Despues de un matrimonio de muchos años, de ser madre de tiempo completo la vida cambia de sabor, mi esposo era bueno pero me descuidaba mucho, trabajaba todo el día y los días libres se la pasaba con sus amigos, un día ya cansada de su desinterés decidí seguirlo, el salió muy guapo, tomo su auto y se fue a la casa de sus amigos, cada uno subía al auto, hasta llegar a su destino o sorpresa el destino era un centro nocturno, cuidadosamente lo segui hasta que entraron a una zona VIP de inmediato un mesero llegó con bebidas para todos ellos, sonreían muy contentos, al irse el mesero entraron unas chicas, muy bellas, por su aparencia muy jovenes diria yo, yo veia toda la escena atraves de un cristal, una chica se paró en frente de mi esposo y comenzo a bailarle muy cerca, él la acariciaba, la veía con mucha pasión esa qué tenía tiempo que no sentía conmigo, cada uno de sus amigos tenía su chica personal, bailaban, bebían hasta entrar a unas pequeñas habitaciones qué estaban en esa zona VIP, esto sucedió muchos fines de semana, el mismo lugar, las mismas chicas y la misma rutina, yo llegue a mi casa destrozada pensé en hacer maletas e irme con los niños pero de pronto surgió dentro de mi cabeza una idea escalofriante, entre lágrimas pensaba una y mil veces si podría hacerlo pero al final me decidí y lo hice.
El sábado siguiente le dije a mi esposo que iría a visitar a mi madre que vendría muy tarde porque ella se sentía mal, como era de esperarse no le importo y asintió muy contento, le deje los niños a mi madre y salí en mi auto mi destino el mismo centro nocturno, al llegar baje una maleta pequeña, me dirigí a la oficina del gerente y le conté mi idea, le dije que quería desaburrirme de mi vida cotidiana qué me diera la oportunidad de bailar en las salas VIP qué no cobraría nada y todas las ganancias serían para en el negocio él de inmediato aceptó me guio hacia el lugar asignado para vestirme y comenzar a trabajar, me vestí ropa interior nueva, de encaje muy pequeña, una peluca de cabellera muy larga y color rubia, mis labios rojos fuego, unas pestañas grandes y un maquillaje cargado, use contactos color azul cielo, al verme al espejo estaba irreconocible por ultimo un par de zapatos rojos muy altos, al principio era difícil volver a caminar con ellos ya qué hacia años no usaba tacón alto, pero estaba dispuesta a vengarme de mi esposo y sabía como hacerlo.
Una bella chica toco mi puerta me pregunto mi nombre y le dije que me llamaba Diana ese nombre era muy especial para mi esposo nunca supe la razón pero era su nombre favorito de mujer, la chica me indico qué la siguiera junto a un grupo de chicas juntas entramos a una zona VIP era la de Sebastián mi esposo justo como le pedí al gerente, al entrar cada una vio a su hombre yo y otras dos chicas nos quedamos juntas bailando frente a ellos, tomábamos vino y les coqueteabamos no se como pero no sentía miedo, ni vergüenza solo actuaba y el no dejaba de mirarme al igual que sus amigos.
Yo lo veía fijamente, lo conocía y sabía perfectamente como volverlo loco, el estaba desesperado me sonreía el muy descarado y yo le sonreía a él, la puerta del lugar se abrió para mi sorpresa era David su jefe dueño de la empresa, un poco incomodo se sentó y observó todo lo que pasaba, me acerque a el pero detrás de mi llegaron las dos chicas restantes competimos por David, el me regalo una sonrisa y yo me acerque y comencé a bailarle el estaba apenado me veía y se ponía rojo de su cara yo tomaba su mano y la ponía en mi cintura el acariciaba con delicadeza ver sus ojos así de cerca y sentir el contacto de sus manos me provocaron cosas muy malas, sebastian miraba enfadado, yo me acercaba más a David mordía mi labio mientras miraba la boca de Sebastián eso lo volvía loco, el deseaba a esa rubia pero no podía tenerla.
