que fuera real lo que soñé.
Ví que el televisor tenía una mancha de sangre y ya sabía que no era un sueño.
Ví, unos huesos pálidos y sentí sus huesos en mi garganta.
Me obligó a verlo a los ojos, sonreía con su sonrisa macabra y sangrienta.
Cómo si estuviera advirtiendo que iba a ser la siguiente víctima.
Saco sus huesos y me dijo al oído con su voz grave.
**-El televisor está maldito**
De un segundo, me arranco los ojos y me mordió la mandíbula.
Mientras y unos brazos palidos y llenos de sangre me llevaba para su interior, pasándome para adentro de la pantalla oscura y sangrienta.
Traté de escapar, y me clavo sus huesos en mis tobillos, sangrando peor que un muerto.
Me dió un último empujón y me clavó sus dientes en mi espalda, sacando un gran pedazo de piel.
Finalmente, me saco el corazón por la espalda y me susurro al oído con su voz grave y profunda.
**-querida, el televisor está maldito**