Si pudiera volver el tiempo atrás, lo haría con la sospecha que dejó Nietzsche: que cada instante vivido nos pregunta si seríamos capaces de repetirlo eternamente. Volver no sería corregir, sino asumir. Miraría mis errores sin pedirles perdón y mis decisiones sin justificarme, porque fueron mías, incluso cuando dolieron.
Entendería que el sufrimiento no fue un castigo, sino una forma de conocimiento. Que el miedo también crea, que la caída enseña, que perder es otra manera de transformarse. Tal vez no quise lo suficiente, o tal vez quise como supe. Y eso tendría que bastar.
Si pudiera regresar, no intentaría cambiar el pasado, porque cambiarlo sería negarme. Aceptaría cada instante como necesario, incluso aquellos que me rompieron. Porque vivir, al final, no es elegir solo lo que nos salva, sino aprender a decir sí a todo lo que nos hizo ser.
By: eemilyx