Tome la mano de David y lo lleve al cuarto del VIP el estaba inseguro de lo que pasaría se notaba qué jamás había estado en un lugar así y eso me gusto, me acerque, le bese el cuello suavemente, el respondía con caricias en mi cintura, poco a poco me gane su deseo, lo bese con gozo, le quite la camisa, el me tomo entre sus brazos me quito el top y beso mis pechos los acariciaba con lujuria y eso me prendía me aventó en la cama y bajo hasta mis piernas, lentamente quito mi panty y probó esos rincones abandonados llenandolos de vida otra vez, tuve un orgasmo tras otro era imparable ese hombre, al terminar me ayudo a vestirme y me dijo que el no solía frecuentar esos lugares y que no sabia si volvería, le pedí que lo pensara qué lo extrañaría mucho me dio su número y sonreí,paso esa noche nos despedimos el se fue, Sebastián me miraba enojado, pero con ganas de acercarse al verlo ya no sentí nada ni coraje ni dolor solo me sentía relajada, así que volví a casa.
El siguiente sábado volví a centro la misma rutina pasada esperando que David llegara, Sebastián se levantó y se acerco a mi con su mirada pícara, me acerco a el y me beso yo lo bese lujuriosamente me levanto, enrede mis piernas entre su cintura respiraba como loco metió su mano entre mi panty y toco suavemente yo besaba su cuello hasta que sentí su bulto en mis partes el se desabrocho el pantalón estaba a punto de sacarla cuando David llego al escuchar su voz me baje y lo deje ahí caliente e hirviendo lo estaba volviendo loco, salí del cuarto y recibí a David él me besaba yo me senté en sus piernas y hacia movimientos que despertaron sus ganas me cargo y nos fuimos al curto esta vez fui yo la que bajo entre sus piernas chupe con cuidado mientras el empujaba mi cabeza para que entrara toda me comí todo estaba delicioso me escurria un poco sobre la boca, el sonreía al verme me desnudo toda y se comió todo yo gritaba de placer y el desahogo sus ganas, así fue cada fin de semana. Mi esposo ni sospechaba qué era yo la que lo volvía loco y solo jugaba con su deseo.
Un día, miércoles para ser exacta, recibí un mensaje de texto de un número que no tenía registrado, eso no era problema el problema era el mensaje que decía:
"Cuando piensas decirle a tu esposo la verdad? Creo que e sido tu diversión por mucho tiempo ya ¿no crees Ruby?"
Solo pase saliba, como David sabía la verdad sobre mi, al instante recibí otro mensaje de el diciendo. "Te espero hoy en este lugar no faltes y se puntual"
El lugar era un hotel muy lujoso la habitación master 220 y ahí estaba yo parada en la puerta indecisa si tocar o irme, pero David abrió la puerta y me jalo hacia dentro. Hola Samantha pensé que no vendrías yo temblaba de vergüenza el sonrió y me acostó en la cama hicimos el amor como locos era raro pero se sintió tan bien, el recobro el juicio y comenzó a hablar. Samantha se todo desde el primer día, yo soy el dueño del centro nocturno aunque yo no lo administro porque no me gusta ese negocio todo lo que pasa me dan la información cuando contaste la historia de Sebastián me quede frio y pensé en ir para ver con mis propios ojos como estos lugares destruyen familias es por eso que lo odio ya quiero que se termine el contrato con el administrador para cerrarlo, pero tengo que admitir qué perdí la cabeza contigo y me gusto por eso seguí con el juego pero ya es mucho no? Creo que esto no te lleva a ninguna parte, después de la larga platica tome la decisión de divorciarme, Sebastián firmo el divorcio sin titubear pero no me importo ya lo había superado, fue ahí donde termino mi corta carrera de stripper para convertirme en la esposa del CEO de plataformas digitales cobra y la nueva jefa de Sebastián qué cuando se entero puso el grito en el cielo.
David y yo somos felices porque decidimos no mentirnos jamás, el sabia todo de mi y yo de él. Formamos una familia bella y la base de nuestro matrimonio fue la honestidad.
Y Sebastián dicen las malas lenguas qué todavía frecuenta el centro nocturno en busca de Ruby jaja qué cosas no, nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde.